Pedido de sofghio ♡☆
Me mire por un momento en el espejo de mi habitación. Acomode cada prenda del uniforme con la intención de que este se viera mejor puesto en mi cuerpo pero solamente le estaba sumando más inseguridad a mi cerebro, el cual se estaba encargando de arremeter contra mi. Rápidamente cubrí mi torso con una sudadera, con la cual me estaba arriesgando a un regaño pero sin importarme mucho eso, cambie también la falda por un pantalón de mi hermano, que pertenecía al uniforme de los chicos. ¿Qué tanto querían hacerme para que siguiera desconfiando de mi propia vista y cuerpo?
Tape mi rostro con ambas manos, girando sobre mis talones para darle la espalda al espejo y por la rabia del momento deje salir unas cuantas lágrimas, que rápidamente sequé porque preocupar a mi hermano más de la cuenta sería demasiado.
Después baje las escaleras, encontrándome con Takahiro, quien inmediatamente me miró de arriba abajo pero no dijo nada ya que se había acostumbrado a ello.
—¿Lista para irnos? —Preguntó mi hermano, mientras terminaba de guardar cosas en su mochila.
—No pero.. no tengo más opciones para elegir. —Le sonreí apenas.
—Hey.. tranquila ¿si? Hoy puedes estar conmigo y los chicos, sabes que a ellos no les molesta tu presencia.
—Gracias, pero.. de verdad no quiero incomodar, Takahiro.
Él me miró, y asintió con la cabeza. —Está bien, no te puedo obligar pero apenas suceda algo tienes que llamarme, da igual el problema, iré corriendo.
—Está bien, lo haré.
Ya listo, camino hasta mi lado y despeino mi cabello para después ir rápidamente hacia la puerta, riendo.
—Hey!! —Grité corriendo tras él.
[...]
Al otro día esa mañana que siempre esperaba había cambiado. Takahiro no estaba, se encontraba viajando para jugar un partido de fútbol en otra ciudad, algo así había mencionado y al ser el capitán del equipo era bastante obvio que debía asistir, además de que jugaba muy bien y me sorprendía que nadie hasta ahora le estuviera ofreciendo una oportunidad mayor a la de jugar por una escuela.
Baje las escaleras con tristeza, utilizando el uniforme de los chicos al seguir sintiendo esa inseguridad por mi cuerpo y como no había recibido ningún regaño por haberlo utilizado el día de ayer, opte por ir así a la escuela.
Como era de costumbre me fui caminado, solo que ahora iba completamente sola y eso me jugaba una mala pasaba ya que mi cabeza me estaba haciendo dudar de mi propia presencia y creando el miedo que siempre solía estar conmigo, aunque ahora ese sentimiento era mayor. Pues mi hermano no estaba y yo por ello me había convertido en una presa más fácil de cazar.—Hola.
Mire extrañada hacia mi lado y me sentí aliviada al ver a Atsumu.
—Hola.. —Susurré.
—¿Tú hermano no viene hoy?
—No, tiene un partido de fútbol fuera de la ciudad así que.. —Respondí desanimada. —¿Y tu hermano?
—Sé tuvo que quedar en casa porque pescó un resfrío. —Dijo en mi mismo tono. -Nos tocó venir sin nuestros hermanos.
—Así es. —Sonreí un poco al ver su mirada fija en mi.
Ambos seguimos el camino hacia la escuela y una vez allí tomamos caminos diferentes, ya que teníamos diferentes clases. Por un segundo deseé tener clases iguales porque Atsumu era de los pocos con los que intercambiaba palabras, además de los amigos de mi hermano pero como todos pertenecían al club de fútbol, todos estaban afuera de la ciudad hoy.