|28| Del odio al amor

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Si, un enojo sin sentido porque se supone no debería importar y tan solo tenia que estar ignorando. El punto estaba en lo primero, ya se estaba haciendo tarde para retroceder a lo que siempre creyó y se empeñó en sostener; su selectividad exacta flaqueó la noche que no pudo contenerse y tuvo su piel contra la del albino de la manera mas descarada posible, de ahí empezó a confundirse, siendo la misma confusión que le hizo alejarse de Satoru y luego aceptar su invitación para el festival para ponerle un alto a todo.

Creyó que ya no estaría en un dilema si hacía eso, porque no esperó perder el contacto con el Omega luego de eso.

Y ahora lo volvía a ver, el que fue su amigo lucía como un mentiroso que montaba papeles baratos de víctima.

Que lástima.

Apartó su atención a cualquier otro lugar que no fuera en dirección al peliblanco, teniendo un nudo en la garganta causado del emergente enojo y frustración. Se apresuró a terminar el calentamiento para empezar a practicar con una pelota durante el tiempo que iniciara el partido. De vez en cuando su mirada se desviaba solo para ver como Gojo después de haber terminado su entretenida charla se ponía a entrenar e intercambiar palabras con otros chicos, parecía estar de maravilla.

Al cabo de un cuarto de minutos el silbato del entrenador emitió un fuerte pitido para llamar la atención de todos y ordenar que se dividieran en dos equipos para jugar un partido.

Suguro estuvo indiferente aún cuando el albino quedó en su mismo equipo, le habría gustado quedar en grupos contrarios para poder ganarle sin importarle que otros jugadores estuvieran de por medio.

¿Por qué? Porque le jodía verlo tan contento y sin remordimiento de las mentiras que inyectó como veneno, mientras él había pasado recriminándose ser una persona cruel por la manera que terminó rompiéndolo.

Vil farsa.

Durante lo que duró el primer tiempo todo estuvo relativamente normal, salvo en las ocasiones que una mala coordinación les hacía perder el control y dominio. Fue por lo mismo que en el último tiempo se vio interrumpido a causa de una falta.

Suguro teniendo el balón buscó de entre sus compañeros quien tuviera el mejor lugar para anotar, Gojo siendo un alero era una buena opción, pero cuando el albino iba recibir el pase; este fue desviado de manera directa a su rostro, impactando en un golpe fuerte.

El entrenador sonó el silbato para detener el partido al percatarse que Satoru estaba de pie inmóvil con la mano sobre la nariz, el hombre cuando se acercó lo primero que hizo fue quedar viendo con molestia a Geto, creyéndolo culpable de la falta según había visto de largo sus movimientos. Guardó el regaño para luego y regresó a ver al albino, notando como del orificio nasal se le escurría una gruesa línea de sangre.

—Joven Geto, llévelo a la enfermería —ordenó, viendo como el omega peliblanco intentaba de manera inútil detener el sangrado.

—Fue un accidente. —se excusó el alfa, no queriendo hacer lo dicho, el hombre le dio una mirada severa al escucharlo.

—No hice una pregunta. Le pedí que lo lleve a la enfermería y como buen compañero se haga cargo del accidente que usted provocó.

Suguro no evitó dejar a vista su desconcierto, él no había causado nada, tal como dijo; el golpe fue un accidente, aunque nadie parecía haber visto con claridad como para dar testimonio. Por lo tanto y sin tener de otra, dio un asentimiento mientras pronunciaba una afirmación apenas audible.

Hizo como le ordenaron y acompañó al albino, se quedó de pie viendo con desinterés como la mujer de la enfermería le limpiaba la sangre al Omega, una vez termina ella observa la inactividad del azabache y antes de retirarse le pone un royo de vendas encima de la mano.

 𝐈 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐬𝐮𝐤𝐮𝐟𝐮𝐬𝐡𝐢  (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora