Recojo el botiquín, guardando las gasas y todo lo que he sacado para curar al pequeño cerdito que ahora corre alegremente por su cercado. La pequeña herida en su oreja ya está curada, espero que no vuelva a meterse con las gallinas, así no le picotearán de nuevo. Paseo por la granja, observando todo a mi alrededor, entro al establo encontrándome con una chica castaña con el cabello corto por los hombros, está acariciando a uno de los caballos, era color camel y con la crin negra, podría decir que era Spirit de la película de dibujos animados si no fuese porque tenía una mancha negra en el pecho.
- Hola. -Saludo animosamente.
- Oh, hola. -Dice dando un respingo.- No sabía que estabas aquí.
- Perdona si te he asustado. -Sonrío.- Soy Hailey. -Extiendo mi mano para formalizar el saludo.
- Gina. -Coge mi mano y la sacude suavemente.- ¿Estás aquí de prácticas?
- Sí, llevo aquí dos semanas. ¿Y tú? -Digo recordando lo duro que se me está haciendo estar aquí.
- Hoy es mi primer día de trabajo, Cinthia me ha ordenado limpiar a los caballos.
- Es una tarea agotadora. -Río.- ¿Necesitas ayuda?
- Me vendría genial. -Sonríe ampliamente.- Tengo que llevar dos carretillas de estiércol a aquellos montones de allí. -Señala fuera del establo. Asiento y veo las carretillas detrás suyo.
- Cojamos una cada una y llevémoslas.
Llevamos las carretillas volcándolas en los montones de estiércol que había fuera del establo. Las colocamos de nuevo en su sitio y sigo ayudando a Gina con su trabajo, ya que, yo no tenía nada más que hacer.
- ¿Eres de por aquí? -Pregunta entablado conversación.
- Sí, siempre he vivido aquí pero pronto me mudaré. -Sonrío al recordar que volveré.
- Oh, ¿dónde? -Pregunta curiosa.
- A Tennessee. -Río.- Mi novio está allí.
- ¿En serio? Yo vengo de por allí. -Ríe por la casualidad.
- No puede ser. -Río.
- Sí, te lo prometo.
- ¿Y qué haces en Miami? -Pregunto sorprendida.
- Mis padres vinieron aquí cuando yo era pequeña. -Comienza a contar.- Yo tenía cinco años y nos instalamos aquí por un nuevo trabajo que mi madre consiguió. Desde entonces no he vuelto, y tengo veintiún años. -Dice la chica de ojos verdes.
- ¿Te gustaría volver? -Pregunto mientras cepillo a uno de los caballos marrones.
- Sí, algún día espero volver. Mi mejor amiga de la infancia está allí. -Sonríe continuando la misma tarea que hago yo.
- La mía está aquí. -Río.- Estoy deseando volver, sólo he pasado allí el verano pero... Necesito volver.
- Te entiendo. -Sonríe.- Cuando Chloe y yo jugábamos en su granja, todo era maravilloso. Nos pasábamos las horas correteando por allí, también nos escondíamos en el establo con los caballos cuando queríamos huir de alguna trastada. -Ríe recordando su historia.
- Perdona.. ¿Has dicho Chloe? -Pregunto sorprendida.
- Sí, ¿la conoces? -De gira para mirarme.
- ¿Cómo se apellida?
- Miller. -Sonríe.
- Oh Dios.. -Comienzo a reír.- ¿La granja de los Miller? ¿Margatet y Jacob Miller? -Pregunto incrédula.