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El atardecer traía consigo un cambio sutil en la habitación 305. La luz del sol se colaba por las rendijas de la persiana, proyectando líneas de esperanza sobre el suelo frío. Tn, con los ojos aún hinchados por el sueño y la incertidumbre, se aferraba a la mano de Katsuki, buscando cualquier señal de vida.
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Kirirshima se había ido a por algo de comer, ya que notó que la chica no se estaba alimentando correctamente. Y para él, no era nada varonil dejarla así.
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Ella recordó aquel movimiento que sintió en su sueño, que le había dado un atisbo de esperanza. -¿Fue real, Bakugō? ¿Puedes escucharme?- murmuró, casi sin atreverse a romper el tenso silencio de la habitación.
Entonces, en la quietud del atardecer, un milagro se desplegó ante sus ojos. Katsuki apretó su mano, un gesto débil pero inequívoco. Tn contuvo la respiración, sus ojos se abrieron de par en par. -Bakugō- susurró, su voz temblaba con una mezcla de miedo y alegría.
Los párpados de Katsuki temblaron, y lentamente, como si emergiera de un océano profundo, sus ojos se abrieron. Tn llamó al equipo médico y al jóven pelirojo, su voz fué un eco de urgencia y asombro.
El equipo médico se apresuró a entrar al igual que Kirirshima. Los médicos rodearon la cama con equipos y monitores. Las gráficas comenzaron a mostrar signos de actividad, un ritmo cardíaco que se fortalecía, una respiración que se profundizaba.
Tn observaba, las lágrimas rodaban por sus mejillas, mientras Katsuki, con cada esfuerzo, luchaba por volver al mundo que había dejado atrás. Cada parpadeo, cada respiración, era un paso hacia la vida, un rechazo al silencio que había dominado durante tanto tiempo.
La habitación se llenó de un cauto optimismo. Los médicos trabajaban con renovado vigor, ajustando dosis, murmurando observaciones, sus ojos no dejaban de monitorear las pantallas que ahora cantaban con promesas de recuperación.
Kirirshima miraba todo con asombro, en estado de shock.
Tn se mantuvo al margen, su mano aún entrelazada con la de Katsuki, un puente entre el amor y la ciencia. -Bakugō- le susurraba, -Sigue luchando
Y Katsuki luchaba. Con cada minuto que pasaba, su presencia se hacía más fuerte, su agarre más firme. Tn sabía que el camino por delante estaría lleno de desafíos, pero también sabía que no estarían solos en ese viaje.
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Todo esto es un testimonio del poder de la esperanza y la tenacidad del espíritu humano. Un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, la luz del amanecer puede traer consigo un nuevo comienzo, y todo en un abrir y cerrar de ojos...
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~En coma~ (Bakugō x tn)
Romance[...] La enfermera tn había visto muchas cosas en la unidad de cuidados intensivos, pero nada como el caso de Katsuki, un joven en estado de coma tras un accidente de tráfico. Cada día, ella pasaba horas a su lado, hablándole suavemente y cuidando d...
