Entramos al bar, llenando nuestros oídos con la música y el hablar de la gente, nos sentamos en una mesa y pedimos al camarero cuatro cervezas que nos trajo al momento. Comenzamos a beber y hablar un poco del lugar, comparándolo con Miami.
- En Miami es totalmente diferente. -Digo riendo.- Allí yo salgo a discotecas a bailar y beber copas.
- ¿Y cómo es la gente? -Pregunta Ryan dando un trago a su cerveza.
- Hay de todo. -Me encojo de hombros.- Hay gente amable pero en los pubs siempre hay chicos asquerosos.
- ¿Asquerosos? -Pregunta Chloe confusa.
- Sí, se arriman a ti bailando intentado que te vayas con ellos a un hotel o algo. -Contesto riendo.
- Vaya, aquí casi nadie hace eso. -Dice Sam sorprendido.- Creo que yo me pegaría con esos chicos. -Dice riendo.
- Seguro. -Digo riendo convencida, dejo un beso en sus labios y vuelvo a la conversación.- Me gusta más ésto.
Seguimos hablando y riendo, contándonos anécdotas de nuestras vidas cuando veo a alguien acercarse a nuestra mesa, una chica alta con el cabello castaño vestida con una falda vaquera corta, camisa blanca y botas negras.
- Hola Sam. -Dice ella sonriente con mirada coqueta.
Miro a Sam quien aprieta su mandíbula, él no dice nada y dirijo mi mirada a Chloe quien está en la misma posición que su hermano, busco a Ryan con la mirada para que me dijese quién era esa chica y sin emitir sonido, sólo moviendo sus labios me dice 'Es Shelly, su ex novia'. Comprendo la situación y cojo la mano de Sam para transmitirle tranquilidad.
- ¿Te ha comido la lengua el gato? -Pregunta Shelly sin obtener respuesta.- ¿Podemos hablar?
- No tenemos nada de que hablar. -Dice Sam mirándola.
- Oh vamos.. -Dice tocando el brazo que tiene encima de la mesa y él aparta inmediatamente.- Sé que dije muchas cosas pero quiero que lo intentemos de nuevo.
- No, Shelly. -Dice él convencido.
- Hace unos días querías volver conmigo y sé que aún quieres. -Dice sonriendo.- Me lo han dicho por ahí.
- Pues quien te lo haya dicho miente, Shelly. No quiero volver contigo ni ahora ni nunca, estoy en mi mejor momento. -Dice orgulloso.
- No te creo. ¿Quién va a querer estar contigo más que yo? Sólo yo sé lo que te gusta y lo que no, nadie más se va a fijar en ti y en tu personalidad tan rara como lo hago yo.
- En eso estás muy equivocada. -Las palabras salen de mi boca sin pensar.
- ¿Perdona? ¿Y tú eres..? -Dice mirándome de arriba a abajo con cara de asco.
- La chica que se ha fijado en él y en su personalidad "rara". -Digo haciendo comillas con mis dedos en la última palabra.- Tengo que darte las gracias por haberlo dejado porque menudo pedazo de hombre has perdido, chica. -Río.- Y ahora lo tengo yo y es maravilloso.
- Eso es porque todavía no sabes sobre su afición por los juegos de mesa y quedarse en el porche cantando cancioncitas. -Dice con repulsividad.
- Oh, te refieres a esos juegos tan divertidos y a pasar tiempo con su familia y sobretodo escuchando la voz tan bonita que tiene. -Digo riendo.- Cariño, me encanta que tengamos las mismas aficiones. -Digo mirando a Sam sonriendo, le doy un beso corto en los labios.- Prefiero que tenga esas aficiones antes que actúe con maldad engañando a alguien por beneficio propio. -Le guiño un ojo a Shelly quien se enfurece.
- Dime eso de nuevo fuera si tienes lo que hay que tener. -Dice soplando enfadada.
- Tengo eso y más, por eso no me voy a rebajar a tu nivel, porque yo soy una señorita y tengo educación. -Le sonrío ampliamente.
