Capitulo 15

25 3 3
                                    


Volvió a inhalar el tabaco.

-Charro Negro: ¿Qué te parece una probadita? Puedo pasarte el humo por la boca si quieres.

Dijo aquello con un tono coqueto.

-Miris: ¡Ja,ja! Mejor ya dime que me quieres besar, charro mañoso.

Me di cuenta de lo que acababa de decir. 0///0

Me puse nerviosa, sentí como mi cara se calentaba y de mis manos comenzaban a brotar gotas de sudor. No pude evitar soltar una risa nerviosa.

-Miris: A-además, f-fumar nunca ha sido de mi interés, como ya dije, esa madre te hace mierda los pulmones.

Aparté un poco la vista y para disimular mi nerviosismo me puse a limpiar un poco mis lentes con una de las esquinas de mi chaqueta. Él permanecía callado...

¡¿POR QUÉ NO SE RÍE?!¡¿POR QUÉ NO DICE NADA?! ¿Qué estará pensando? ¡Diablos! ¿Qué tal si- Mis pensamientos fueron callados por una risita ¿nerviosa?

-Charro Negro: Ja, ja, ja...N-no digas esas cosas...Miris...

Ahora él estaba apartando la mirada con vergüenza; esto era un tanto chistoso, él fue el que soltó el primer comentario atrevido y estaba igual de avergonzado que yo. No dijimos nada de nada durante unos minutos, el charro fumaba en silencio y yo solo me le había quedado viendo al crisantemo que me dio.

 No dijimos nada de nada durante unos minutos, el charro fumaba en silencio y yo solo me le había quedado viendo al crisantemo que me dio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomé mi linterna y mi teléfono, sin detener la música aún.

-Miris: E-ey... creo que ya debería irme a casa.

Apenas comencé a alzarme cuando de repente sentí como me agarraba de la mano, su agarre era gentil, pero a su vez firme. Me giré para verlo, su puro se había terminado y pude ver en su rostro un ligero sonrojo.

-Charro Negro: Señorita Miris...¿Te gustaría que te lleve a casa?

-Miris: U-uhm, claro.

Atoré la flor que me había regalado en la cesta de mimbre de mi bicicleta, apagué la linterna y mi celular; mientras tanto el Charro Negro abrió un portal con un silbido. Mientras me le acercaba empujando mi bici, él me ofreció su mano, sin decir nada...La sujeté lo más tranquilamente que podía en ese momento...

Espera...¿él me acababa de coquetear con eso del humo por la boca?...¡Él me acababa de coquetear con eso del humo por la boca! ¡Por eso se puso nervioso al escuchar mi contestación!

Mi confianza regresó, giré su mano y la alcé a la altura de mi rostro, no sé de dónde saque el coraje, pero...me incline y le di un pequeño beso.

De seguro mis cachetes estaban rojos y lo notaría por la luz que emitía su portal, no obstante, al levantar mis ojos para verlo, noté que su rostro estaba incluso tantillo peor que el mío.

-Charro Negro: ¿S-señorita M-Mir-

-Miris: ¡Hasta luego!

Crucé el portal y abrí la puerta de mi departamento a toda velocidad, sin mirar atrás, para finalmente cerrarla detrás de mí.

Después de eso solo recuerdo que antes de quedarme dormido pensé: ¡¿Qué acabas de hacer Miris?! ¡Besaste al mismísimo Charro Negro! ¡¿Qué carajos ocurre contigo?! ¡¿CUÁL ES TU PROBLEMA, MUJER?! AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHhhhhhhhhhhhhhhhhh... ᶻ 𝗓 𐰁...

El lunes obviamente regresé a la rutina, sin embargo, a ratos me cruzaba por la mente aquel recuerdo y ¡Carajo! ¡¿Qué soy un adolescente con su crush de secundaria?! Esto es ridículo... -///-


Amando al Charro NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora