Volví un poco alterada hacia el punto de partida, encontrándome que ni Fleur ni Xander habían vuelto todavía. Aun estaba tratando de asimilar la información que me habia dado Gabriele: Jonathan, ¿el asesino de su propio padre?
Eso no podía ser, ¿verdad? Todos los asesinos van a la Zona Roja...
Cuando me acerqué a la puerta podía escuchar que Jonathan y Jimin estaban teniendo una conversación acalorada en la que se estaban gritando. Abrí con cuidado la puerta para que no me escucharan, logrando que sus palabras fueran más claras para mis oídos.
-¡Actuaste irresponsablemente! —gritaba Jimin.
-¡¿Y qué querías que hiciera entonces?! ¡¿Dejarlo ahí arriba y que Gabriele le hiciera la vida imposible?! —contratacó Jonathan. Podía verle el rostro con claridad, sus expresiones eran diferentes a las que me venía mostrando hasta ahora, solo puedo decir que me ponía incómoda como lucía en esa faceta. — Anda, ilumíname con tu sabiduría, ¿qué debía haber hecho, Jimin? —soltó con sarcasmo, alzando los brazos hacia el cielo, harto de la conversación.
Jimin dudó un segundo, luciendo nerviosa.
-No lo sé... ¿okay? Pero podíamos haberlo pensado mejor antes de...
-Tu y yo sabemos perfectamente que haber puesto y exigido que Xander fuera el representante del Más Allá era una injusticia y solo querían ponerlo en una situación incómoda— habló con total seriedad y determinación — No iba a permitir que jugaran con alguien como Xander, no...
-¡¿Condenándote a ti a posiblemenete ir a la Zona Roja?!
-¡Hubieras reaccionado tú entonces, que estás limpia! —gritó molesto asustando a la coreana por su golpea contra la mesa, ya agotado de la discusión — ¿Qué parte no estás entendiendo de toda esta situación, Jimin? ¡Xander es solamente un crío! ¡Un niño! —ahora su grito estaba tomando un tinte de tristeza — Nosotros estuvimos en su lugar antes, sabemos como es. ¿Vas a seguir recriminando que actué de forma egoísta?
Ambos quedaron en silencio ya que Jimin no tenía ninguna respuesta que dar ante aquel planteamiento.
-Solo no quiero perder a mi mejor amigo, ¿eso también esta mal? —habló con un hilo de voz a lo que pude ver como el rostro de Jonathan se suavizaba.
-Lo siento, yo... no debía actuar así tampoco. —habló más tranquilo— Me sobrepase.
-No, esta bien...
Ambos se cayeron al instante cuando, sin querer, movi un poco la puerta haciendo que soltara un chirrido. Los dos voltearon hacia mi sorprendidos, especialmente Jonathan.
-¿Lily? ¿Sucedió algo? —fue Jimin quien habló. Mientras que él solo me miraba fijamente, como intuyendo que algo habia pasado relacionado con él.
-¿Es verdad que mataste a tu padre? —le pregunté directamente a Jonathan quien no despegaba su mirada de mi.
Ni siquiera reaccionó, quedo con la misma expresión. Mientras que, por el otro lado, Jimin si parecía sorprendida de que supiera el gran secreto del perfecto señor inglés.
-¿Quién te dijo eso? —preguntó serio.
-Entonces, ¿es verdad? ¿Mataste a tu padre? —trate de que no me temblara la voz pero no podía evitarlo.
Sentía que en realidad nunca conocí a Jonathan realmente, que es otra persona la que estaba parada frente a mi. Y más ante el hecho de que él no estaba tratando de negarlo frente a mi.
-Fue Gabriele, ¿no es así? —volvió a hablar con total seriedad. Le hecho una última mirada a Jimin y luego largó un suspiro, ¿ella lo sabía? — Si, maté a mi padre —dijo con total seguridad.
Ahí pude recordar la cantidad de veces en la que evitaba hablar sobre su figura paterna o dibujaba su muerte como un "accidente".
-Entonces eres un asesino.
-No, es... difícil de explicar —trató de hablar.
-Bien, entonces explícamelo—exigí. — Adelante, te escucho.
Él se relamió los labios.
-No es el momento para hablar al respecto...
-¿Y cuándo va a ser el momento? ¿Por qué nunca hablaste sobre el tema? Dijiste que tu padre murió en un accidente... Pensé que teníamos la confianza como para que me digas algo como eso, no, mejor dicho, me hubiera gustado saber desde el principio que mi supuesto guardaespaldas habia matado a alguien en su anterior vida.
-¿Para qué? ¿Para estar alerta por si podía hacerte algo? —soltó con una mezcla de rabia y decepción. Todos quedamos en silencio — ¿Para que no confíes para nada en mi como lo estás haciendo ahora?
-¿En qué te diferencias con Gabriele, entonces? —solté.
Y parece que aquella comparación le dolió más que toda la discusión que tuvo con Jimin. Ella también reaccionó horrorizada por mi comentario.
-¡Lily! —chilló ella.
-No vuelvas a compararme con alguien como Gabriele—gruñó con una mirada más fría que el hielo— Él esta en la Zona Roja por haber asesinado a múltiples personas sin remordimiento...
-Hasta ahora, no veo nada diferente contigo. La diferencia es que él si se lo dice a las personas.
-No sabes por qué mierda lo hice, asi que no hables como si lo supieras.
-Okay, creo que todos nosotros estamos hablando bajo el estrés de la situación y no estamos diciendo cosas que realmente sentimos—trató de intervenir Jimin entre medio de ambos para que dejáramos de discutir.
-Te voy a decir algo que si sé—escupí— Que no te quiero cerca de mi otra vez, y que desde hoy dejas de ser mi guardaespaldas.
Él tenso su mandíbula y frunció los labios.
-¿Eso es lo que quieres? Bien, lárgate— Jimin volteó hacia él alarmada— Buscate otra persona que quiera perder su tiempo en tu estúpida reencarnación.
-¡Jonathan! —chilló Jimin.
-¡Bien! —grité — Estoy segura que Gabriele será mucho más útil que alguien que pretende ser otra cosa— el alzó las cejas sorprendido cuando nombré al empleado de la Zona Roja.
-¡¿Qué?! —chilló Jimin — ¡Lily! ¡No puedes! ¡Es una persona peligrosa! ¡Esta en el infierno por ser un asesino!
-Bastante similar a Rider— solté sin rodeos dandole una última mirada a Jonathan que se mantenía serio, sin realizar ningun movimiento tanto corporal como facial.
Sin más, me fui del cuarto, dejandolos atrás. Solo podía escuchar la voz aguda de Jimin exigiendo a Jonathan que debían detenerme, pero solo pude escuchar lo siguiente con su voz:
-Dejala.
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Un vínculo eterno
RomancePara mala suerte de Lily, su vida había terminado demasiado pronto por culpa de un conductor borracho en la noche. Al despertarse se encontró con tres sujetos extraños que proclamaban que debían llevársela al Más Allá porque era un alma en espera. ...