Capítulo 19

314 32 2
                                    

—si sigues abriendo esa boca desbocada que tienes terminarás muerto, posiblemente antes que yo—
No iba escuchando nada de lo que decía gino, tenía el ceño fruncido mientras mirada la cámara desde mi celular
—¿cuánto tiempo más debemos estar aquí?— ya estaba demasiado harto
—cálmate, en una semana mas la vas a ver, pensé que moriría sin verte enamorado—
—¿estás tratando de actuar como padre gino? Si ese es el caso ahórratelo no me interesa—
Llegó al hotel donde me hospedaba quito toda la ropa y me entró al baño. Salgo envuelto en una toalla secando mi cabello y tomo mi teléfono, era algo tarde veía a aurora dormir a través de la cámara, no quería molestar, pero quería oír su voz
—¡hmm! Duncan ¿por qué me llamas a esta hora? Tengo sueño— su voz se escuchaba adormecida tanto que me daba ternura
—quería escuchar tu voz—
—en el día no me llamas y ahora me despiertas para hablar conmigo ¿quien te entiende Duncan?—Suelto una risa
—¿quieres concederme el honor de entenderme?—
—¿como?— me pregunto en voz baja
—casándote conmigo—
—¿no crees que es muy apresurado? Ni siquiera nos conocemos— bosteza
—no podemos conocer en el proceso hermosa mía—
Se queda dormida, se que pensará que fue un sueño, pero haré que lo recuerde.

***
Me despierto cada vez peor, ya tenía cinco semanas de embarazo creo haber soñado con Duncan pidiéndome matrimonio, agradezco a Dios por un nuevo día y tomo mi celular, en el veo un mensaje de texto
"No fue un sueño, te pedí matrimonio te lo escribo porque estabas hablando dormida" me reí
—definitivamente eres un enfermo— me levanto de la cama y me ducho, tengo clases en una hora y hoy estoy peor. Tomó un vaso de agua y las prenatales y bajo a desayunar, pero me encuentro al mayordomo
—buenos días aurora— tiene un sinnúmero de bolsas
—todo esto es de usted, y ve eso que está allá— veo un ramo de tulipanes lila
—es de usted, lo envío el señor Duncan— camino hacia ellas y el mayordomo sube las bolsas. Una de las sirvientas se acerca a mí
—¿quiere una jarra para ellas?— sonrío y asiento.
Después de ayudarme a colocarlas mi teléfono suena, ese número desconocido otra vez, ya se quien es.
—alo— no se porque me siento ansiosa
—¿te gustaron las flores y los regalos?— sonrío y me muerdo el labio inferior
—si, están muy hermosas, aún no he visto los regalos-
—hay algo para el bebé quiero que lo veas— me sorprendo
—¿para el bebé? Apenas tiene cinco semana—
—ya mi bebé tiene cinco semanas dentro de ti, vaya puntería la mía—
—no empieces Duncan, ya han pasado dos semanas y no ha regresado— espeto algo tímida
—¿ya me extrañas mami?—No evito la risa
—me dices mami porque seré mamá— escucho su respiración
—serás la mami de mi bebé y mi mami también, soy un niño cuando estoy contigo— me sonrojo
—i-ire a ver los regal...— pero mi corazón se detiene al escuchar unos tiros
—DUNCAN— y me cuelga, el mayordomo viene rápidamente hacia mí y uno de los que cuidan la casa
—escuché unos tiros y Duncan cerró la llamada y no me respondió— mis ojos se llenan de lágrimas y siento un dolor en mi vientre bajo y no puedo dejar de vomitar hasta el punto de ir perdiendo la consciencia y no saber nada más de mí.
Trato de despertar y volteo mi cabeza de un lado a otro siento la amplia mano de alguien en mi rostro y me duele demasiado la cabeza, gimoteó
—mi hermosa— abro los ojos adormecidos y trato de levantar la mano, pero no tengo fuerzas
—Duncan...— y me vuelvo a quedar dormida.

***
Mientras hablaba con aurora escuche disparos a fuera y después dispararon a la puerta de mi habitación, tiré rápido el teléfono haciendo que se rompa. Tomé una pistola que tenía sobre la mesa y me escondí.
Uno de ellos caminó directamente al clóset justo donde estaba en cámara lenta apuntando, mientras que el otro daba la espalda vigilando las demás partes y debajo de la cama. Abrí la puerta con fuerza y le golpeé la cara cuando intento abrir y cayó con la nariz rota y él otro me disparó, pero fui rápido para tirarme al piso y le disparé en un pie haciéndolo caer gritando y le di otro en la cabeza y cuando el otro tomó la pistola para dispararme le dieron cinco tiros en la espalda, era mi padre y sonriendo hablo
—¿y darme el lujo que me mate otro y no tú? Jajajaa jamás— suspiré cayendo al piso
—¿de que bando son estos hijos de puta?— me levante y los revise
—de alguien que conoce tu identidad, Duncan—
—¿quien coño es el dueño de este hotel?— empecé a escuchar las patrullas de policía
—¡mierda!— recogí todas las cosas y salí, en el pasillo estaban parte de mis hombres muertos y las personas corrían.
Salimos por las escaleras traseras escoltados por mi chofer.
Mientras voy en el coche mi chofer me pasa su teléfono
—señor hay un llamada para usted desde su casa—llama uno de los seguridad de aurora, lo tomo con prisa.
—señor, vamos camino al hospital la señora sintió un fuerte dolor en su vientre bajo y se desmayó— paso la mano por mi cara con frustración y gino lo nota —¿malas noticias?—
—si, creo que hoy no es mi día— y no agregó más al tema y él tampoco.

Me bajo del avión y mi chofer me lleva a toda velocidad al hospital, en el carro me cambio de ropa.
Llego y mi mayordomo y un seguridad están ahí
—¿donde esta?—
—señor no puede...—
Entró a la habitación, él doctor me mira con sorpresa
—¿es usted quien?— no respondo nada y la veo ahí, pese a que esta débil tiene el ceño fruncido
—señor, quien es usted no me quiero ver en la obligación de decirle a la enfermera que lo saque a la fuerza—
—soy su pareja, lamento irrumpir, pero acabo de llegar de un viaje de negocios tenía dos semanas fuera—
—espéreme afuera, tengo que hablar con usted— ella empezó a mover su cabeza y me acerqué y acaricié sus mejillas, me llamo por mi nombre queriendo tocar mi cara y volvió a dormirse.

Salgo de la habitación el mayordomo me pregunta por ella y no digo nada estoy demasiado estresado, el doctor sale y me llama a un lado

—señor Duncan, entiendo que sea un hombre de negocios, pero su esposa o novia, está teniendo un embarazo reciente y no se que la llevo a este nivel de estrés, pero no es bueno que apenas con cinco semanas esté así, necesita reposo absoluto, necesito una ecografía para ver que todo vaya bien—

Asiento y me maldigo una y otra vez, luego me acerco a Julián
—lo siento, estoy de malhumor y estresado—
—es parte de su personalidad Di marco— la enfermera me avisa que despertó y que la llevaran a la sala para hacerle una ecografía, espero que la saquen de la habitación y al verme sus ojos se agradan intenta levantarse
—no, no puedes hacer nada— me coloco a su altura y agarra mi cabeza
—estás bien, escuche...— le doy un beso y la abrazo cargándola en mis brazos para que no diga nada.
—indíqueme hacia dónde y yo la sigo—

**
—pueden ver ahí, ese es el bebé— me quedo viendo la pantalla y solo veo una pequeña bola, ella me explica un sinnúmero de cosas que no entiendo, observo a aurora y está incomoda cada vez que la doctora mueve el aparato dentro de su vagina hace una mueca de desagrado, tomo su mano
—tranquila, soporta un poquito— beso su mano con tristeza.
—veamos si tiene latidos— para nuestra sorpresa escuchamos sus latidos, aurora aprieta mi mano y yo la de ella y veo sus ojos llenarse de lágrimas y trata de limpiarse los ojos
—tiene un fuerte latido para tener cinco semanas y cuatro días, generalmente se escuchan a partir de las seis semanas, probablemente sea una niña sus latidos suelen ser más fuerte que la de los niños, pero no quiero que se ilusionen, solo es una suposición—
Asiento y saca el aparto de ella, la ayudo a acomodarse y a limpiarse el gel. Salgo con ella en mis brazos de la habitación luego de que me entregaran la ecografía y el mayordomo preocupado sobre ella coloca una manta.
Nos vamos a casa, ella duerme sobre mi está agotada y yo me quedo dormido también.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora