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La primera luz del alba apenas comenzaba a filtrarse por las ventanas de la habitación 305 cuando Kirishima cruzó el umbral. Su cabello rojo, normalmente un halo de fuego y energía, parecía apagado bajo el frío resplandor del amanecer. Sus dientes afilados, que solían acompañar una sonrisa contagiosa, ahora estaban ocultos tras una expresión sombría.
Tn levantó la vista al sentir la presencia de Kirishima. A pesar de su propio dolor, no pudo evitar notar la nube de tristeza que oscurecía la habitual luz en los ojos de Kirishima. —Buenos días— le saludó con voz suave, una bienvenida teñida de la gravedad de la situación.
Kirishima asintió, acercándose a la cama donde Katsuki yacía inmóvil. —He venido tan pronto como supe— dijo, su voz un murmullo ronco. —No podía dejar que mi amigo... que Bakugō enfrentara este día solo.
Tn observó cómo Kirishima tomaba la mano de Katsuki, hablándole con palabras que solo un amigo de toda la vida podría decir. —Eres el tipo más fuerte que conozco, Bakugō. Siempre has sido el que nos ha sacado de apuros. Ahora, es nuestro turno de estar aquí para ti.
A pesar de su dolor, Kirishima se volvió hacia tn, ofreciéndole una sonrisa débil pero genuina. —Y tú, tn, has sido su ángel guardián. No hay palabras para agradecerte por todo lo que has hecho por él.
Tn sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Kirishima. Era un recordatorio de que no estaba sola en su dolor, que había otros que compartían su amor y preocupación por Katsuki.
El reloj en la pared marcaba implacablemente el paso del tiempo, faltaban solo unas horas para la hora temida. 9:30 pm. El momento en que tendrían que dejar ir a Katsuki si no despertaba. Tn y Kirishima se sentaron en silencio, unidos en su vigilia, cada uno perdido en sus pensamientos y recuerdos.
Kirishima rompió el silencio. —Quiero que sepas, tn, que mi Bakubro ha tenido la mejor compañía posible. Y pase lo que pase, siempre serás parte de nuestra familia.
Las horas pasaron, y la habitación se llenó de un aire de resignación. Tn y Kirishima continuaron hablando con Katsuki, contándole historias, recordándole los buenos tiempos, infundiéndole el amor y la fuerza que necesitaría para el viaje que le esperaba.
Y mientras el sol se ponía, marcando el final de un día y el posible final de una vida.
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Tn y Kirishima se tomaron de las manos, encontrando consuelo en la presencia del otro. Juntos, esperarían el milagro que aún podía llegar en el último minuto...
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~En coma~ (Bakugō x tn)
Romansa[...] La enfermera tn había visto muchas cosas en la unidad de cuidados intensivos, pero nada como el caso de Katsuki, un joven en estado de coma tras un accidente de tráfico. Cada día, ella pasaba horas a su lado, hablándole suavemente y cuidando d...
