Capítulo 15.

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Dos semanas. Sólo dos semanas para volver a Miami, sinceramente no me apetece pero tengo que volver a hacer las prácticas. Aquí estoy muy a gusto, Sam me cuida mucho y su familia es maravillosa, los voy a echar de menos. Sigo haciendo mi trabajo, limpiar el establo y las cuadras mientras miro como Chloe guarda los caballos después de cepillarlos, termino lo que me queda y me dirijo a ella con una sonrisa.

- El verano ha pasado muy rápido. -Digo con media sonrisa.

- Sí.. -Suspira.- No quiero que te vayas.

- Yo tampoco quiero irme pero tengo que hacerlo... -Me encojo de hombros.

- ¿Volverás? -Pregunta mirándome.

- Sí. -Sonrío.- Al menos espero volver cuando termine todo.

- Te esperaremos con los brazos abiertos. -Dice y me abraza.

- Gracias por todo. -Sonrío.

Salgo del establo, encontrándome con Steven, el tío de Chloe y Sam, lo conocí hace unas semanas en una comida familiar, a él y prácticamente toda la familia. Me dedica una sonrisa bajando su sombrero y sonrío ampliamente mientras sigo caminando hacia el granero en busca de Jacob.

- He terminado. -Digo entrando en su despacho.

- Perfecto, tengo que pedirte un favor. -Dice soplando.

- Lo que necesites. -Digo convencida.

- El veterinario está en camino y hasta que llegue necesito tu ayuda. -Comienza a explicarme.- Una de las vacas está de parto pero el ternero no sale, lleva toda la noche así y me da miedo que les pase algo a alguno de los dos, ¿puedes echarle un vistazo?

- Sin problema, ahora mismo. -Asiento y salgo de allí rápidamente para ver a aquella vaca.

Llego a la zona, la escucho mugir intentando dar a luz a su pequeño ternero el cual sigue sin salir, me coloco un guante bastante largo y la acaricio para tranquilizarla, introduzco mi mano en ella para ver como venía el ternero, lo que me temía, está del revés. Tendremos que usar cadenas para ayudarla a sacarlo sino, el pequeño morirá y ella sufrirá mucho dolor si lo intenta por sí misma.

- ¡Jacob! -Grito buscándolo con la mirada.- ¡Jacob!

Viene corriendo ante mi llamado, exhausto.

- ¿Qué ocurre? -Pregunta cogiendo aire.

- Viene del revés, necesito usar las cadenas. -Digo mirándolo.- Voy a necesitar ayuda.

- Perfecto, traeré lo que me pides enseguida.

Se marchó corriendo mientras yo tranquilizaba a la vaca acariciando su lomo. El tío Steven y Jacob volvieron rápidamente con las cadenas, las cogí y las coloqué en el ternero con cuidado para no hacer daño a ninguno de los dos animales.

- En cuanto os diga, tiráis con suavidad. -Digo mirándolos, los dos asienten.- Perfecto, ahora.

Comienzan a tirar con mis indicaciones para no lastimar a ninguno, la vaca mugía mientras yo volvía a introducir mi mano para ver como iba el ternero.

- Está bien, seguid tirando. -Ordeno.- Queda poco para que salga completo.

Un par de minutos después, el ternero nace, le quito las cadenas y comienzo a masajearlo para ver que está todo bien. La madre se giró para lavarlo mientras yo me aseguraba de que todo estaba correctamente y así fue, el pequeño movía su cabeza y los ojos mirando a su alrededor, descubriendo el nuevo mundo y su nueva vida.

- Es hembra. -Digo mirando a Jacob.

- Pues se llamará Hailey porque tú la has ayudado a nacer. -Dice sonriendo.

Amor de vaqueros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora