Pedido de frambkku_ ♡
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Era típico de mi no tener amigos, no porque no quisiera si no porque no sabía como socializar con las personas a no ser que ellas se me acercaran primero y el venir de una escuela solo de chicas empeoraba más cosas. No sabía muy bien de la relación que podía encontrar en las clases junto a los chicos pero de apoco me fui acostumbrando al comportamiento de ellos y el de las chicas que andaban como abejas tras una flor, no todas pero varias si y por Kuroo Tetsurou, el único amigo que tenia en la escuela desde que me mude al lado de su casa.
En un intento de sobrellevar mi estrés mordí mi uña, mirando en frente de mi una pintura sin terminar y que debía estar lista en menos de tres días.
—¿Qué te he dicho sobre no estresarte? —Preguntó una voz conocida desde la puerta.
—Que no lo haga. —Sonreí un poco. —Sabia que eras tú. —Dije al verlo acercarse. —La mezcla de perfumes baratos está impregnado a ti.
—¿Celosa? —Alzó una ceja de manera coqueta.
—Claro que no.
Negué sonriente.
—¿Por que no me aceptas una salida? —Sus brazos rodeando mi cuerpo al abrazarme por detrás y su cabeza se apoyo en mi hombro, permitiéndome oír su calmada respiración. —Una cita.
—Cuida tus manos Kuroo. —Dije al sentir la calidez de estas en mi cintura pero a pesar de fingir molestia en el fondo estaba sonriendo.
—Déjame. —Dijo sin obedecer.
—¿No deberías estar entrenando para algún partido?
—Si pero quiero que una linda chica salga conmigo. —Formó un puchero en sus labios. —Eso me motivará mucho para entrenar.
Reí girando mi rostro para poder apreciar su puchero y con mi dedo lleno de pintura toque la punta de su nariz.
—Bien, pero será una salida.
—Una cita. —Repitió.
—Salida.
—Cita.
Se separó sonriendo y con emoción se encaminó hacia la puerta.
—Prepárate para nuestra cita!
Sonreí negando y al ver de nuevo mi pintura hice una mueca, dejando esta ahí, sin terminar porque la escuela estaba por cerrar y debía ordenar todo antes de irme. Cosa que hice para después retirarme de allí, sin antes pasar por el gimnasio para echar un vistazo al equipo de Voleibol entrenar.
Kuroo y yo éramos amigos desde pequeños. Recuerdo que me recibió amablemente la primera vez que llegué a la ciudad y me invitaba a jugar la mayoría de los días o aveces simplemente venia a casa a dibujar conmigo. Era increíble y siempre lo fue. De niño su sonrisa me alegraba mucho y cuando oía la puerta siempre bajaba las escaleras casi corriendo ya que sabía que se trataba de él y aún sigue siendo así porque todas las mañanas pasa por mi para irnos juntos a la escuela, acompañado de Kenma que también vive cerca de nosotros.
Cuando era pequeña siempre supe que Kuroo Tetsurou era especial. Obtenía mi atención con facilidad y solía consolarme cuando mis padres discutían porque no le gustaba verme llorar. Me hacía reír y yo lo hacía reír también solo porque me gustaba oírlo pero por suerte cuando crecimos nada de eso cambió.
Kuroo siempre ha sido importante para mí. Siempre he sentido algo por él, algo relacionado con emociones y sentimientos más fuertes. Y me provocaba miedo que por eso nuestra amistad terminara mal.
