Bien, ahora tenía menos opciones que antes, esto, tomando en cuenta que eran casi nada. Dejó escapar un gruñido mientras apretaba con rabia el teléfono, en su mente re sonando las palabras de Gojo, la manera en que se quiso negar a ayudarle le provocó todavía más enojo del que ya mantenía acumulado.Entre los extensos segundos que pasó inmóvil pensando en que hacer para volver a acomodar las ideas, dos mensajes le entraron de pronto.
«¿Donde estás?»
«veámonos »
Una sonrisa socarrona le curvó los labios al notar que en efecto; sabía que el albino se arrepentiría de haberle dado la espalda. Le dijo donde se encontraba y rápidamente dejó de prestar atención tanto a él como a su entorno para enfocarse en aquel pelinegro de ojos zafiro.
Por desgracia aún seguía con el perro faldero detrás de él, tuvo que desviar la mirada por breves instantes por lo repugnante que le parecía ver a Yuta tan "amistoso" con el omega, bien sabia que esa supuesta amistad solo era una asquerosa fachada para ocultar sus verdaderas intenciones. No tenía muy claro si Megumi lo hacía a propósito de estar con él o en realidad no se daba cuenta que tenía a ese imbécil queriendo ganarse su confianza para follárselo en la mínima oportunidad que se presentara.
El solo hecho de imaginar a Megumi siendo tocado por alguien más le dieron ganas de ir a revolcar a golpes al beta.
Sin darse cuenta, de pronto una figura se presentó frente suyo. Observó con una ceja alzada al azabache que creía haber visto alguna vez, ah si, el que le había protegido el culo a Gojo, cuando él anduvo peor que prostituta en busca de trabajo.
—¿Eres Sukuna, cierto? —preguntó el alfa, siendo directo a lo que iba.
El pelirosa aún se hallaba en el limbo sin saber que hacia él ahí y mucho menos el motivo por el que parecía lo estaba buscando.
—¿Qué si digo que sí? —espetó para nada amistoso.
—¿Podemos hablar?
—Ya lo estamos haciendo, con suerte, no por mucho.
Geto suspiro para luego enseñarle el mensaje que supuestamente Gojo le mandó destinado al pelirosa, este lo vio y no supo que fue lo que sintió que le hizo saber que debía escuchar al contrario. Tal vez mas rabia por que en realidad Gojo si se había negado por completo, o intriga por sospechar que se enteraría de algo interesante.
—¿Sobre que quieres hablar? Que sea rápido.
—¿Eres tú el novio de Satoru? —soltó Geto de inmediato, dejando casi con la boca abierta del desconcierto que le causó a Sukuna tal pregunta.
La primera opción que se le había ocurrido a Suguro era que Sukuna podría ser la pareja del albino, por que según recordaba, cuando cierta vez le preguntó que relación existía entre ambos este le dijo que era algo sexual ¿no? además de que parecían estar en contacto siempre. No necesitaba mas pruebas para convencerse.
—¿Q-ue? ¿de que mierda hablas? —inquirió el alfa pelirosa sin creerse que le estuviera preguntando tremenda zafada de cables.
—¿Eres o no?
Sukuna empezaba a sospechar el olor del asunto, el tono demandante del otro dejaba mucho que pensar.
Solo con notar la actitud del contrario, saber que estaba buscando al "noviete" del peliblanco y deducir lo cercanos que debieron haberse vuelto este último nombrado con el azabache, le daba la pauta para saber mas o menos lo que sucedía.
—Yo no. —confesó mientras una sonrisa perversa se dibujaba en sus adentros —Pero mi hermano Yuuji sí.
Esta era su oportunidad de desquitarse con Satoru. Seguro este no le había dicho nada a su amiguito sobre Yuuji como para que lo quisiera encontrar. De seguro el motivo por el que el pálido no quiso ayudarlo fue por que estaba con el azabache, claro, si tenia su teléfono era por eso mismo.
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𝐈 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐬𝐮𝐤𝐮𝐟𝐮𝐬𝐡𝐢 (omegaverse)
FanfictionA Megumi le llega su celo en el peor de los momentos, sobre todo por que para empeorar la situación quien termina supliendo su inevitable deseo es aquel alfa de cabello rosa y tatuajes peculiares. Sukuna, la persona a la que más detesta.