|13| Jódete. Jódeme.

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Para cuando Gojo y Megumi llegaron a la fogata ya había bastante movimiento en la zona, por ejemplo y sobre todo a lo que Megumi le había llamado la atención que eran las apuestas jugando al póker, era donde la mayoría de estudiantes estaban espectantes a los jugadores que decidían poner en juego tanto su dinero como dignidad, todo con fines de "diversión", claro.

—¿Vamos por algo de tomar? —propuso el albino, quien se había quedado parado a su lado. El pelinegro pensó en que si sería buena idea, pero luego recordó que debía estar en sus cinco sentidos si acaso se metía a jugar alguna partida, ademas, él y el alcohol no se llevaban bien.

La última vez que se había, o mejor dicho lo habían embriagado no obtuvo resultados muy buenos qué se dijera.

—No me gusta las bebidas alcohólicas. —respondió al fin. Satoru le quedó viendo raro.

—¿En serio? Bueno, igual creo que hay cócteles, ¿vamos o te traigo uno?

Megumi asintió tan solo para que el omega se fuera, ya que él tenía que hacer otro asuntito. Cuando el otro chico se alejó Megumi se dirigió hacia el círculo de personas escandalosas, observando que en el centro estaban un grupo de personas jugando y por supuesto que aquel demonio pelirosa no podía faltar.

De pronto uno de los cinco chicos que estaban en la mesa tiró las cartas sobre ésta y se puso en pie para irse, los demás permanecieron jugando al menos hasta que Sukuna apostó una cantidad elevada de dinero que hizo que los otros dos chicos se retiraran del juego al saber que era inútil ganar por que de seguro el pelirosa ya tenía más que ganada la partida. Y en efecto así era, para cuando la cifra de dinero en juego fue más elevada Sukuna mostró su magnífica jugada que le dio la victoria.

Megumi se había dado cuenta que la repulsiva sonrisa socarrona en el alfa era algo que le incomodaba en gran manera, bueno eso era algo que ya sabía de maravilla.

Sukuna permaneció sentado en la mesa esperando a sus nuevos contrincantes dispuestos a hacer un intento patético de ganarle, y todos sabiendo que era inútil algo así, por lo cual ya no se animaban a jugar. Fue hasta que Megumi empezó a caminar por en su dirección y tomar asiento frente al pelirosa que el silencio se hizo presente. Ciertamente todos se quedaron viendo confundidos, algunos pensando en lo imbécil que era querer jugar con el "rey del póker" y otros solo curiosos a lo que el omega pretendía querer hacer.

Sukuna clavó su mirada en el pelinegro, levantando una ceja y sonriendo con burla.

—¿Estas seguro que quieres jugar? Digo, dudo que tengas el suficiente dinero para apostar.

Megumi se esforzó en lucir seguro al hablar y que los nervios no lo delataran. Aunque sí era cierto, ni de broma tenía esas cantidades que apostaban en cada jugada, pero de igual manera deseaba jugar para dejar en ridículo al alfa, y lo bueno era que para eso ya tenía una idea.

—No, no tengo dinero para apostar. —reafirmó, cruzando las manos encima de la mesa y echándose hacia adelante al momento de decir: —pero puedo pagar de otra manera.

Todos los presentes sonrieron, de pronto parecían más interesados a la situación, al parecer iba a ser todo un espectáculo.

—¿De otra manera? —esta vez fue Sukuna quien imitó la acción del omega, haciéndose más cerca. —¿como qué?

"puta madre, espero no cagarla a lo grande otra vez"

A Megumi le sudaban las manos al saber a lo que se estaba metiendo, era como servirse en bandeja de plata al lobo hambriento, pero el riesgo era necesario para su victoria.

—Te propongo algo. Si tu ganas, puedes pedirme que haga cualquier cosa que desees. Pero si yo gano, harás lo que yo quiera, sin importar lo que sea.

 𝐈 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐬𝐮𝐤𝐮𝐟𝐮𝐬𝐡𝐢  (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora