Capítulo 7

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Estábamos frente al hospital general de la ciudad en búsqueda de mi cuerpo. En realidad, no tengo ganas de verme sino que quiero encontrar a mi familia y ver si son ellos mi misión para reencarnar. Quiero que esto termine lo antes posible.

Pero no puedo enfocarme desde que Jonathan se deshizo del atuendo de agente inmobiliario, por ahora un pantalón sastre con cinturón, una camiseta oscura de mangas cortas con unos anteojos colgados y una chaqueta en brazos. Pasó de ser un niño malcriado a un modelo de Vogue.

-¿Podrías dejar de verme como si tuviera un tercer ojo?

-Lo siento, pero te vi por no se cuantas horas con un traje que parecía que habías salido de una película de antes de los 50's y ahora pareces el hijo preciado de un empresario —quedamos en silencio — ¿Fuiste el hijo de un empresario? —pregunté sorprendida, quería saber más sobre su vida pasada.

-¿Lo estás preguntando en serio? —pareció irritado por mi pregunta. Ya sabes, como siempre lo está— No, no fui un hijo de empresario... ojalá —suspiró a lo último. Vale, eso me daba un indicio de que seguro Jonathan vivía en una situación precaria — ¿Vamos a entrar o prefieres en otro momento?

-Solo estoy segura que no quiero verme.

-Tampoco iba a dejar que eso suceda. — oh, puede ser caballeroso cuando quiere.

-Eso es muy amable de tu parte.

-Es parte del reglamento. — se rompió la burbuja de ternura.

-Ah—me callé al instante ante el deje de desilusión que me golpeó. Y yo pensé que acabamos de hacer un pequeño avance en nuestra relación — ¿Crees que estoy preparada para ver a mi familia en está situación? Y lo estoy preguntando en serio, no quiero algún comentario sarcástico—voltee violentamente hacia él, esperando que no me tomara el pelo. Vi un ligero destello de tristeza en sus ojos cuando me crucé con ellos. Era la última reacción que esperaba de su parte.

-No sabría decirte. Es algo que solo tú sabes.

-¿Tu te sentías preparado cuando fuiste a ver a tu familia?

Jonathan quedó en silencio, dudando si hablarme.

-Yo... no visité a mi familia al instante como tú.

-¿Por qué? —pregunté confundida, más que nada porque desvió su atención de mi ocupándose de ver el hospital.

-No sentí que estuviera preparado.

Preferí no seguir indagando al respecto, algo me decía que no debía hacerlo. Especialmente la nueva expresión en su rostro que, forzosamente, trataba de ocultar de mi. Noté que Jonathan comenzaba a caminar en dirección hacia el hospital, pero yo solo me quedé en mi lugar, no podía moverme.

Pánico.

Eso estaba sintiendo.

El pánico se había apoderado de mí como si fuera una marioneta de hilos y alguien había dejado de jugar conmigo. Jonathan se dio cuenta de que no escuchaba ninguna pasó detrás de sí o si quiera mi voz insoportable, asi que volteó hacia atrás con curiosidad.

-¿Señorita Harrison? ¿Sucede algo?

Sí. Pero no era algo, sino muchas cosas. Sentía mis piernas entumecidas y clavadas en la acera. También podía sentir como mi cuerpo temblaba como una hoja y las palpitaciones de mi corazón se iban hacia las nubes. ¿Era eso acaso posible teniendo en cuenta que estaba muerta?

¿Estoy preparada para ver a mi hermano y madre posiblemente llorando a mares dentro de un hospital porque acaban de ver mi cuerpo mutilado por un estúpido accidente donde el conductor estaba borracho?

No, no lo estaba.

¿Realmente quiero que mi última imagen de ellos sea de esa forma? La última vez que nos vimos estábamos riéndonos viendo Friends en la televisión.

-¿Harrison? —sentí su voz más cerca de mi. Fue cuando me di cuenta que tenía la cabeza gacha mirando directamente mis zapatos.

-Yo... no siento estar preparada... —susurré. Tenía miedo de levantar la mirada y encontrarme con esa expresión de reproche de su parte porque, seamos sinceros, lo último que necesito en este ataque depresivo es que Jonathan me diga que mi existencia es una aberración del más allá.

Pero al mirarlo me encontré con unos ojos apenados y tristes.

-Está bien—asintió levemente— Podemos intentarlo en otro momento.

-Pero... —titubee— ¿Cuándo sé que será un buen momento? Es decir, no quiero verlos ahora estando tristes. No es algo que quiero llevarme a mi otra vida. Quiero verlos bien. Pero, ¿cuándo será eso? ¿Cuánto tiempo podría llevar eso? —traté de contener mis ganas de llorar. No quería parecer patética, y mucho menos frente a él.

-La duración de un duelo depende de cada persona—dijo con delicadeza, buscando algo dentro de su chaqueta.

-¿Cuánto tiempo duró el duelo de tu familia? —se detuvo antes de sacar la mano del bolsillo de su chaqueta, como si acabara de decir algo que no debía. Sus hombros se relajaron luego de un segundo y me tendió un pañuelo de tela bordado con las letras J y R. Si no estuviera triste me burlaría de que siga cumpliendo con los estereotipos de un chico británico.

-... hay veces... —dijo pausadamente, pensando sus palabras con cuidado— ... en las que un duelo puede durar toda una vida. Lamento decirte, que mi caso no es un buen ejemplo para darte esperanzas en esta situación— comencé a limpiar las lágrimas que brotaban de mis ojos como si se trataran de canillas de baño— Pero sí puedo recomendar ver a tu familia luego de que pase el momento de velarte.

-¿Crees que estaré preparada para ese tiempo? —pregunté torpemente con mi voz quebrada ante el llanto. Me siento una estúpida siendo tan emocional delante de él, pero también agradezco que no esté haciendo un comentario sarcástico al respecto y este siendo empático conmigo. O al menos eso intenta.

Jonathan me sonrió con tristeza.

-Es mejor dar pequeños pasos para asegurarnos que así sea — miró el hospital de reojo por última vez antes de volver su atención a mi — Empecemos por los lugares en donde menos relación afectiva tenías.

-¿Ver a mis amigas? —Jonatha negó con la cabeza.

-Sigue siendo una situación delicada si es que su relación es cercana.

-¿Alguna idea que podrías darme? –Jonathan frunció los labios, pensativo.

-Podría, sí.


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Hola! Nuevo cap 

Por dónde creen que comenzara la búsqueda este dúo? 

Un vínculo eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora