Hay oscuridad, maldad como dolor en todo el mundo, y se dice que en el infierno es peor... y saben, no es tan malo, ese infierno está vacío, los verdaderos demonios están en otra parte.
Y͎͔̩̠̮̗̎͊̍͗͛͂͌̾̽̅̈͗ y̖̫̣̱̰̩̣̤̣̜̓̽́̿͗͂ȏ̬̳̝̲̣͈̮͙̰͉̝̤̏̓̀̑ ĥ͊̅̆̽...
"El castigo es solo y será el eco de nuestras propias acciones y la culpa es la sombra que siempre sigue al castigo"
La caída esperaba que la espada le atravesase, o siquiera le cortara el único ojo que le quedaba... porque después de todo.
Estaba ante el Castigador.
Sin embargo, esta nunca llegó, pasó un buen rato, y cuando abrió el ojo, pudo ver como la guitarra hacha de Adán se interponía ante la espada de Daharim, y forcejeaba cada uno por lograr seguir con su objetivo. Siendo el de Daharim castigar, y Adán impedirlo.
Adán: ni creas que te voy a dejarlo así de tan sencillo flacucho de mierda -Me respondió con una sonrisa y puso más fuerza en su arma para así hacerme retroceder.
Sin éxito alguno, yo avancé un poco más hasta tener mi cara completamente ante la suya, viéndolo fijamente y con extrema seriedad.
Daharim: solo déjame hacer mi trabajo, ya que si interfieres... no querrás manchar tú imagen he iniciar un escándalo aquí no?
Lute: baja tú arma ahora -Me respondió Lute poniendo su lanza ante mi espalda, pero a mí me dio igual, como sí esa mierda me hiciera mucho daño.
Adán: vamos a calmarnos quieres hijo de puta? Solo mira, déjame escuchar su veredicto final de volverse a unirnos, sí acepta... Bien por nosotros y si no, puedes hacer lo que se te dé la gana con ella ¿Te gusta la idea? -Me respondió aún con su sonrisa encreida.
Vaggie: ¡Eso jamás Adán! Nunca y ni lo pienses, yo... Moriré al menos siendo libre de tus masacres y estupideces -Le respondió seriamente pero aún temblándole el cuerpo.
Adán: bueno como tú quieras y decidas ya la puedes matar palo flaco.
No le paré bola al idiota ese, y simplemente me quedé pensando, después de que ella dijera aquellas palabras después de que lo admitiera... Fue algo más que suficiente, como para aceptarlo, pero no perdonarlo.
Daharim: Vaggie.... -Dije apartando mi espada para retroceder tranquilamente.
Vaggie: Daharim... Por favor yo.
Daharim: he oído suficiente, lo admitiste ante mí... Es suficiente, pero es obvio que lo ocultas, y aún tienes ese recelo... Aún lo escondes ante la persona que amas...
-Y eso está mal...
Vaggie: q- que... Qué quieres decir?
Adán: sí porque yo tampoco entiendo ni una verga de lo que quieres decir y eso que soy el padre de las vergas.
Daharim: lo que digo es... Que aceptaste tú verdad, y lo que eres realmente, eso es ya la penitencia cumplida para mí... No te perdono, pero tampoco obtendrás tú castigo, no por ahora...
-Un castigado puede ser aceptado, pero no perdonado fácilmente.
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