Quedé mirando los ojos de Jonathan, perdiéndome un poco en la oscuridad de sus pupilas hasta, eventualmente, verme reflejada. Podía sentir su desesperación ante la espera de mi respuesta. Tomé una profunda bocanada de aire, sabiendo que era mi momento de ser completamente honesta tanto conmigo como con él y todos los presentes.
-Hay algo que no puedo y tampoco podría ignorar—dije con voz suave— No puedo quedarme aquí sabiendo que mis seres queridos seguirán envejeciendo y, eventualmente, morirán. Quiero vivir y experimentar la vida con ellos, no solo desde la distancia. Estar con ellos.
Jonathan asintió lentamente, seguro entendía mi dilema.
-Entonces... eliges reencarnar—dijo suavemente y con un poco de inseguridad, teniendo miedo de haber entendido mal mis palabras.
Asentí, sintiendo al mismo tiempo una mezcla de alivio por llegar a este punto pero también tristeza por el hecho de que debía dejar a mis seres queridos de esta vida para siempre.
Jonathan sonrió, sus ojos brillando con una mezcla de emociones. Como si se tratara de un amanecer.
-Siempre estaré a tu lado... en todas tus vidas. —sonreí.
-Muy bien—sonrió el jefe suavemente— Su decisión está tomada. Por favor, síganme.
Nos condujo a ambos hacia una pared que tenía tela cayendo como una cortina enorme. Tomó el telar y los corrió hacia ambos lados, dejando a la vista una puerta que parecía vibrar con una energía especial. La abrió lentamente, revelando un resplandor suave y cálido que parecía invitarnos. El interior parecía una eterna galaxia de colores suaves, podía sentir una brisa refrescante a mi alrededor.
Antes de cruzar el umbral, ambos volteamos hacia los demás que estaban a la espera de nuestra presencia. Jimin era la única que estaba parada viéndonos con una sonrisa triste en su rostro. Y cuando vi el rostro de Jonathan podía notar la misma expresión de tristeza en él.
Después de todo, estaba dejando atrás a su nueva "hermana".
-Jimin...—dijo con la voz algo quebrada— ... Gracias por todo—habló cuando ambos estuvieron más cerca— Y por aguantarme todos estos años —ella sonrió con orgullo y ambos se dieron un fuerte abrazo que rompió mi corazón porque podía ver el rostro de Jimin lleno de lágrimas— Sabes que eres como una hermana para mi, ¿verdad? Te voy a extrañar mucho—vi que las manos de Jimin se aferraban más a su espalda, con miedo de que se vaya.
-Lo mismo digo. Y estoy feliz que por lo menos uno de los dos logre reencarnar—se separaron con delicadeza— Asi que vive tu nueva vida de forma plena y feliz... hazlo por los dos, ¿si? —sus ojos brillaban por las lágrimas— Y quiero que sepas que siempre voy a estar para ti... para ustedes... aunque no puedas verme ni recordarme.
-Te quiero—respondió Jonathan y podía ver que sus ojos estaban igual de cristalizados que los de ella— Se que no lo digo muy a menudo pero...
-¡Ya! —le golpeó débilmente el brazo— Si sigues asi vas a hacer que no quiera que te vayas... —trató de sacarle un poco de tristeza a la situación pero volvió a mirarla y sonrió— También te quiero, idiota. Cuidate, Jonathan, y cuida bien de Lily... sé que se van a encontrar otra vez—esta vez habló mirandome con una sonrisa— Fue un gusto conocerte, me hubiera gustado tener más tiempo, pero estoy feliz por ti—sonreí con tristeza.
-Le deseamos lo mejor en su próxima vida, señor J—exclamó torpemente Xander desde el fondo y Fleur asiente repetidas veces— Y-y para ti también Lily.
-Gracias—sonreí ante la actitud tierna de Xander y su rostro rojo por estar llorando.
Tanto Jonathan como yo nos sobresaltamos cuando Gabriele se levantó de su asiento y vino hacia nosotros. No, corrección, se paró frente a Jonathan.
-Tal vez me arrepiente de lo que vaya a decir, pero tampoco vas a recordarlo. Y jamás nos volveremos a ver. —extendió su mano hacia Jonathan y este lo miró con confusión, tomando con cuidado como si esperara alguna clase de golpe— Supongo que si no nos hubiéramos enfrentado y tenido... esa situación, tal vez podríamos haber sido amigos—admitió Gabriele con una media sonrisa. Jonathan parecía sorprendido, parecía ser la última respuesta que esperaba de él. — Y, si te sirve de consuelo, yo también hubiera matado a mi padre si hubiera sido tu.
Toda la sala quedó en silencio.
-La verdad que no, pero gracias. Consolar no es tu fuerte... como tampoco el mío—Gabriele soltó una carcajada y apretó la mano de Jonathan amistosamente para después soltarla— ... pero uno puede aprender—sonrió— y mejorar.
Gabriele asintió y, por un breve momento, hubo una tregua tácita entre ellos, un entendimiento de que a pesar de sus diferencias y problemas, todo quedaba en la nada.
-También si patearas para el otro tipo te hubiera invitado un café, si sabes a lo que me refiero—guiñó el ojo.
Traté de aguantarme la risa cuando la adorable sonrisa de Jonathan desapareció rápidamente por un rostro de sorpresa y horror.
Gabriele rompió en carcajadas.
-¡Bromeo! ¡Ja! Deberías de ver tu cara en estos momentos—le dio unas palmadas en el hombro.
Mientras Jonathan respiraba internamente para no realizarle una llave de combate a Gabriele, aproveché el momento para despedirme. Abracé a Jimin con fuerza, sintiendo su enorme calidez.
-Gracias por todo Jimin. Me hubiera gustado haber estado más tiempo contigo, y molestar a Jonathan juntas—ella soltó una carcajada.
-Cuida de Jonathan, Lily. Sé que lo harás, pero necesito decirlo—habló con delicadeza.
-Lo haré, lo prometo—respondí cuando nos separamos, clavando mis ojos en los suyos para darle seguridad a mis palabras.
Finalmente, el jefe se acercó a nosotros, su mirada era serena y comprensiva.
Era hora. La puerta hacia nuestras nuevas vidas nos esperaba.
Nos dimos la vuelta y nos dirigimos hacia ella. Cuando cursamos el umbral, su resplandor nos envolvió y sentí una mezcla de temor y emoción por lo que nos esperaba a continuación. Me sorprendí al sentir algo cálido en mi mano y al voltear, pude ver que se trataba de la mano de Jonathan.
-¿Lista?
-Lista—sonreí.
El resplandor se intensificó, y por un momento, todo se volvió blanco. Ya nos podía sentir la mano de Jonathan, pero me inundó el sentimiento de paz por todo el cuerpo. Podía sentir que estaba levitando y solo podía ver una luz blanca que se intensificaba a lo lejos.
Creo que eso significa que estoy por nacer.
¿Verdad?
¿Volveré a encontrar a Jonathan?
°°°
-Jefe—habló Xander con cierta timidez luego de ver a Lily y Jonathan pasar el umbral— ¿Usted cree que vayan a encontrarse antes de morir?
El jefe volteó hacia todos ellos.
-Eso es información confidencial... —ante ver que todos bajan sus hombros continuó: — ...pero puedo decir, que esta vez será la vencida—sonrió y clavó su mirada en Jimin— Aunque tal vez necesiten un poco de ayuda otra vez.
Jimin sonrió y dio una reverencia.
-Entendido Jefe.
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Hola! Cómo están? Llegamos al final 😞 pero aviso que todavía falta el epílogo que va a subirse ente fin de semana ❤️ así que esten atent@s!
Qué les pareció hasta ahora? Si pueden apoyar la historia sería de mucha ayuda, gracias ❤️ l@s quiero!!
Nos leemos la próxima!
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Un vínculo eterno
RomancePara mala suerte de Lily, su vida había terminado demasiado pronto por culpa de un conductor borracho en la noche. Al despertarse se encontró con tres sujetos extraños que proclamaban que debían llevársela al Más Allá porque era un alma en espera. ...