30 Takanobu Aone

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Pedido de Kawai-1924
Como es el día de la madre en algunos lugares quise que ponerlo aqui^ espero te/les guste♡

Todos tenemos una familia, cada una es especial y única en diferentes maneras. Aone y yo logramos formar una así. Después de un año de casados vinieron los pequeños. Gemelos, iguales a Aone. Ellos habían salido con la misma condición que su padre, ninguno podía mantener más de una palabra al hablar, bueno eso decían de ellos en el jardín porque en casa hablaban hasta por los codos aunque últimamente se han visto más callados de lo normal pero eran la viva imagen de Aone y eso es lo que más me gustaba. Sin embargo estaban más raros de normal y eso me preocupaba.

Como todas las mañanas me levante para preparar las cosas en casa, ordenar, limpiar y ocuparme del refrigerio para todos ya que como Aone trabaja en construcciones, mi deber como esposa trataba de prepararle su lonchera y era divertido ver su rostro cuando veía lo que le preparaba, porque al trabajar en una tienda de dulces siempre le traía unos cuantos para decorar el postre, que a escondidas de los niños preparaba.

Amaba a mi familia.

Amo a mi esposo.

Y amo a las dos pequeñas copias de él.

—¿Ya te vas, cariño? —Pregunté extrañada luego de percatarme de la hora.

Él asintió con la cabeza y levantó a los dos pequeños para cargarlos.

—Llevare a los niños.

—Espera cariño, sus mochilas..

Salieron tan rápido que ni terminar la frase pude.

Suspiré y me pase la mano por la frente mientras miraba el almuerzo preparado que le tenía a Aone y las colaciones que tenía listas para los niños.

¿Qué iba a hacer con toda la comida?

Me senté en la sala de estar y al ver el bolso de mi esposo cerca de uno de los sofás mi ceño se frunció.

¿A donde fueron?

Llame y llame sin obtener respuesta alguna. Me estaba preocupando y no se sentía para nada bien cuestionarme.

Aone y yo no teníamos muchas cosas en común, no teníamos la misma edad, aunque solo nos diferenciaba un año, nuestra forma de caminar no coincide, él camina más rápido mientras que yo camino más lento, y la estatura también era parte de una gran diferencia. No pensábamos igual, nuestras ideas siempre eran distintas y aún así no comprendía como nuestras manos fueron hechas como piezas para encajar la una con la otra. No entendía como yo le gustaba y eso todavía me comía la cabeza a pesar de llevar cuatro años como esposos.

Cubrí mi rostro con ambas manos mientras mantenía los ojos cerrados con fuerza.

Tampoco entendía como ser una buena madre. Sé que aveces le doy golosinas a los niños pero es porque siento que deberían de experimentar los placeres de la vida y sé que aveces puedo ser descuidada y desordenada pero.. ¿Esos pequeños lo sabrán?

El resto del día lo ocupe limpiando, cambie muebles de lugar, limpie la alfombra y también el suelo, además de las ventanas. Era viernes pero como mis turnos constaban de días por medio, justamente hoy tenía libre.
Pensé que disfrutaría del tiempo en familia que siempre pedía pero como esos tres peliblancos se habían ido ya no tenía nada que hacer.
Vi una seríe completa para pasar el tiempo y cuando ellos volvieron yo me encontraba sentada en el sofá, con las piernas sobre este y con un tazón de dulces entre ellas.

Iban tres paquetes que me comía.

Ellos venían disfrazados de pandas, mi animal favorito pero aun así preferí ignorar a Aone por su salida tan inesperada.

𝐇𝐀𝐈𝐊𝐘𝐔𝐔 ☆ 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora