Capítulo 12

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Me hace levantarme de la bañera y me cubre con la toalla —pensé que no dejarías que te vea desnuda, eres tan tímida— me regala una breve sonrisa y hasta sus dientes son hermosos, pero salgo de esos pensamientos y con visible cansancio le hablo
—me quitaste la virginidad y el mismo día me diste un hijo, creo que me vería ridícula sintiendo vergüenza después de todo lo qué pasó—pero mi sorpresa es mayor cuando me carga y me lleva a la cama
—estás siendo extremista otra vez aurora— le reprocho —no es como que me voy a partir— me sienta en la cama y veo algunas bolsas ahí
—eso es para ti, tuve el atrevimiento de pasar por una tienda por eso tarde un poco más— observo las bolsas y la marca y luego lo miro a él
—¿sueles explicar por qué llegas tarde o temprano?-
Camina hacia mí y se sienta a mi lado, quita el gancho de mi pelo y con sus dos manos le da forma
—no, pero como serás mi esposa tengo que decirte porque tardo— mientras me habla acomoda mi cabello sin mirarme directamente, pero yo a él si.
Ahora que lo observaba un poco más sus rasgos físicos eran muy atractivos, la nuez de Adán en su garganta se veía sexy y lo duro de sus facciones, pero moví mi cabeza y él tomó mi mentón y pasó su dedo por mi labio inferior haciéndome una pregunta
—¿te has enamorado algunas vez que odias tanto el compromiso?— mi ceño se frunce
—¿por qué quieres saber esas cosas?— me mira fijamente no se cómo puede soportar verme así me pone muy nerviosa, pero a él no
—ya te dije que vas a ser mi esposa y quiero saber todo de ti— chasqueó la lengua
—hay tantas cosas que preguntar y saber de mí y te interesa saber si me he enamorado antes, vaya—
—solo quiero saber si tengo algún rival en tu corazón nada más— me parecía demasiado ridículo que dijera esas tonterías y un poco infantil.
—estoy embarazada de tu hijo, no te estoy pidiendo una relación ni nada de eso, así que pu...—colocó un dedo en mis labios
—eres tímida y a la misma vez soberbia—
—no soy soberbia, simplemente no elegí esta vida y no entiendo como actúas así sin saber quien soy solamente porque me viste una noche te gusté y por el alcohol te entregue mi cuerpo, entiendo que seas un hombre responsable y quieras hacerte cargo del bebé, pero no tenemos que casarnos para eso, ni vivir juntos es algo de loco, tú no me amas ni yo a ti y...—
Y de pronto tapa mi boca y me deja caer a la cama la toalla me descubre los pechos y mi corazón late tan fuerte que siento que lo puede escuchar. Se acerca a mi oído y me habla
—te dije que serás mi esposa, te advertí antes de que esto pasara que si me dejabas probar tu boca, solo eso, no había vuelta atrás y aún sabiendo eso tú te entregaste a mí, te pregunté que si paraba y no te negaste a que te tome (su mano se desliza por mi vientre y mi cintura con suavidad) crees que después de tenerte y hacerte mía, tener la dicha de ser el primero en tu vida y dejarte embarazada voy a rendirme tan fácilmente? Estás muy equivocada aurora, tú sacaste esta bestia ahora haste responsable y domínala— mi respiración se aceleró y se separó de mí, me cubrí con la toalla sentándome nuevamente y me volvió a hablar
—en esas bolsas hay ropa interior y pijamas, cámbiate y te espero para cenar— tomo mi mentón nuevamente —no tardes— y me dio un beso en la comisura de mis labios.
Cuando escuche la puerta cerrarse suspire profundo y tape mi boca —en que problema te has metido Aurora, ahora como me deshago de él— me muerdo el labio y rasco mi cabeza.

Bajo con una pijama de rayas color rosa es una camisa de mangas largas y un pantalón largo no se cómo es que sabía mi talla, pero me quedó bien. Compro un sinnúmero de ropa interior de encaje (pervertido) y una que otras prendas, perfumes y accesorios y había unas vitaminas supongo que son para el embarazo. De verdad que no entendía a ese hombre, creo que es demasiado detallista. Aunque después de todo eso no es tan malo.
Llevaba el cabello suelto y baje las escaleras y fui hasta el comedor. Al llegar el mayordomo saca la silla y me siento frente a él en un comedor inmenso para diez personas.
La comida se ve apetecible, pero siento las náuseas por el olor, él ve mi cara de desagrado
—debes comer bien, tienes anemia y necesitas hierro para que el bebé no sufra ningún daño, te compre unas vitaminas y ácido fólico ¿lo viste?— pero el mayordomo tose (cof cof) creo que se había impresionado, Duncan me mira y espeta
—¿no le dijiste que estabas embarazada?— niego y me encojo de hombros
—Julián, no te hablé mucho de ella tenía prisa y el tiempo no me daba, pero ella es aurora y está esperando mi hijo— los ojos del mayordomo se agrandan y me hace una clase de "reverencia"
—felicitaciones señor Di Marco, debió informarme que estaba embarazada desde el principio para darle las mejores atenciones— por primera vez lo veo sonreír, al parecer saber que estoy embarazada lo alegro mucho y espeto
—creo que las atenciones del día de hoy han sido de mi agrado, no tiene que preocuparse— me sirve agua y rápidamente la tomo toda como si estuviera corriendo un maratón y Duncan come con una sonrisa en sus labios.
Intento entrar la comida en mi boca y tomo la servilleta y me tapo. Duncan habla rápidamente
—Julián, trae un basurero y colócalo a su lado—sentía mis tripas contraerse y los reflejos de vomitar se hicieron presentes, él dejó de comer y se acercó a mí —vamos, estoy aquí— toma mi cabello lo envuelve en sus manos y vomito hasta que duele mi estómago, me limpio la boca y recuesto mi cabeza de la silla suspirando. Mi frente había sudado bastante y él seca el sudor —Julián, prepárenle una sopa de vegetales bien cargadas y la suben junto a mi cena a nuestra habitación— me carga en sus brazos y me acomodo de su pecho, de verdad me sentía muy mal. El me lleva a la cama y me coloca una manta y lo veo guardar todas las cosas de las bolsas con delicadeza en el closet, habían unas bolsas de cosas de él que obviamente no toque y abre su parte del gran closet y le pregunto
—¿por qué tienes tantos trajes negros y de colores oscuros?— voltea hacia mi con una sonrisa
—creo que la costumbre— dice despreocupado.
—¿la costumbre de que?— pausa antes de hablar
—¿a que crees que me dedico?—me mira con esa mirada oscura que ciertas veces me da
—no lo sé, creo que grace me dijo que tenías una empresa—su mirada se relaja y me sonríe
—así es, tengo una empresa y le dedico mucho tiempo, de vez en cuando me tengo que ir de viaje por una semana, a veces un mes. Todo va a depender de los clientes— asiento
—pero tranquila, trataré de no viajar muy a menudo durante la gestación del bebé— lo interrumpo
—no te preocupes por eso estaremos bien— pero alza una ceja
—quiero estar cerca de mi hijo aurora, crees que te cuido solo porque estoy enamorado de ti? Quiero ver a mi hijo en todas las etapas— me quedo en blanco ¿enamorado de mí? ¿de verdad este hombre es como se ve? ¿Es tan perfecto como lo quiere mostrar?
—¿cuáles son tus puntos débiles?— le pregunté y suelto una carcajada al verlo como cambio de repente.
—no me mires así, lo digo porque no veo una falla en ti, te esfuerzas mucho por dejarte ver perfecto, entonces te pregunto ¿cuál es tu punto débil?—
Se encuentra recostado de un mueble con las piernas y brazos cruzados y nuevamente esa mirada se asesino
—tú y mi hijo son mi único punto débil— su teléfono suena y él responde en francés me quedo atónita y recuerdo que por haberme entretenido con él no le había pedido mi teléfono. Sale de la habitación y me dice que aguarde un momento volteo mi cabeza y sobre una mesa de noche donde hay una hermosa lámpara hay un pequeño libro, lo tomo y leo la portada «cuidados de una embarazada» suelto una risa —creí que sabias todo por tu propia cuanta— pero él me responde sacándome un grito del susto
—¿Cómo serás una gran abogada si no estudias? ¿Cómo crees que voy a saber de embarazos si es mi primera vez siendo papá?— lo miro aterrada, no recuerdo haberle dicho que estudiaba para ser abogada —no te asustes, te dije que vas a estudiar aquí en casa y para eso hay que pedir un traslado— abro un poco la boca —¿en que tiempo hiciste eso?—
—yo solo pido y se hace— de verdad que trato de entenderlo, pero no lo lograba.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora