Capítulo 12

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-Bueno, no era mi misión a cumplir, ¡pero estuvo asombrosa! —chillé alegre y voltee hacia Jonathan— ¿Qué te pareció? — quiero aclarar que se robó mi tarro de palomitas y se lo está comiendo, sí, el mismo señorito que se quejó porque quería comprar y me hizo una escena en el hall de entrada.

-Siempre voy a decir que los efectos del cine son cada vez más asombrosos— diría que sus ojos estaban iluminados de alegría pero no puedo decirlo bien por la oscuridad de la calle — Es decir, ¡el troll! y todas las cosas flotando, las escaleras, ¿no te preguntas cómo hicieron todo eso? —sonaba como un niño hiperactivo con una enorme sonrisa. No pude evitar sentirme feliz al ver que ya no estaba siendo el típico hombre en traje estirado— ¡Y el sombrero que hablaba!

-¿El seleccionador? Si, era asombroso... ¿en qué casa crees que entraría? —dije divertida mientras Jonathan chasqueaba sus dedos para volver a ser seres de material inexistente para los mortales.

-¿En qué casa... ? Mmm —me miró de arriba abajo— Por lo terca y porque no piensas dos veces lo que haces, supongo que Gryffindor.

-Gracias—dije molesta por su explicación— Supongo que eso te hace un Slytherin, por lo que me dijiste antes también—comenzamos a caminar. Jonathan entrecerró los ojos, pensándolo.

-Tiene sentido— me dio la razón sin rechistar— Bien, son las tres de la mañana—miró el reloj en su muñeca— ¿Alguna otra idea de misión a cumplir que tengas? Que no tenga tanto impacto emocionalmente, por obvias razones—traté de ocultar mi desilusión cuando volvió a su personalidad de "señor correcto que sigue las reglas" prefería seguir hablando sobre la película o que me siga explicando la historia de las palomitas.

-¿Puedo... simplemente fingir descansar en un lugar tranquilo? —Jonathan parecía sorprendido por mi pedido— Siento que ocurrieron muchas cosas en poco tiempo, quiero descansar mi mente por un tiempo. Algo silencioso.

Jonathan parpadeó varias veces.

-Conozco un lugar lindo y en silencio, si quieres mi opinión.

°°°

Jonathan tiene buen gusto. Y también es un nerd de primera.

Me trajo a una librería antigua más grande que la casa de mi madre y con una arquitectura hermosa. El silencio que había era increíble, solo se escuchaban nuestros pasos y respiraciones. Era un punto alejado de todo el ruido de la ciudad.

-¿Cómo conoces este lugar?

-Un anciano murió aquí de un paro cardiaco—giré hacia él horrorizada, ¡¿estabamos en lugar donde se murió alguien?! Él comenzó a reir— Bromeo. Una vez vine de visita y me gustó, suele venir cuando mi mente está sobre-pensando mucho las cosas.

-¿Suele ser muy seguido?

-Estos últimos años pude controlarlo más—su cabeza estaba en alza, viendo los estantes más altos— Puedes ponerte cómoda donde quieras. Leeré algo mientras tanto.

-Okay

El lugar era grande así que prácticamente perdí a Jonathan de mi vista demasiado rápido, parecía muy interesado en buscar un libro. Así que me quedé completamente sola.

No sé si fue la mejor idea. Lo único que puedo escuchar son mis pensamientos, y están siendo muy ruidosos, tanto que no puedo diferenciarlos. Trato de buscar un lugar cómodo para dormir y al menos (si es que es posible) soñar algo lindo y olvidarme por un momento que estoy muerta.

Voy hacia una de las ventanas enormes que tiene con la hermosa vista de las luces de la ciudad y el cielo estrellado. Si tuviera una cámara le sacaría una foto, ¿pero qué sentido tendría? Si reencarno esa foto será de nadie y estará por ahí, seguro convirtiendose en cenizas.

La verdad que no quiero estar sola.

Siento que todo se oscurece alrededor.

-¿Jonathan? — preguntó con un hilo de voz, con miedo de mí misma y de mis pensamientos — ¿Estás por ahí?

-Sí, ¿ocurre algo? —escuché su voz a la lejanía.

-¿Podrías... venir conmigo? —comencé a escuchar pasos que iban incrementandose— Estoy en el fondo, en la ventana que da a una capilla.

-Oh, ahí voy. — su figura alta y esbelta apareció entre dos libreros, ya tenía un libro en mano — ¿Te encuentras bien?

-N-no —traté de no sonar nerviosa— No quiero estar sola— apreté repentinamente mis labios para reprimir un llanto, no quería que me viera llorar— ¿Podrías leer aquí conmigo mientras descanso? —no podía ver bien su expresión por la oscuridad, pero creo que estaba preocupado.

-Claro, trataré de no hacer ruido—vino con cuidado hacia mi— Elegiste la mejor vista—sonrió con delicadeza. La luz de la luna hacía que pudiera ver el verde de sus ojos.

-¿Qué vas a leer? —pregunté curiosa mientras acomodaba mi cabeza en su hombro, en búsqueda de algo cálido y suave. Aunque lo cálido era algo complicado teniendo en cuenta que ambos somos almas en pena en búsqueda de renacer.

-Arsène Lupin, es como Sherlock Holmes pero ladrón y francés—no pude evitar sonreír — ¿Qué piensas de los franceses?

-Me caen mal—pude escuchar una profunda risa de su parte. Tal vez es el cansancio, pero Jonathan tiene una bonita carcajada, casi melodiosa. ¿Habrá sido un galán en su época?

Cierro los ojos con lentitud, su hombro era muy suave y su respiración lenta. Podía escuchar su corazón latir en el ritmo correcto, ¿era eso o me lo estaba imaginando? ¿Mi corazón sigue sonando o eso es lo que quiero creer?

Los pensamientos se van disipando cuando las manos de Morfeo me rodean.

Y ahora todo es oscuridad.

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Fin del capítulo! Gracias por llegar hasta aquí <3

Un vínculo eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora