|14| Un Sentir Difuso.

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Los días restantes de campamento terminaron, y el momento de marcharse había llegado. El ajetreo que se formó esa mañana fue asfixiante, todos moviéndose de un lado a otro y buscando sus respectivos autobuses daba un ambiente de puro desorden.

Megumi bostezó con pereza esperando que se apartaran del camino para poder pasar, claro que a los demás les valía un pepino empujarlo al ni siquiera percatarse de su presencia. Pero lo que si puso alerta al pelinegro fue cuando sintió un apretón en el muslo, lo cual hizo que al instante se diera la vuelta sorprendido, tan solo para encontrarse a un pelirosa sonriendo descaradamente mientras se alejaba hasta subir a su autobús y perderse de la vista del omega, éste último quizó sacar su escopeta imaginaria y meterle un tiro en la verga.

Verga...

"—Tu verga merece un altar..."

Joder, ojalá le diera amnesia.

¡Agh, por que putas dije eso! Estúpido, estúpido.

Negó con la cabeza para reaccionar y despejar la mente cuando recuerditos de aquella noche empezaron a llegar.

Bueno, al menos cumplí mi objetivo.

Finalmente logró subir al vehículo y luego de varios minutos de espera inició el viaje de regreso.

El campamento había acabado, las noches lujiriosas habían terminado y el momento de remontar daba inicio.

El día que las clases en el instituto se retomaron con normalidad, hubo un escándalo de inauguración.

Otra foto pornográfica fue dada a conocer.

Y alguien disfrutando de haber sido el autor y no el protagonista en esa ocasión.

Megumi se quedó observando su reflejo en el espejo, para luego abrir el grifo del lavamanos y mojarse el rostro. Cuando levantó la cabeza, por el rabillo del ojo se percató de la presencia de alguien más en la puerta de los sanitarios.

—Lo estas disfrutando mucho ¿no? —escuchó a Sukuna decirle. Él se volteó para verle.

—Como no tienes una idea. —respondió mostrando una sonrisa de finjida inocencia de oreja a oreja —Creo que eres bastante fotogénico ¿has pensado en dedicarte a eso? Se te daría bastante bi-

—¿Que carajos crees que lograrás haciendo esto? —le interrumpió el pelirosa de manera abrupta, luciendo de todo, menos contento. —Fue eso lo que estabas planeando desde que aquel juego ¿cierto?

Megumi había sabido a la perfección que no iba a lograr ganar cuando a penas y sabía jugar de manera básica, pero lo que quería era conseguir que de la manera menos directa él y Sukuna tuvieran acercamiento.

Esa noche justo después de la primera ronda de sexo la acción continuó.

[ —Sálte de mí. —ordenó Megumi para que el alfa sacara el miembro de su interior antes que lo empezara a anudar, y éste en un brusco movimiento lo sacó, haciendo que al instante su semen se deslizara por los muslos del omega.

Sukuna se dejó caer lentamente por la pared hasta quedar sentado en el piso, confundiéndose al notar como el pelinegro se alejaba a donde estaban sus pantalones tirados en el suelo, pero en vez de ponérselos estaba rebuscando algo.

El pelirosa se tomó la libertad y descaro de escrutar al menor, viendo como este le daba la espalda y podía contemplar los glúteos descubiertos y su entrada rosácea cubierta de aquel líquido blanquecino, SU semen, el único que había recibido. Mientras seguía recorriendo con la vista la silueta de pelinegro, recordó que cuando estuvo en celo se había corrido dentro del omega y para el colmo lo había anudado, ahora que lo pensaba bien eso había sido una estupidez por su parte, el omega podría haber quedado preñado por su gran descuido, las posibilidades eran altas pero internamente deseaba que eso no sucediera. Aunque, de seguro había tomado supresores después.

 𝐈 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐬𝐮𝐤𝐮𝐟𝐮𝐬𝐡𝐢  (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora