Capitulo #19

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El amanecer pintaba el cielo con tonos dorados y rosados mientras el barco se acercaba lentamente al puerto de Eldoria. El día prometía ser uno de gran importancia, marcando el inicio de una nueva etapa en nuestras vidas.

Me encontraba en mi camarote, vistiendo el vestido que habíamos adquirido en Visuris. La suave tela se deslizaba sobre mi piel mientras me ajustaba el corse con la ayuda de una de las piratas de la tripulación.

—¿Estás lista, princesa? —preguntó la pirata, con una sonrisa amistosa mientras ajustaba los cordones del corse.

Asentí con determinación, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo mientras me preparaba para enfrentar lo que sea que el día tuviera reservado para nosotros.

Una vez que estuve lista, salí a la cubierta donde el resto de la tripulación ya se encontraba ocupada con los preparativos para la llegada al puerto de Eldoria. El bullicio y la actividad llenaban el aire, creando una atmósfera de anticipación y expectativa.

Ian se acercó a mí, vestido con su mejor atuendo y una expresión de determinación en el rostro. Sus ojos azules brillaban con una mezcla de emoción y determinación, reflejando la misma determinación que sentía en mi interior.

—Estamos a punto de llegar, Amelia —dijo, con voz serena pero llena de confianza—. Este es solo el comienzo de nuestro camino juntos.

Asentí, sintiendo un nudo en la garganta ante la magnitud de lo que estaba por venir. Sabía que el día de hoy marcaría un nuevo capítulo en nuestras vidas, y estaba lista para enfrentarlo con valentía y determinación.

Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, observé cómo el puerto de Eldoria se acercaba lentamente a la distancia. Estaba lista para lo que sea que el destino tuviera reservado para nosotros, lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino. Juntos, Ian y yo estábamos preparados para escribir nuestra propia historia, con el puerto de Eldoria como nuestro nuevo comienzo.

A medida que el barco se aproximaba al puerto de Eldoria, una sensación de tranquilidad y paz llenaba el aire. El sol brillaba en lo alto, iluminando el paisaje con tonos dorados y cálidos mientras el mar acariciaba suavemente la costa.

Al desembarcar, me encontré caminando por las pintorescas calles del pueblo de Eldoria, con el vestido que habíamos adquirido en Visuris ondeando a mi alrededor. La gente del pueblo nos miraba con curiosidad y asombro, pero no había rastro de hostilidad en sus rostros.

De repente, una carrosa pasó cerca de nosotros, y Ian, con su habitual determinación, la detuvo con un gesto de la mano.

—¿Te gustaría un aventón hasta el palacio, princesa? —preguntó Ian, con una sonrisa amable mientras extendía la mano hacia la carrosa.

Asentí con gratitud, sintiendo un cosquilleo de emoción ante la idea de llegar al palacio en aquella elegante carrosa. Juntos, subimos al vehículo y nos dirigimos hacia nuestro destino, mientras el pueblo de Eldoria se desvanecía lentamente a nuestro alrededor.

El viaje fue tranquilo y apacible, con el sonido de los cascos de los caballos resonando rítmicamente en el aire. Mientras tanto, Ian y yo intercambiábamos miradas cómplices, compartiendo la emoción y la anticipación por lo que nos esperaba en el palacio.

Finalmente, llegamos al imponente palacio de Eldoria, con sus altas torres y sus majestuosas paredes de piedra. Descendimos de la carrosa y nos quedamos admirando la magnificencia del lugar, conscientes de que estábamos a punto de comenzar una nueva etapa en nuestras vidas. Juntos, nos dirigimos hacia las puertas del palacio, listos para enfrentar lo que sea que el destino tuviera reservado para nosotros en aquel lugar de ensueño.

Guerra de Corazones y EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora