Capítulo 60

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—¿a dónde vamos?- pregunta Jack viendo y sintiendo el mal humor de bruno.

—vamos por unos tragos- responde mientras acaricia la punta de dos de sus dedos y mira a cualquier lado, su teléfono sigue apagado y la ira sigue en él, Jack lo observa por el retrovisor y espeta

—estas seguro que todo tu enojo solo se debe a la discusión con tu padre o hay algo mas-

—sabes que es lo que me caga de la puta vida tener como padre al infeliz de Gino—

—realmente odias a tu padre o solo le guardas malos sentimientos por haber dejado sola a tu madre?—

—tenerle sentimientos y odiarlo no es lo mismo?—

—no, no lo es puede que solo tengas dolor acumulado y pienses que lo odies, el odio es un sentimiento fuerte si tanto lo odiaras no hicieras lo que te pide—

Jack ahórrate los consejos sobre sentimientos ni siquiera eres el indicado cuando dejaste una mujer llorando deprimida por ti- él se mordió el labio con tristeza sin que Duncan lo vea, pues después de todo era cierto.

Al llegar bruno es bien recibido pues frecuentaba ese lugar, pero antes de entrar se quitó el anillo de casado pues no quiere que todos se enteren de su matrimonio sabe que aunque lleva una vida secreta de mafioso muchos quisieran matarlo solo por ser el hijo con la fachada de mentira de ser un niño mimado y rico, en cambio a eso se coloco otro anillo el de su graduación.

—lo de siempre Duncan?— le pregunta coquetamente la barista, el acaricia su nariz y asiente mientras Jack se sienta frente a el y dos hombres mas se quedan cerca vigilando que todo este en orden.

—el niño rico Duncan— un conocio de el se acerca con un trago sonríe al ver a Duncan y lo saluda

—ya quita esa cara de mierda, me enteré que te habias casado y veo que traes el mismo anillo de siempre—

—tienes tres malditos segundo par que quites tú fea cara de mi vista—

—ja ja ja, oye relájate ¿quieres un trago? Te veo algo tenso desde que te hablé de tu espos...— pero Jack fue rápido en tomarlo por los brazos y pegarlo duramente de la barra haciendo que llame la atención de todos

—ya te dijo que te largarás ¿que tanto preguntas y hablas? ¿A caso estás trabajando para algún enemigo y solicitaron información acerca del hijo de Gino?— habla con los dientes apretados en su oído bastante cerca dejando que su aliento lo golpeee

—relájate, solo digo lo que escuche ustedes saben que las noticias vuelan y no es como que Duncan ande escondido— espeto de forma incómoda mientras su cara estaba siendo aplastada.

Duncan movió la mano y Jack se alejó un poco mientras el chico se acomodaba el saco y se acariciaba la mejilla colorada

—¿que le pasa a tu perro guardián?— se quejó mirándolo de reojo mientras Jack mantenía postura recta listo para el ataque y dejándolos solo nuevamente.

Así las horas pasaban Duncan bebía sin parar y Jack negaba sabiendo que no era muy buena idea, pero lo conocía y era mejor no opinar al fin de cuentas él era su chofer.

—¿estás ebrio?— Duncan lo mira seriamente

—¿crees que soy un crío de mierda que no sabe cuándo está muy alcoholizado?—

—creo que eres un pendejo más bien, ¿has llamado a aurora aunque sea una sola vez después que apagaste la porquería de celular que cargas?— negó con una leve sonrisa

—no se como hablaré con ella, cómo le haré entender que duraré dos meses fuera de su vida y que lamentablemente no la podré llevar y sabes que es lo que más me choca que tengo que hacerla ver cómo si hubiésemos salido los dos fuera del país ¿puedes entender lo jodido que me siento ahora?—

—todo esto no hubiera pasado si le hubieras dicho la verdad desde un principio—

—no me iba a aceptar—

—ese es tu problema, hablas sin ni siquiera estar seguro si lo haría o no, tú no le diste la oportunidad-

—¿es muy fácil hablar desde tu punto verdad? ¿Cómo le decía? Aurora quédate conmigo yo soy un mafioso, asesino gente y vendo cualquier cosa que se trafique, menos humanos y por eso me desaparezco por días y meses. Me apodan diablo y tengo doble vida? Pero según tú, ella me iba a decir "ay Duncan te acepto con todo eso que cargas porque te amo con locura" ¡MALDITA SE! NO ME HA DICHO TE AMO NI SIQUIERA, no está enamorada de mí—

—¿y supongo que mentirle para hacer que se enamore si es inteligente? crearle un mundo para después desmoronárselo si es de sabios—

—simplemente no quiero que esté en peligro, mientras menos sepa quien es Duncan realmente hay menos peligro para ella.—

—y cuando sepa quien es Duncan realmente ¿que sucederá?— se dio un trago largo y arrugó la cara.

Una voz reconocida detrás de ambos los hizo girarse un poco, era jazmín.

—vaya, vaya— tenía un vestido adherido a la piel con tacones puntiagudos y su cabello en ondas suaves con un hermoso labial rojo, se dio el último sorbo de la bebida

—de lejos puedo ver que no traes ese anillo de bodas que diría tu esposa la virgencita si se entera de algo así—

—creo que el ambiente se puso algo incómodo— espeta Duncan con la mirada dirigida hacia Jack y él asiente, de repente ella se acerca mucho a él de una forma rápida y sutil a milímetros de su oído

—tranquilo guapo, aquí están prohibidas las fotos ella no se enterará que solo finges que la amas— se aparto de él  antes de que le responda y camino lentamente moviendo su cintura y perdiéndose entre las personas. Jack lo mira con las cejas alzadas

—te conviene empezar a ponerle un alto a esa mujer no me da buena espina—

—jazmín es insignificante, puede hacer lo que le plazca y nunca obtendrá lo que anhela—

Ya eran las tres de la madrugada y Duncan nada de llegar, aurora estaba tan preocupada y sobre todo enojada ¿donde estaba? ¿por que razón no tomaba el teléfono? El sueño no llegaba a ella, pero empezaba a sentir fuertes dolores en la espalda. Mientras lo esperaba por horas hizo todas las tareas pendientes y Julián le insistía en que descansara alegando que a veces eso pasaba, pero ella sabía que lo hacía para que ella estuviera tranquila.

A las cuatro de la mañana Duncan llega, abre la puerta y cuando camina hacia las escaleras, escucha desde la sala de estar la voz de aurora.
—buenos días, Duncan ¿te dejaron libre al fin?— él frunce el ceño, pero no se le quiere acercar por el olor a alcohol

—aurora ¿por que no estás dormida?— eso la enfurece y lentamente descalza con short y su pelo desarreglado, se acerca mucho a él

—¿tienes el descaro de pedirme que me duerma? Además de eso te llame muchas veces y tú teléfono está apagado desde temprano ¿crees que es Justo lo que me estás haciendo en estos días? Te has comportado de forma extraña como si todo lo que sentías fue mentira y ya te aburriste de mí— él coloca su mano en su mejilla tratando de evitar hablarle de muy cerca

—como vas a pensar eso de mí...—

—¿estabas tomando Duncan?— su cara nuestra más enojo

—solo fueron unos tragos, el día fue largo y tuve demasiados pendientes, tú sabes que pronto me iré a dubai y todo debe estar en orden—

—¿vas? ¿No se supone que vamos?— ella agita su mano y él rostro de él endurece

—¿ya no iré verdad?— dice con tono decepcionado, él voltea el rostro, por primera vez no puede mirarla a la cara

—surgieron algunos cambios y...— ella se aleja de él para evitar que él la vea llorar

—Aurora...— cuando va a caminar en busca de ella sus pies tropiezan uno con otro y cae al piso donde un golpe en la nariz lo hace sangrar hasta botar mucha sangre, ella escucha el golpe y se vuelve hace él desesperada el cual se gira quejándose del dolor

—e-espera déjame ir por alcohol y algodón— fue y lo busco y subió sobre él mientras lo curaba ambos tirados en el piso, las manos de él se mantenían acariciando sus piernas y mientras ella terminaba vio un poco de labial rojo en su oreja y sin preguntarle lo empezó a golpear, él no sabía que sucedía, pero colocaba sus brazos como escudo escuchándola gritarle "maldito infiel."

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora