Dos mundos, un universo.

Discusiones.

Cuando NASA le pidió a El Salvador que buscara a la Luna con sus ojos, encontrarla había sido muy fácil. Saber que estaba en el Cinturón de Asteroides fue sorprendente, y descubrir que estaba acompañado de varios satélites del Sistema Solar fue desconcertante. Después ONU le pidió a El Salvador que les dijera todo lo que estaban hablando, ya que aunque podían ver a los satélites a través de sus ojos no podían oírlos, era como ver televisión sin sonido. Y escuchar los retazos de lo que había sido esa conversación fue toda una amalgama de emociones para ellos.

Lo primero que supieron fue acerca de la inconformidad de las lunas por el trato que les daban los planetas, algo de lo que ya tenían un indicio gracias a la Bitácora de Astrobola. ONU aún no podía creer que el “clasismo” fuera un problema entre los cuerpos celestes, ¿no deberían ellos ser superiores a la Bola Humanidad en ese sentido? Teniendo millones de años acumulados en conocimiento ¿no deberían tener una manera de actuar y pensar muy superior a la de ellos? Pero la forma en que se comportaban no parecía ser muy diferente a la de los terríbolas.

El Salvador sintió mucha empatía por las lunas, él entendía lo que era sentirse inferior a otros que tenían más poder e influencia. Era alguien pequeño que durante mucho tiempo estuvo enfermo y a merced de otros más poderosos que fueron indiferentes a su condición, sabía muy bien lo que era sentirse despreciado y sin ningún valor, por eso no pudo evitar sentir compasión por Titán y Europa cuando ellos relataron como se sentían ante los tratos que los planetas les daban.

A NASA, por otro lado, le pareció fascinante como la estructura y forma de los cuerpos celestes influía en su comportamiento y por ende en su dinámica con los demás, la sociedad que habían formado en el Sistema Solar estaba moldeada por una jerarquía de tamaño e influencia y eso a su vez había generado problemas entre las diferentes clases; algo muy parecido a las sociedades humanas, era muy interesante. Pero claro, NASA veía todo de una manera más analítica.

Luego cuando se enteraron de que Madre Tierra tenía pensamientos bastante clasistas con las lunas se sintieron sorprendidos, y en cierta manera egoísta, aliviados. Eso significaba que Tierra tampoco era muy diferente a ellos, no es que les alegrara que su planeta fuera clasista, pero darse cuenta de que el azul de sus océanos no era tan azul como ellos creían los tranquilizaba, era tan reconfortante encontrar un defecto en alguien a quien creían perfecto. Pero también era un sentimiento muy egoísta, ya que eso los hacía sentir menos culpables por tener como especie los defectos que tenían, porque ahora sabían que su planeta hogar también luchaba contra sus propios defectos. De alguna manera, eso los hacía sentirse más conectados con Tierra.

Y entonces Titán soltó la bomba: él tenía vida en sus océanos subterráneos. Esto le pegó más fuerte a NASA, quien siempre había soñado con encontrar vida en el espacio. El saber que no estaban solos en el universo era tan aterrador como reconfortante, y el hecho de que esa vida alienígena estuviera tan cerca de ellos viviendo en el mismo Sistema Solar era emocionante e intimidante, ¿Cómo era esa vida de Titán? ¿Tendría oportunidad de conocerla alguna vez? ¿Le daría Titán el privilegio de poder estudiarla para comprenderla mejor? NASA se emocionó haciendo planes en su cabeza sobre enviar satélites y robots exploradores a la luna, para ver por si mismo estas formas de vida nuevas y ajenas a todo lo que él conoce. Pero luego recordó que Madre Tierra y Titán parecían haber tenido una especie de disputa, así que no era probable que el satélite se sintiera cómodo con un terríbola estudiando su superficie. Una lástima, para él habría sido todo un honor poder conocer la vida de Titán.

Y esa conversación los llevó a la parte en que Titán proponía hacer una protesta para exigirle respeto a los planetas, eso hizo que ONU alzara una ceja con incredulidad, ¿las protestas si funcionaban en el espacio? Porque él sabía muy bien que en la Tierra rara vez lograban algo significativo. Sin embargo, la huelga de las lunas podría ser el primer paso para resolver las dificultades que tenían, sabía que ellos tenían que llamar la atención para visibilizar sus problemas y así generar un debate después, y al defender sus derechos como seres conscientes que merecen respeto podrían presionar a los planetas para llegar a un acuerdo, si tenían un buen plan podrían hacerle ver a sus planetas mediante el diálogo las complicaciones sociales que existían y así resolverlas. Quizá ONU estaba pensando demasiado al respecto, pero ser diplomático y resolver dificultades era su especialidad, estaba acostumbrado a ser un mediador entre dos bandos que se pelean y por eso no podía evitar pensar en formas de ayudar a los cuerpos celestes a resolver sus diferencias.