Narra Elliot
—Elliot, estoy nervioso. —Dylan ajusta su corbata por milésima vez, evidenciando su ansiedad. —Y si se arrepiente y no llega, y se van a Italia con Alessia. —murmura, preocupado.
Reprimo una sonrisa ante la imagen mental de Charlotte vestida de novia y Alessia corriendo por el aeropuerto..
—Sabes que esas dos hacen todo juntas, y sé que Ale la acompañaría en todo. Anoche se fue a quedar a su departamento y...
Gruño, Dylan está desesperándome con sus historias imaginarias, producto de su nerviosismo. ¿Cómo puede estar tan ansioso?, es solo una boda. No es para tanto.
Sé por Alessia que pasaron la noche juntas. Ella, Charlotte, Mía y Sophie organizaron una especie de pijamada de soltera. Estoy seguro de que fue más una despedida de soltera que una simple pijamada.
—Charlotte se estaría haciendo un favor si te dejara —comento en tono burlón, y Dylan me fulmina con la mirada.
—No ayudes, Elliot.
—Relájate, estás haciendo un drama por nada. Charlotte va a llegar, y podrás empezar a vivir la vida de esposo que tanto sueñas. —ruedo los ojos con ironía y miro mi reloj.
Quedé en ir a buscar a Alessia a su departamento a las siete y media de la tarde; soy una persona que le carga la impuntualidad, y en estos momentos se me está haciendo muy tarde... Demasiado tarde para llegar a la hora acordada.
Entra patético a la sala, digo Phillips. Ayer escuché a ambos en la sala de juntas conversando. No es que me gustara escuchar conversaciones ajenas, menos de Phillips, cuya vida y lo que le pase me vale. Pero al escuchar cuando nombró a Alessia, mi curiosidad se hizo presente y me quedé escuchando.
—Esa mujer me gusta, amigo. He hecho todo lo que se me ocurre para que Alessia no me ignore. Me siento patético. Me ofrecí hasta para llevarla y así ella no tenga que conducir. Al principio aceptó, pero ahora me rechazó.
—Te doy un consejo. Creo que será mejor que la olvides. —responde Dylan.
—¿Por qué? ¿Acaso ella no es soltera?
—Sigue mi consejo.
—Te veo en la boda. —palmeo su hombro amistosamente, paso por el lado de Phillips y sonrío negando.
Mientras avanzo hacia la salida, la sonrisa en mi rostro revela una mezcla de satisfacción y confianza, recordando las palabras de Phillips. La idea de que Alessia haya rechazado a Phillips me llena de un placer enorme. Ella es mía y nadie dirá o hará lo contrario.
Aunque siempre he sido conocido como un hombre duro y reservado, este sentimiento de estar completo parece desentrañar una faceta más vulnerable de mi personalidad. A pesar de mis barreras y mi fachada ruda ante el mundo, Alessia ha logrado desatar algo en mí que, hasta ahora, permanecía oculto incluso para mí mismo.
Arranco el motor, ajusto mi cinturón y piso el acelerador, dirigiéndome rápidamente hacia mi penthouse. Cada semáforo parece durar una eternidad mientras las luces de la ciudad se deslizan por la ventanilla. La brisa del atardecer que se cuela por el auto parece intentar calmar mis pensamientos.
Al llegar a mi penthouse, entro apresuradamente. En el vestíbulo, el espejo me devuelve la imagen de un hombre cuyos ojos revelan una lucha interna entre lo que siente y lo que quiere mantener detrás de sus barreras.
Decido tomar un baño para despejar mi mente. El agua caliente cae sobre mí, llevándose parte de la tensión acumulada, pienso en ella... en su sonrisa y en su voz, sus labios, sus ojos, su cuerpo.... pienso en ella completamente.
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Flavors of Desire: Sabores del Deseo [En corrección]
RomanceAlessia es lo último que Elliot necesita, y él es la última persona en la que Alessia pensó que se vería involucrada.