CAPÍTULO 42

1.5K 65 54
                                    

Elliot

Me encuentro tumbado en la camilla del hospital, observando el techo con la mente inundada de pensamientos. Cierro los ojos por un momento, dejando que la calma me inunde, pero mi mente no deja de dar vueltas a todo lo que ha sucedido. Mi vida ha dado un vuelco completo, como si alguien hubiera girado el timón de mi existencia en una dirección completamente nueva y desconocida.

Antes, el amor era un terreno peligroso del que prefería mantenerme alejado, como si estuviera rodeado de un muro infranqueable. Pero ahora, todo eso ha cambiado. Ahora, hay una luz brillante y cálida que ilumina mi camino, una sensación de plenitud que nunca antes había experimentado. La idea de convertirme en padre, de formar una familia con la mujer que amo, llena mi corazón de una alegría indescriptible.

Siento como si estuviera flotando en una nube de emociones, como si el universo entero estuviera conspirando a mi favor. Cada latido de mi corazón es un recordatorio de que estoy vivo, de que tengo una segunda oportunidad para ser feliz. Y no pienso desaprovecharla.

Mis pensamientos se entrelazan con recuerdos fugaces de momentos compartidos con Alessia, momentos que ahora parecen aún más preciosos y llenos de significado. Su sonrisa, su risa contagiosa, la forma en que sus ojos brillan cuando me mira... Todo eso se convierte en el centro de mi universo, en la razón por la que estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío.

Recuerdo el instante en que vi a Alessia por primera vez, cómo su presencia transformó mi mundo en un abrir y cerrar de ojos. Desde entonces, cada día a su lado ha sido una aventura, un descubrimiento constante de lo que significa amar y ser amado. 

La idea de convertirme en padre, de ver crecer a nuestro hijo, me llena de un amor que nunca creí posible. Cada latido de mi corazón es un recordatorio de que estamos juntos en esto, de que somos más fuertes cuando estamos unidos. Y aunque el futuro pueda ser incierto, sé que mientras estemos juntos, podremos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.

Una sensación de gratitud me invade, una gratitud hacia la vida por darme esta oportunidad, por permitirme experimentar un amor tan profundo y verdadero. Y mientras me encuentro tumbado en esta camilla de hospital, todo lo que puedo hacer es cerrar los ojos y dejarme llevar por la certeza de que, pase lo que pase, siempre tendré a Alessia a mi lado, iluminando mi camino con su amor y su presencia.

—Elliot, ¿estás despierto, amigo? —la voz de Dylan me saca de mis pensamientos y sonrío.

—¿Tanto me extrañaste? —bromeo, abriendo los ojos para encontrarme con su sonrisa.

Dylan sonríe. —Por marica que suene esto. Te extrañé más de lo que crees, hermano.

Su confesión me hace sentir cálido por dentro. A pesar de nuestras bromas y nuestras discusiones, sé que siempre puedo contar con él. Es reconfortante tener a alguien como Dylan a mi lado en momentos como estos.

—Eres un marica. —murmuro sonriendo. —¿Admites que estás enamorado de mi?

Dylan bufa divertido mientras se sienta en la silla junto a la cama. —Ya quisiera. Yo creo que eres tú el que está enamorado de mi. 

—Lamentó informante que sólo tengo ojos para una persona y ella es la madre de mi bebé.

Dylan sonríe. —Vas a ser padre. ¿cómo te sientes al respecto?

—Es una locura, ¿sabes? Antes habría dicho que no, que los hijos no estaban en mis planes. Pero ahora... ahora no puedo imaginar nada más hermoso que formar una familia con Alessia —confieso, sintiendo cómo las palabras fluyen con naturalidad de mis labios.

Flavors of Desire: Sabores del Deseo [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora