Alessia
—Por fin llegas. —Exclama Charlotte cuando me ve sentándome junto a ella en la cafetería.
—Perdona, había mucho tráfico en el camino para acá.
—¿Tráfico o te quedaste enredada entre las sábanas con Elliot? —me pregunta con una sonrisa pícara.
La risa se escapa de mis labios mientras sacudo la cabeza con una mueca de complicidad.
—No empieces, por favor. El tráfico estuvo terrible, de verdad. —mi voz suena juguetona, intentando disimular la evidente picardía en mis ojos.
Charlotte me mira con una ceja alzada, sabiendo perfectamente que su insinuación ha dado en el blanco. Es difícil negar lo obvio, sobre todo cuando nuestras vidas están tan entrelazadas.
—Vamos, cuéntame. —susurra, inclinándose hacia mí con un brillo travieso en sus ojos.
—No hay nada que contar, de verdad. —intento defenderme, pero sé que mi expresión la delata.
—Oh, Alessia, no tienes por qué esconderlo. Los ojos de enamorada no se pueden ocultar, amiga. —su tono es suave y comprensivo.
Me acomodo en la silla, llevando una mano a mi mejilla mientras sonrío con complicidad. La calidez de mis recuerdos con Elliot se filtra en mis palabras, desatando una corriente de emociones que deseo compartir con mi amiga.
—Ha sido todo tan repentino, ¿sabes? Desde el primer encuentro hasta ahora. Cada momento con Elliot se siente como un torbellino de emociones, de esas que no puedes evitar aunque intentes resistirte. —mi voz lleva un tono de asombro, casi como si aún me costara creerlo.
Charlotte me mira con interés, un gesto alentador que me da la confianza para seguir adelante.
—Desde que nos conocimos, cada instante ha sido como una melodía nueva que se va componiendo con el tiempo, al principio eran discusiones y momentos de suma tensión entre nosotros, pero.... —mi mente vuela a aquellos primeros momentos, llenos de sorpresas y risas.
Continúo describiendo cada sonrisa, cada gesto tierno, tratando de transmitir la magia que he encontrado en la compañía de Elliot. Las horas que se desvanecen sin darnos cuenta, las conversaciones profundas que van más allá de lo superficial, todo se entrelaza en mi relato.
—Es como si cada encuentro revelara un poco más de nosotros mismos. Nunca había sentido esta conexión tan profunda con alguien tan rápidamente. —mi mirada se pierde en el recuerdo de sus ojos, tan llenos de ternura y comprensión.
Charlotte asiente, con esa expresión de complicidad que solo ella sabe mostrar.
—Dylan tenía sus sospechas, me preguntaba si sabía algo de lo que pasaba entre ustedes —comenta, jugueteando con la cucharilla en su café.
—Dylan es un detective, no se le escapa nada —respondo con una sonrisa, recordando las veces que Dylan ha intentado indagar en mi vida amorosa. —Pero, a decir verdad, creo que todos a nuestro alrededor notaron algo diferente en nuestra dinámica. Incluida Susan, en la boda me preguntó si estaba saliendo con él.
Charlotte me mira con una ceja alzada, su gesto cómplice invitándome a seguir. Continuo contando todo lo sucedido entre nosotros.
—Fue hasta el refugio de animales.
Los ojos de Charlotte se abren sorprendidos. —¿Elliot en un refugio de animales? ¿Lleno de pelos y suciedad? Vaya, amiga, que lo has conquistado. No me lo imagino ahí.
Sonrío. —Pues así fue, y me sorprendió verlo llegar. Conmigo se muestra como una persona completamente distinta...
Charlotte me interrumpe. —Con contigo, muestra cómo realmente es, antes de Sabrina. —hace una mueca. —¿Te contó, verdad? —Asiento, y ella continúa. —Sabrina lo cambió mucho. Todo lo que pasó con Zac fue difícil para él. Creo que cualquier persona hubiera dejado de creer en el amor después de eso. Fueron dos años en los que ella y Zac le mintieron a todo el mundo. Realmente quedó destrozado, se cerró a todo, cambió por completo. Tiene esa faceta dura, al igual que Dylan. —Se encoge de hombros. —Bueno, supongo que deben tenerla para imponer respeto en su trabajo. No sé cuándo ocurrió, si ya estaban juntos o no, pero él comenzó a estar más relajado, se reía más y volvió a ser el Elliot que todos conocíamos. —toma un sorbo de su café—. En Miami, fue cuando Dylan comenzó a sospechar y a hacer preguntas, cuando salieron juntos de la discoteca.
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Flavors of Desire: Sabores del Deseo [En corrección]
RomanceAlessia es lo último que Elliot necesita, y él es la última persona en la que Alessia pensó que se vería involucrada.