Capitulo 16

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Ya casi se había acabado la semana, semana en la cual aquel último encuentro con el Charro Negro se anduvo repitiendo en mi cabeza una y otra vez... ¡Lo juro, por lo menos debió de atravesarse por mi mente unas 50 veces!

Era viernes y estaba trabajando, había sido un día lento. Vi a Leo entrar a la biblioteca, tenía sobre sus hombros una mochila que parecía que lo jalaba para atrás, de hecho al caminar parecía que el pequeño se iba a caer, cosa que me preocupó.

-Miris: Ey, Leo ¿Necesitas ayuda?

-Leo: ¡No, no gracias, Miris! ¡Uf! Vengo a devolver estos libros.

Sacó de su mochila tres libros enormes, que al momento de ponerlos en mi mostrador sonaron como un fuerte golpe.

-Miris: Es impresionante que leas tanto a tu edad, peeeero, creo que deberías considerar seriamente usar una petaca con rueditas, porque me da miedo que te vayas a caer o a lastimar la espalda... o ambas -_- ... Además, si cargas tanto peso durante tu crecimiento, no creo que logres ser muy alto, amigo mío.

-Leo: Ja, ja, creo qu- Ufff... que le haré caso...

El pobre niño se veía como si hubiese corrido una maratón.

-Miris: Um, Leo ¿Necesitas agua?

-Leo: S-si por favor... (U﹏U)

Le pasé una botella de agua y él bebió de inmediato, luego le di una silla.

-Miris: Men, no vuelvas a caminar cargando cosas tan pesadas, te vas a morir. -_-

Le sacudí el cabello despeinándolo.

-Leo: Oiga, no haga eso...

-Miris: Ok, ok, ja, ja.

-Leo: ...¿Miris?

-Miris: ¿Mhh?

Su semblante se volvió serio.

-Leo: ¿Le puedo contar algo?

-Miris: Por supuesto, lo que sea.

-Leo: ...Últimamente me he sentido...observado...Se lo comente a mi abuela, pero, ella me dijo que probablemente solo es cosa de mi imaginación, sugestión por películas de terror y eso; mis amigos dicen que igualmente se han estado sintiendo observados.

El chico miro a su alrededor con cautela.

-Leo: ¿Me cree?

-Miris: Claro que sí...y no creo que sea bueno que andes por la calle solo ¿me das el número de tu abuela? le hablaré para que venga a recogerte, creo que lo mejor será explicarle lo peligroso que esto puede ser para ti.

-Leo: Ok...aunque, no creo que se trate de una persona, ya que mis amigos se sienten vigilados incluso mientras yo no estoy con ellos...C-creo que se trata de algo paranormal...

-Miris: Bueno, quizás si se trate de algo así, pero creo que sea lo que sea, lo mejor es que no andes solo por ahí.

-Leo: ¿Me podría dar su número? Es que ni mi abuela, ni mi hermano me creerían si les hablo acerca de cosas sobrenaturales.

-Miris: Por supuesto, Leito.

Le anote mi teléfono en un post-tip.

-Leo: El de ella es, xxx-xxxx-xx

Fui al cuarto de solo empleados y le pedí a Anastasia que ocupara mi lugar en el mostrador de la biblioteca; tomé mi celular y procedí a marcarle a doña Toñita.

-Toñita: ¿Bueno?¿Quién habla?

-Miris: Buenas tardes, ¿es usted Doña Toñita, abuela de Leo?

-Toñita: Sí, ¿sucede algo?¿le paso algo a mi nieto?

-Miris: Vera, soy amiga de él, me llamo Miris, trabajo en la biblioteca y su nieto vino aquí a devolver unos libros; le llamó debido a que el pequeño me comentó que se ha sentido vigilado y creo que por su bien debería venir usted para acompañarlo en su regreso a casa.

-Toñita: Entiendo, estaré ahí de inmediato, gracias por llamar, de verdad.

-Miris: La esperaremos, señora. Voy a colgar.



Amando al Charro NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora