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La habitación 305 era un mundo en sí misma. Las paredes blancas parecían contener susurros de esperanza y suspiros de incertidumbre. Tn, con su uniforme impecable y su cabello recogido, entró con pasos suaves. La luz de la lámpara de noche bañaba a Katsuki, quien yacía inmóvil en la cama, conectado a máquinas que monitoreaban cada latido de su corazón.
Tn comenzó su rutina. Primero, verificó los tubos de alimentación y la sonda urinaria. Ajustó las almohadas para que Katsuki estuviera cómodo, aunque no podía expresar ninguna preferencia. La piel de Katsuki estaba pálida, y tn se preguntó si recordaría el calor del sol en su rostro.
El monitor cardíaco emitía un ritmo constante, como un eco lejano de la vida que una vez había llenado a Katsuki. Tn revisó las lecturas, buscando cualquier cambio significativo. Pero todo permanecía igual: un latido constante, una respiración mecánica.
Después, tn se ocupó de la higiene. Lavó suavemente el rostro de Katsuki con una esponja húmeda, retirando la suciedad invisible que se acumulaba con el tiempo. Cepilló su cabello rubio y rebelde.
La prevención de úlceras por presión era crucial. Tn movió con cuidado las piernas y los brazos de Katsuki, cambiando su posición para evitar que la piel se dañara. -No te preocupes, amigo- murmuró -Estoy aquí para cuidarte.
La terapia respiratoria era otra parte esencial. Tn ajustó el flujo de oxígeno y limpió la cánula nasal. Observó cómo el pecho de Katsuki se elevaba y descendía, preguntándose si él también soñaba en su estado de coma.
Las visitas de los médicos eran momentos de tensión. Tn escuchaba atentamente mientras discutían los resultados de las pruebas, las posibles causas de su coma y las opciones de tratamiento. -Vamos, Bakugō -pensó -Tienes que luchar. No puedes rendirte.
Y luego estaba la comunicación. Tn hablaba con Katsuki como si él pudiera escucharla. Le contaba sobre su día, las noticias del mundo exterior, las pequeñas victorias y las derrotas del hospital. -Tal vez -pensaba -Mis palabras lleguen a algún rincón de su mente.
El turno de tn se desvanecía lentamente. Antes de irse, le dio un suave beso en la frente a Katsuki. -Hasta mañana -susurró -No te olvides de luchar.
Y así, en la quietud de la habitación, tn continuaba su labor. Cada acción, cada gesto, era un latido de esperanza. Porque aunque Katsuki no podía responder, ella creía en la fuerza de la conexión humana, incluso en los momentos más oscuros.
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La rutina de tn era una danza de cuidado y paciencia.....
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~En coma~ (Bakugō x tn)
Любовные романы[...] La enfermera tn había visto muchas cosas en la unidad de cuidados intensivos, pero nada como el caso de Katsuki, un joven en estado de coma tras un accidente de tráfico. Cada día, ella pasaba horas a su lado, hablándole suavemente y cuidando d...