Domingo
26 de diciembre
Mi corazón se exprimía como una naranja, pero la única diferencia que nos separaba era que de mí solo salía dolor.
Después de haber hablado con la policía y con Oliver, acordamos en enterrar a Brandon.
Oliver quería enterrarlo con todas las piezas de su cuerpo, por lo que cuando aparecieron los ojos, ese pensamiento volvió a surgir. Y los dos estábamos de acuerdo, porque enterrarlo significaba aprender a vivir el presente.
A la vez que mi corazón gris de la tristeza bombeaba, unas nubes blancas aparecían dejando un entorno más saludable. Esas nubes blancas no eran ni más ni menos que la despreocupación de que alguien nos podía hacer daño en cualquier momento. El asesino que mató a Brandon y que le quitó los ojos, estaba en la cárcel. Condenado a quince años. Me parecían pocos, pero no podía hacer nada para agrandarle la condena.
Cuando lo arrestaron por sospechoso y lo interrogaron no obtuvieron nada más que: <<yo no he hecho nada>> <<soy inocente>>. Pero aún así, la policía siguió buscando y hasta que no encontraron cómo hacerle justicia a Brandon, no pararon.
Acabaron descubriendo que, Gabriel, tenía la misma arma con la que Oliver fue disparado. Estaba escondida bajo unos tablones del suelo. El hermano de Vicent aseguró que era para defensa propia, pero los policías sin creerle, obtuvieron una prueba más.
Aún no satisfechos, y entrando en su casa con una orden de registro, descubrieron que escondía la careta de hacker con la que secuestró a Oliver y el mismo traje negro con el que me espiaba.
Entonces sí, cuando obtuvieron las pruebas suficientes para culparlo, me pidieron ver las cámaras de seguridad el día exacto que secuestraron a Oliver para asegurarse de que era el mismo traje. Y confirmándolo, el caso se puso en manos de un juez, y él mismo, lo culpó con delitos como:
-Propietario de un arma ilegal
-Secuestro
-Intento de asesinato
-Acoso continuo
Aunque no le acusaron como asesino ni como culpable de la muerte de Brandon, ya que el juez recalcó que las huellas en la escena del crimen y luego en mi casa podrían ser una simple casualidad, incluso podían haber muchas más zapatillas como esas, esa prueba era insuficiente.
Sabía que Gabriel era el culpable del caso, pero fuera por lo que fuera lo único que quería era que lo metieran en la cárcel. Daba igual con qué delito se le acusaba, solo quería que pagara por lo que hizo.
Y como un puzle, sus piezas fueron encajando. Las preguntas que no podía resolver al principio, cobraban sentido.
Liam, el sospechoso que pensamos que era culpable, solo quería hacerme daño a mí porque arruiné su amistad con Oliver y también su futuro. Pero no haría daño a Brandon, ni tampoco a mi novio.
Pareció estar planeado, pero como si fueran dos astros, Liam y Gabriel se alinearon sin saber lo que iban a producir y sobre todo, confundir.
***
Oliver y yo, unidos por el amor y rotos por la muerte, caminábamos en silencio hacia el lugar donde se llevaría a cabo el entierro de Brandon.
Con cada paso, nuestros corazones se llenaban de tristeza y un profundo dolor que parecía no tener fin. La pérdida de mi mejor amigo había dejado un inmenso vacío en nuestras vidas.
El cielo parecía compadecerse de su dolor, ya que las nubes grises se extendían sobre el cementerio, creando una atmósfera melancólica.
El entierro sería privado, solo nosotros dos, permitiéndonos despedirnos de Brandon en la intimidad de nuestro dolor.
El cuerpo de mi mejor amigo, finalmente completo con el hallazgo de sus ojos, yacía en el ataúd, rodeado de flores blancas que se marchitaban en su tristeza.
Tomé la mano de Oliver con un gesto de apoyo y susurros de consuelo. No había palabras que pudieran aliviar el desgarrador dolor que sentía en ese momento. Solo podía aferrarme a Oliver, buscando fuerza en su amor mientras nos enfrentamos a la cruda realidad de la muerte.
Oliver miró el rostro pálido y sereno de su hermano por última vez, su voz se quebraba al pronunciar:
—Brandon, eras mi hermano y mi mejor amigo. No puedo imaginar mi vida sin ti. —Sus lágrimas se empezaron a mezclar con las de la lluvia.
Con los ojos llenos de tristeza, extendí mi mano temblorosa sobre el ataúd y acaricié suavemente el rostro inmóvil de Brandon.
—Siempre estarás en mi corazón. Fuiste mi confidente, mi apoyo, mi hermano elegido. No puedo creer que ya no estés aquí.
El sacerdote pronunció unas palabras de consuelo, hablando de la eternidad del alma y el legado que Brandon dejaba detrás de sí. Pero las palabras no podían calmar el dolor que amenazaba con desgarrar nuestras almas.
Con una tristeza insondable, nos acercamos al ataúd y colocamos una rosa roja sobre él, un símbolo de amor y despedida. Las lágrimas fluían sin cesar, nuestros corazones sintiendo la agonía de la despedida.
—Te quiero hermano —murmuró Oliver, con su voz apenas audible.
—Y siempre te amaré —añadí con un sollozo.
Juntos nos abrazamos, encontrando consuelo en un mutuo apoyo mientras nos despediamos de un ser querido.
Después de que el último puñado de tierra cayera sobre la tumba de Brandon, la tristeza colmó el aire. Además, el sonido de la tierra caer resonó en el silencio sepulcral, marcando el final de una vida llena de risas, alegrías y momentos compartidos. El dolor se convirtió en un abrazo implacable que nos envolvió, robándonos el aliento y dejando un vacío que nunca podría ser llenado.
Mientras nos alejamos del lugar, una tormenta de emociones nos embargaba. La tristeza nos envolvía, pero también había un atisbo de esperanza en nuestro amor, un recordatorio de que el legado de Brandon viviría a través de nosotros.
En ese día oscuro y desgarrador, aprendimos que la vida era frágil, que el amor podía doler hasta lo más profundo. Pero también encontramos fuerza en un amor mutuo. Nos prometimos recordar y honrar a Brandon en cada paso que diéramos, llevando con nosotros su recuerdo y compartiendo su historia con el mundo.
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Secretos Ocultos
Mystery / ThrillerAndrea es una joven estudiante apasionada por los misterios, pero cuando su mejor amigo desaparece, se adentra en un mundo oscuro y peligroso donde nada es lo que parece. En medio de la investigación, conoce a un hombre misterioso por el que no pue...