Capítulo 13 | El fotomatón.
Me levanté de un salto soltando una bocanada de aire, agitada con una mano en el pecho.
Estaba sudando. Desde aquella noche, todo eran pesadillas sobre posibles escenarios sobre nuestra muerte.
Me pasé una mano por la cara y me levanté hacia la ducha.
Cuando salí con una toalla cubriéndome el cuerpo, estaba Jake con el móvil hablando por teléfono.
Sacudí la mano en forma de saludo y busqué en el armario ropa que ponerme.
Colgó la llamada y se dirigió hacia mi dirección rodeándome la cintura con las manos y dándome besos cálidos en el cuello.
— ¿Qué tal has dormido? No has parado de dar vueltas en la cama.
— No quiero preocuparte.
— No hagas eso. –se separó de mí–. No quiero que te guardes las cosas para no preocuparme, quiero que lo compartas conmigo para que pueda ayudarte y buscar una solución.
— ¿Por qué eres tan bueno conmigo?
— ¿De verdad aún te preguntas eso?
— Sí.
— Eres una persona increíble, Emma. Eso sin contar que me vuelves loco día tras día.
Esbocé una sonrisa y me acerqué a ponerme rodear la nuca y darle un beso suave y lento en los labios.
— Tengo pesadillas en relación a lo que pasó el otro día en el claro del bosque.
— ¿Quieres que volvamos a Manhattan?
— No quiero fastidiar las vacaciones.
— Y yo no quiero que estés a disgusto. –puso sus manos en mis mejillas–. Sólo tienes que decírmelo. –aparté la mirada e hizo que lo mirase–. ¿Vale?
— Vale –asentí suspirando.
— Ahora quítate todo ese estrés que llevas encima. –sonrió mostrando sus dientes perfectamente blancos alineados.
— ¿Cómo se hace eso? Hazme un tutorial. –bromeé.
— Nos implica a ti y a mí en esa ducha. –señaló–.
— Me gusta como piensas.
Le devolví la sonrisa y me arrastró hasta el baño.
.....
— ¿Lo lleváis todo? –preguntó Ryan.
— Sí. –dijimos al unísono.
La vuelta a Manhattan me lo pasé todo durmiendo sobre el hombro de Jake. Cuando llegamos, ya nos habíamos instalado de nuevo en casa y Marisa y yo nos encontrábamos en el sofá comiendo helado mientras veíamos una película.
Yo era incapaz de concentrarme en lo que estaba viendo, estaba inquieta cuando Marisa dejó de comer y me miró fijamente.
— ¿Qué pasa?
— No paro de darle vueltas a lo del bosque.
— Quizá sólo se trate de un gamberro y ya está.
— Eso espero.
Llamaron al timbre interrumpiendo nuestra conversación.
Me levanté con el corazón en la mano recordando la pesadilla del otro día.
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Todo Lo Que Nunca Te Dije
RomanceEmma se muda a una ciudad nueva para comenzar su año universitario, teniendo que hacer su vida en solitario. Pero, durante el periodo conoce a Jake, un chico que pone su mundo patas arriba desde su primer encuentro. ¿Logrará Jake enamorar a Emma?