Pedido de Sandy_GL ♡
Es un poco corto, perdón:(
☆
Con las manos temblorosas levante mi teléfono y en el marque el número de Yachi mientras mordía mis uñas con algo de desesperación.
-Hola, hola.. ¿Cómo vas? -Dijo en un tono alegre.
-Soy una posible suicida.
-______?
-Estoy embarazada. -Dije rápidamente, cortando el ambiente.
-¿Qué? ¿Lo juras?
-Si.. si, es de Tobio. -Deslicé una mano por mi cabello mientras caminaba por mi habitación.
-Seguramente debe ser que estas hinchada ¿Haz comido mucho hoy?
-No, no estoy hinchada, bueno si.. pero no por comida y además, me he hecho como tres pruebas de embarazo y esta muy claro, estoy embarazada.
-¿Como has producido tanto pipí para tres pruebas de embarazo? Es impresionante.
-Bebí como tres litros de jugo, da igual, Yachi. Te estoy diciendo que estoy embarazada y tú reacción es diferente a la cuál esperaba.
-Pero de verdad.. ¿De verdad estas embarazada?
-Si..
-Oh Dios mio, mierda.. ______.
-Esa es la reacción que esperaba en la primera toma. -Sonreí un poco.
-¿Qué harás?
-No sé.
-¿Le dirás a Tobio?
-No lo sé.
-¿Y entonces?
Me quedé callada un momento.
-No lo sé.. -Susurré.
[...]
Nunca pensé que mi vida daría un giro tan inesperado. Hasta hace unos meses, todo parecía seguir su curso normal. Mi mundo giraba en torno a la escuela, mis amigos, y, por supuesto, a Tobio, mi novio. Tobio Kageyama, el talentoso jugador de voleibol que todos conocen por su dedicación inquebrantable. No me agradaba en un principio pero como varios dicen, los que se odian se aman, pues así paso.
Pero tras la noticia de que estaba embarazada, todo mi ambiente cambió.
Tobio estaba entrenando, así que lo esperé con una mezcla de nerviosismo e inquietud afuera del gimnasio y cuando llegó, lo primero que noté fue el cansancio en sus ojos, una sombra que delataba lo agotado que estaba.
-¿Qué pasó?
-¿Por que lo preguntas? -Los nervios me habían delatado.
-Casi nunca vienes porque tienes taller de pintura.. -Me miró un tanto serio. -¿Qué sucede?
-¿Puedes.. sentarte un momento? -Pregunté cabizbaja e inmediatamente se sentó en las escaleras frente al gimnasio.
-Listo, dime ahora que sucede _____ -Tomó mis manos para acariciarlas pero rápidamente las aparte para poder acariciar mi brazo. -_____..
-Estoy embarazada Tobio..
Vi su rostro cambiar de una expresión de confusión a una mezcla de sorpresa y alegría. ¿Alegría? No sé qué esperaba que dijera, pero nunca imaginé que la emoción en sus ojos se transformaría en lágrimas o quizás esas lágrimas tenían otro significado, pues a fin fe cuentas nos habíamos arruinando la vida el último año de escuela.
-¿Embarazada?
Asentí con la cabeza y estaba apunto de deprimirme más pero en ese instante sus brazos me rodearon con fuerza, envolviendo mi cuerpo en ellos y ahí rompi en llanto, cerrando mis ojos con fuerza mientras buscaba aferrarme a su cuerpo.
-Hey.. no importa, descubriremos la manera de como llevar esto adelante. -Susurró solo para que yo lo oyera y sus labios se pegaron a los mios. -De igual manera yo quería un bebé contigo.. -Admitió, tomándome por sorpresa.
-Pero no en este momento.. -Murmure yo.
-No.. -Hizo una pausa -Pero de todas maneras estoy feliz. -Al sentir su mano sobre mi vientre me estremecí y baje la mirada para poder ver con atención sus caricias. -Un pequeño o.. pequeña, esta creciendo aquí.
Frote mi ojo con mi puño y un puchero se formó en mis labios. -Pensé que te ibas a molestar..
-¿Por que?
-Por qué estás en el punto más alto de lo que podría venir siendo tu carrera.. no quería que eso fuera un impedimento para ti, somos muy jóvenes Tobio.
-Lo sé pero mírame _____. -Buscó mis ojos entre mi llanto y me sonrió. -Yo te amo y te amaré teniendo o no un niño en tu pancita.
Sonreí, enternecida por el diminutivo con el que se refirió a mi estómago.
-Yo también te amo, tengamos o no un niño en mi pancita.. -Murmure acariciando su mejilla con delicadeza.
-¿Un bebé?
Ambos volteamos y vimos a Hinata sonriendo.
-¡Un bebé! -Gritó con emoción, algo que nos pareció raro pero al menos yo me lo tomé con gracia.
-¿Cuanto tiempo has estado aquí? -Tobio lo miro con una expresión extrañada.
-Mhm.. -Fingió pensar. -Desde.. "Estoy embarazada Tobio.."
Mis mejillas se tornaron rojas de inmediato, sintiendo el calor invadir mi rostro por el pequeño pelinaranja.
-¡Tendremos un bebé! -Exclamó sumándose al abrazo.
Sonreí.
-Nosotros lo tendremos, idiota. -Lo miró con el ceño frunció. -Yaa, vete.. !
Tobio empujó la cabeza de Hinata con cuidado, intentó apartarlo pero fue imposible, pues yo aceptaba la presencia del pequeño saltamontes.
El primer trimestre fue complicado. La presión de los entrenamientos, las responsabilidades de la escuela y el ajuste a nuestra nueva realidad fueron difíciles. Tobio siempre estaba a mi lado, aunque su forma de apoyar era un tanto torpe. Se esforzaba por estar presente en las consultas médicas, y me preparaba pequeñas sorpresas para levantarme el ánimo. Sus intentos de cocinar, aunque no siempre exitosos, siempre estaban llenos de cariño.
El segundo trimestre trajo consigo un respiro. La noticia de que íbamos a tener un niño nos llenó de una felicidad indescriptible. Tobio, quien había sido siempre tan serio y reservado, no podía evitar hablarle a mi vientre, a veces en un susurro casi inaudible, otras con un entusiasmo que solo él podía mostrar. Me contaba cómo imaginaba nuestro futuro juntos, con una mirada que reflejaba sueños y esperanzas.
Y el día en que nació nuestra hijo fue uno de los días más emocionantes de nuestras vidas. Ambos estabamos nerviosos, pero más lo estaba él, incluso más de lo que jamás lo había visto en una cancha. La primera vez que lo sostuvo en brazos, su expresión de asombro y ternura me hizo darme cuenta de cuánto había cambiado, de cuán profundo era su amor.
-Es tan pequeño.. -Susurró al observar al pequeño dormir. -¿Me dejarás enseñarle a jugar Voleibol?
Solté una pequeña risa, asintiendo con la cabeza. -Sabes que si.
-Será todo un profesional.. -Susurró.
Deje a un lado la pequeña ropa que estaba doblando y a pasos lentos me acerque a su lado, en dónde recargue la cabeza en su hombro.
-Sé parece mucho a ti.. -Dije en voz baja.
-Si, es nuestro hijo. -Respondió orgulloso.
Con cariño bese su mejilla y volví a ver al pequeño bebé. -Es nuestro hijo.. -Murmuré sonriendo.