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El mundo se filtraba en su conciencia como un sueño deshilachado. Katsuki flotaba en la frontera entre la oscuridad y la luz, como un náufrago a punto de alcanzar la costa. Cada célula de su cuerpo vibraba con una urgencia que no podía comprender. ¿Era real? ¿Otra ilusión tejida por su mente exhausta?
La primera señal fue el sonido. Un murmullo lejano, como si alguien hablara a través de una puerta cerrada. Las palabras eran ininteligibles, pero la melodía de la voz resonaba en su pecho. ¿Quién era? ¿Qué querían de él? Intentó mover los labios, pero estaban pegados, como si hubiera pasado siglos sin hablar.
Y luego, la luz. Un resplandor tenue que se filtraba a través de sus párpados. La habitación se materializó a su alrededor: paredes blancas, máquinas zumbando, sombras moviéndose con precisión. Y en el centro de todo, ella.
Escuchó cerca su voz, sabía que ella estaba allí, su figura borrosa al principio, pero luego se enfocó como una fotografía revelándose en el cuarto oscuro. Su cabello caía en cascada sobre los hombros, y sus ojos, oh, sus ojos. Eran dos luceros que lo atrapaban en su órbita. ¿Había soñado con esos ojos? ¿O eran reales?
Para Bakugō...
Los ojos de tn, eran como ventanas al infinito,
La luz en su mirada, como un faro que lo guiaba a casa.Ella se acercó, sus dedos rozando su mejilla. La piel estaba fría, pero Bakugō sentía el calor de su toque como una corriente eléctrica. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que alguien lo había tocado? ¿Desde que había sentido la conexión humana?
—Katsuki— susurró tn. Su voz era un eco en su alma. —Has estado luchando. No te rindas ahora.
Las lágrimas llenaron los ojos de Katsuki. No podía hablar, pero su corazón gritaba. ¿Cómo podía expresar la tormenta de emociones que lo inundaba? El alivio, la gratitud, el miedo a perderla de nuevo.
En su mente, Bakugō sentía:
La promesa de tn, como un lazo que lo sostenía,
El miedo, como un animal herido que se retorcía en su pecho.Los médicos entraron en acción. Eran como hormigas diligentes, revisando sus signos vitales, ajustando las máquinas, hablando en un código que Bakugō apenas entendía. Le inyectaron algo, y el mundo se volvió líquido. Las luces parpadearon, y él se hundió en la oscuridad una vez más.
Pero esta vez, cuando emergió, fue diferente. El dolor punzante en su garganta, la sequedad en su boca, la sensación de estar atrapado en su propio cuerpo. Los médicos sonreían, y tn estaba allí, sosteniendo su mano. Había lágrimas en sus ojos, y Katsuki supo que no estaba solo en su lucha.
Bakugō experimentó:
El dolor, como un recordatorio de su humanidad,
La presencia de tn, como un ancla en un mar tormentoso.Los médicos le hicieron preguntas, evaluaron sus reflejos, le pidieron que moviera los dedos. Cada pequeño logro era una victoria. Cada palabra que pronunciaba era un milagro. Pero nada se comparaba a la sensación de abrir los ojos y ver a tn allí, sonriéndole con los ojos llenos de lágrimas.
Bakugō pensó:
La vista de tn como un regalo de los dioses,
El mundo, como un lienzo en blanco esperando ser pintado.[...]
Así, en la habitación blanca, entre máquinas y cables, Bakugō Katsuki despertó completamente. El latido de su corazón era un himno de gratitud. Pero lo más importante, tenía a tn a su lado, y eso era suficiente para iluminar incluso los rincones más oscuros de su alma...
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Y el caballero sonriente... Ahora mismo también era atendido ya que había quedado inconsciente al ver a su amigo completamente despierto...
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~En coma~ (Bakugō x tn)
Romance[...] La enfermera tn había visto muchas cosas en la unidad de cuidados intensivos, pero nada como el caso de Katsuki, un joven en estado de coma tras un accidente de tráfico. Cada día, ella pasaba horas a su lado, hablándole suavemente y cuidando d...