☆Asahi y yo nos convertimos en novios en primer año. Íbamos en el mismo salón y fue inevitable no sentir algo por él chico de cabello largo que me saludaba todas las mañanas con una preciosa sonrisa. Fui la primera en acercarme y cuando nuestra primera conversación inició me di cuenta que quería que siguiera para siempre. No creí que enamorarse fuera así de rápido pero eso lo aprendí de Asahi en pocos minutos.
Con el tiempo los de primer año tendieron a sentir miedo; las chicas de su clase decían cosas como "A pesar de que se ve como es, es un poco débil" sin embargo yo siempre creí lo contrario.
—¿Y que piensan estudiar luego de graduarse? —Preguntó su madre mientras dejaba una pequeña bandeja con galletas entre nosotros. —Espero no sigan con la idea de estudiar diseño de vestuario y arte. Sería una ridiculez y un desperdicio.
En ese momento nos miramos y simplemente nos quedamos callados. Las ganas de seguir hablando se desvanecieron y se convirtió en un silencio incómodo, en el cuál sólo oímos la conversación de nuestros padres que como acostumbraban hacían burla a nuestras futuras carreras.
Odiaba estas reuniones y lo peor es que al menos se formaban dos veces a la semana. Sabía que yo podía aguantar de cierto modo esos malos comentarios pero sé que Asahi no y pude notar enseguida su cabeza semi cabizbaja en un intento de no mostrar ningún sentimiento hacia esas palabras.
—Hey.. -Acaricie su mano por encima de la mesa y bese su mejilla. —No les hagas caso.
—Estudiar diseño de vestuario quizás no sea una buena opción. —Dijo en automático.
Desde que lo conocí siempre tuvo dos preocupaciones: no saber que carrera elegir y tenerle miedo a Daichi de por vida.
Suspiré por la nariz y tomé una galleta en un intento de olvidarme de sus palabras. Me costaba creer que pensara en eso luego de tener tantas ganas de estudiar diseño de vestuario y en unos minutos después me levante para irme a mi habitación con toda la frustración del mundo siendo cargada en mi espalda.
Literalmente estábamos en un laberinto.
Me sentía como si estuviera asomada a un acantilado e imaginarme en un futuro se me hacía complicado.
Siempre se nos dice que tenemos que encontrar "algo que nos guste", "algo para toda la vida", y que además, "nos dé dinero" ¿Acaso los sueños no entran en ese algo?Me senté en mi cama, con la espalda apoyada en la pared y las piernas estiradas. Mire mi celular y el único mensaje que había era uno de mi madre que me preguntaba por qué me fui sin avisar. Ni si quiera Asahi lo notó.
Al día siguiente me encontré con la sorpresa de que Asahi ya no llevaba su coleta. Su cabello había sido cortado, vestía el uniforme de los hombres y su comportamiento era arrogante.
Frene en seco cuando lo vi.
—¿Qué es todo esto..? —Susurré.
Asahi me miró y sonrió pero había algo en esa sonrisa que no me convencía para nada.
—____! —Nishinoya apareció detrás mío y se quedo ahí, mirando por encima de mi hombro al extraño chico frente a nosotros. —Algo le pasa a Asahi, él no es él.
—Lo sé. —Suspiré.
Estire mi brazo hacia un lado como si fuera a protegerlo una vez que Asahi se acercó y retrocedí un paso. Era un extraño más en la escuela.
—¿Qué hacen? —Preguntó confundido.
Mis ojos lo miraron detenidamente. No supe como reaccionar y mi cabeza solo me hizo recordar los momentos en que lo veía realmente feliz estando junto a mi. Ahora ni siquiera estaba segura de eso.