Capítulo 24: El silencio de la conciencia

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[...]

En el silencio de su mente, Bakugō Katsuki flotaba en un mar de oscuridad. No había dolor, solo una calma perturbadora que lo envolvía como una manta pesada. Recordaba el accidente, las luces destellantes, el chirrido de los neumáticos, y luego, nada.

—Buenas noches, Bakugō

Soy tn, tú enfermera. Y estoy aquí para ayudarte.

Desde ese vacío, sentía el mundo exterior como ecos distantes. La primera vez que tn le tocó el rostro, fue como una brisa suave que rompía la quietud de un lago. No podía abrir los ojos, pero cada palabra que ella le susurraba, cada historia personal, cada descripción de la lluvia o los rayos del sol, eran hilos de colores que tejían la esperanza en su prisión de inconsciencia.

Cuando tn hablaba, Bakugō imaginaba:
La lluvia, como notas de piano en un tejado de zinc,
Los rayos del sol, como pinceladas doradas en un lienzo de cielo azul.

Hubo un momento crítico, un punto de inflexión donde casi se rindió. La oscuridad se cerraba, llamándolo con promesas de paz eterna, pero entonces escuchó la voz de tn, desesperada, implorando: —Por favor, no me dejes...— Esas palabras fueron como un faro, y aunque no despertó, su corazón se aferró a ellas, manteniéndose firme, más estable.

En ese instante, Bakugō sintió:
Un calor que lo envolvía, la fuerza de un compromiso silencioso,
Una razón para seguir, el anhelo de abrir los ojos y verla allí.

La canción que tn le cantó fue un bálsamo para su alma. Aunque ella creyó que era un sueño, él apretó su mano en respuesta, un gesto pequeño pero significativo que cruzó la barrera entre la conciencia y el coma.

Mientras tn cantaba, Bakugō pensaba:
Una melodía que trasciende la oscuridad, un hilo de conexión,
Un sueño que desea ser realidad, un amor que espera ser contado.

Y cuando Kirishima lo visitó, aunque su presencia era reconfortante, Bakugō anhelaba las visitas de tn, porque era ella quien llenaba su mundo de silencio con vida y color. Pero de verdad estaba agradecido en que su mejor amigo, lo fuera a visitar.

Con cada visita de tn, Bakugō sentía:
La esperanza renaciendo, el deseo de luchar,
El amor en cada palabra, la vida en cada silencio.

[...]

Así, en el silencio de su conciencia, Bakugō Katsuki seguía luchando, aferrándose a cada palabra, cada canción, cada toque de tn, esperando el día en que pudiera despertar y decirle todo lo que había sentido, todo lo que había vivido en la oscuridad...

[...]

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~En coma~ (Bakugō x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora