Ahora llegaba el momento del dilema.Megumi se dejó caer de espaldas en su cama luego de haber llegado de estar dando un paseo con Yuuji, y ahora ya no sabía que hacer.
O mejor dicho, no sabía por dónde empezar.
Su diversión ahora se había visto opacada por la preocupación. La de saber que ese era el último día que pasaría en ese lugar y que según recordaba; Toji había comentado que Sukuna revelaría algo que lo involucraba a él, un "algo" que no tenía la mas puta idea de lo que podría ser. Eso en específico era lo que más le inquietaba, sabía que Sukuna podría ser capaz de cualquier cosa con tal de desquitarse.
Si le pregunto es obvio que no me dirá.
—Quizás pueda intentar manipularlo. —tan fácil no iba a ser, pero podría hacer el intento.
Sacó su teléfono y buscó el contacto del pelirosa, tecleando y dejando un mensaje: «Hablemos...» al enviarlo apagó el aparato y esperó una respuesta.
Al cabo de un minuto el teléfono sonó cuando una notificación entró.
«Jódete» fué lo que leyó en cuanto revisó el mensaje por parte del alfa.
¿Era en serio? Lo estaba mandando a la verga así sin titubear. Aunque bueno, no era para menos luego de lo que el pelinegro le había hecho.
¡Pero se lo merecía! Él también le había jodido de tantas maneras; físicamente, Moral y hasta por desgracia sentimentalmente.
Algo tenía que hacer para no volver a perder su dignidad. No iba a dejar que Sukuna lo volviese a humillar, ya no, era momento de ponerle fin a ese juego de efecto rebote que había entre ambos.
Se paró y con determinación salió de la habitación rumbo a la del pelirosa. Tocó la puerta repetidas veces pero nunca obtuvo respuesta alguna. Supuso que era por que el pelirosa no quería verle ni la cara, pero tampoco descartó la idea de que quizás estuviera en otro lado.
Buscó a Yuuji para preguntarle si sabía donde estaba el otro pelirosa y le dijo que creía haberlo visto en el jardín desde hacía bastante, así que no tuvo de otra que ir para confirmarlo por si mismo.
Al llegar se topó con una imagen un tanto desconcertante; Sukuna estaba sentado en el pasto como niño a penas descubriendo la existencia de un mundo exterior. Se acercó y se sentó a su lado cuidadosamente.
—Dije que quería que habláramos. —demandó con seriedad, viendo como el pelirosa volteaba el rostro al lado opuesto de dónde estaba él.
—Y yo creí haber dicho que no quería. —soltó igual de tajante.
Si, pero si lo había buscado era por qué era más importante de lo que imaginaba.
Megumi tomó un respiro para encontrar las palabras debidas.
—Es algo serio. No vengo a burlarme de tí.
Pareció dar en el clavo por que Sukuna se giró a verlo.
—¿Crees que eso es lo que me preocupa o importa? —soltó con ironía, al pelinegro le confundió —¿Sabes que es gracioso?
—¿Que eres tu quién se burla de mi la mayoría de las veces y ahora no puedes? —Megumi deseaba restregarle en la cara que en esa ocasión era al revés, pero si seguía así no iba a obtener nada bueno.
El alfa le dió una mirada de enojo sabiendo en parte que eso era cierto. Descartó lo que iba a decir antes y optó por decir otra cosa, ya que no tenia caso revelar algo que le daría mas poder al pelinegro sobre él.
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𝐈 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮 | 𝐬𝐮𝐤𝐮𝐟𝐮𝐬𝐡𝐢 (omegaverse)
FanfictionA Megumi le llega su celo en el peor de los momentos, sobre todo por que para empeorar la situación quien termina supliendo su inevitable deseo es aquel alfa de cabello rosa y tatuajes peculiares. Sukuna, la persona a la que más detesta.