Capitulo 24

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El Charro bajo la cabeza un poco haciendo que la sombra de su sombrero le tapara el rostro.

-Charro Negro: No.

-Miris: . . .

-Charro Negro: . . .

-Leo y Nando: . . . 0-0

-Miris: ¡¿"No" qué, cabrón?! 

Los dos chicos dieron un brinco por la impresión que les dio mi forma de dirigirme a él.

-Charro Negro: . . . Perdón.

-Miris: ¿Eh?

-Charro Negro: Miris, por favor no te metas.

-Miris: No, no voy permitir que le hagas daño a un niño, te lo dije ¿no? 

-Charro Negro: Sí, lo hiciste...y por eso te quiero pedir perdón. No voy a poder cumplir mi promesa, Miris...y creo que tu tampoco podrás cumplir con la tuya.

Sabía que no cambiaría de parecer, va a apoderarse del cuerpo de Leo, realmente somos un grupo de idio- No...yo soy el adulto aquí, yo soy el único idiota.

-Charro Negro: Oye niño ¿No sientes que se te olvido algo?

-Leo: ¿Uh?

-Charro Negro: Algo que si lo hubieras traído puesto, tú y yo no estaríamos hablando aquí.

-Leo: ¡Mi ojo de venado!

-Charro Negro: Ja, ja, ja, qué maaala suerte tienes, tan mala que la tienes desde que naciste con ese don de interactuar con el otro mundo.

Instintivamente Nando y yo tapamos más a Leo, interponiéndonos entre él y el charro.

-Charro Negro: Mira Leo, tengo a tus amigos y si los quieres devuelta, puedes ir a mi casa por ellos tú mismo.

-Leo: Bien.

-Miris: ¿Qué? No ¿No ves que es una trampa?

-Nando: Eso chisguete, no iras solo, iremos contigo.

-Miris: Exact- Espera ¿Qué?

El Charro silbó, abriendo así un gran portal y llamando a su caballo negro. Comenzó a hablar mientras se subía al animal.

-Charro Negro: Siempre puedes decir que no, no te obligaré a ir, mas nunca volverás a ver a tus amigos; pero no te preocupes, ellos van a estar muy bien trabajando en mi hacienda.

-Leo: Miris, por favor.

El niño me miro a los ojos lleno de desesperación.

-Miris: Bien.

Los tre- ah, no, los cuatro cruzamos el portal después de él sobre su caballo. Aparecimos en un campo de agaves y ¡PAM! algo había caído al suelo detrás nuestro.

-¿?: ¡Ay qué oso, oigan! O sea, avisen ¿quieren?, que por su culpa ya me di de hocico con el suelo.

-Leo: ¿Estás bien Teodora?

-Teodora: Obvio no ¿No ves que tengo tierra en la cara? ¡Uy! Justo hoy, cuando ya me había retocado mi maquillaje bien coquette. >:(

-Miris: ¿E-ella es Teodora?

-Teodora: O sea, claro ¿no oíste que me acaba de llamar por mi nombre? Pero no seas igualada, soy Teodora Vicenta de la Purísima Concepción de la Inmaculada Trinidad Villavicencio.

-Leo: Teodora. -_-

-Teodora: Uhg, bien...como eres amiga de Leo y yo también...supongo que me puedes llamar Teodora...

-Leo: n_n

La chica volteo a ver a Nando de reojo.

-Teodora: ¿Y tu molesto hermano naco a qué nos va a ayudar? ¿a rendirnos?

-Nando: ¡Oye! Yo n-

-Teodora: Bueno, sí, ya, ya, tú igual vienes a proteger a Leito, ajá.

-Leo: No discutan más, debemos darnos prisa para recatar a nuestros amigos.

-Teodora: Ya vo-

¡PAM! Ella había dado un brinco muy alto volvió a dar de cara contra el piso.

-Teodora: ¡Auch! ¡¿Qué sucede?!

Repitió aquel proceso y ¡PAM!, luego hizo movimientos en donde había caído, como si nadara.

-Teodora: ¡Mis poderes no funcionan! ¡Diablos! Eso quiere decir que ¡¿Voy a ir hacia allá caminando?! ¡Qué día más espantosooo! T0T  



Amando al Charro NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora