—espera, aurora déjame explicarte— ella se intentó alejar de él, pero la detuvo
—¡SUÉLTAME! — le grita, mientras se derraman las lágrimas de sus ojos
—¿ASÍ ERA QUE ESTABAS TRABAJANDO? ¿COSTÁNDOTE CON OTRA MUJER?— como él puede se da la vuelta y plasta su vientre un poco y ella gime de dolor
—¡MI HIJA IMBECIL!-
—lo siento, no quería lastimarte, déjame explicarte, por favor, no me he acostado con nadie— ella se trata de alejar de él nuevamente y en su intento forzado le da justo en las pelotas haciendo que el vuelve a caer retorciéndose y gritando, ella se levanta mientras lo mira quejarse de dolor y le patea el estómago con miedo de que la vuelva atrapar. Y pese a que no fue de manera brusca la patada, la sintió no tanto, ya que el dolor en sus pelotas fue mayor.
—muérete de dolor maldito infiel, me largaré de esta casa— camina hacia las escaleras enfurecida y sintiendo que sus fuerzas iban colapsado poco a poco, y él aún sintiendo mucho dolor, le grito
—¡TU NO IRAS A NINGUN LADO AURORA, VUELVE AQUÍ TENEMOS QUE HABLAR, LAS COSAS SE ARREGLAN HABLANDO NO DEJANDOSE DE HABLAR!— desde el último escalón se quedó viéndolo con desprecio y le respondió
—vete a la mierda infeliz—
Entrando a la habitación las ganas de vomitar la atacaron fuertemente y no evito ir al baño con rapidez dejando la puerta de la habitación abierta porque no le dio tiempo a cerrarla, pero si cerro la del baño y los vómitos la atacaron hasta sentir como su estómago se encogía. Cinco minutos más tarde al otro lado de la puerta un Duncan aún quejumbroso le hablaba y le tocaba la puerta con brusquedad.
—debemos resolver esto como adultos aurora, no como niños, estas actuando como una niña pequeña rebelde sin medir consecuencias— ella tenía la mirada perdida y mientras lo escuchaba hablar de sus ojos las lágrimas se deslizaban y le gritó
—SI YO SOY UNA NIÑA PEQUEÑA, LO SOY, NO DEBERÍA ESTAR AQUÍ, NI SIQUIERA CARGAR CON UN BEBÉ Y AUNQUE YA NO ME ARREPIENTO HAY COSAS QUE SE PODÍAN EVITAR POR EL MOMENTO— él suspira y se calma hablándole más suave.
—aurora, ábreme y déjame explicarte lo que sucedió dame el beneficio de la duda— ella lo sigue ignorando y llora desconsoladamente, mientras se mira al espejo, como él se atrevía a engañarla de esa forma.
Duncan hace silencio unos minutos o eso era lo que ella pensaba y busca el llavero que guarda Julián, en el cual están todas las llaves de todas las puertas con el número de cada puerta, no quería hacer eso, pero ella no le dio más remedio y ya llevaban veinte minutos en lo mismo, él era consciente de que no era bueno para ella estar así en ese estado y menos cargando su hija.
Ella se echó hacia atrás cuando vio que él abrió la puerta y miraba de reojo buscando con que defenderse porque la mirada de sus ojos, su semblante y todo en él era distinto, le dio algo de miedo y era consciente de que le había pegado. Con las manos hacia arriba en son de paz y descalzo, sin camisa solo con los pantalones él daba pasos lentos hacia ella
—tranquila que no te hare daño, entiendo que estas molesta, yo también lo estaría si llegaras a mí con el perfume o loción de otro sujeto que no sea yo, pero te daría la oportunidad de explicarme antes de atacarte o usar la violencia que para nada es buena, nada solucionas con la violencia, creo que para eso existe el dialogo y más entre parejas— su forma de hablar era demasiado convincente, pero no se quería arriesgar.
—te he dicho que no me interesa hablar contigo, quiero que ahora mismo te alejes de mí y no des un paso mas o...—
—¿o que? ¿Volverás a pegarme en las pelotas o en el estomago? ¿quieres tener un solo bebe que haces eso? ¿Por que recurres a la violencia siempre mi amada? si nos ponemos a pensar unos días atrás me pegaste y hoy también, entenderé que tus hormonas te tienen descontrolada y...- pero ella lo interrumpe.
—¿mis hormonas dices? ¿Es justo que te vayas a las seis de la mañana y que ya sea de madrugada y regreses lleno de labial? ¿Tu eres imbécil o que? No me perece justo que ni siquiera una llamada me hayas hecho, has estado actuando tan extraño en estos días poniendo en duda todo lo que dices habíamos planeado ir juntos a tu trabajo, pero ya no podré ir, además de eso, ni siquiera traes puesto el anillo de bodas—
Ella se muerde el labio inferior y esboza una sonrisilla de tristeza negando, Duncan se mira la mano y hace una pequeña mueca de disgusto sabe que estaba hasta el cuello las cosas empezaban a salirse de su control.
Ella sobre su nariz mirándolo en silencio fijamente a los ojos
—yo no te engañe con nadie, simplemente me saludaron y al parecer se me quedo labial pegado en las mejillas——el labial estaba entre tú oreja y cuello ¿ahí te saludo tu amiga?— él suspira negando y ella se decide por salir del baño pasando por su lado y empujando su hombro, pero él la agarra por la mano con dureza.
—déjame en paz, Duncan— él se arrodilla y abraza sus piernas, su cabeza queda justo en el vientre al cual le da un beso, ella levanta la cabeza y las lágrimas gotean y caen sobre él.
—te juro por mi madre que ya murió que yo no te he engañado, encontré a jazmín en un bar donde acostumbro a ir con Jack, había tenido una discusión con mi padre por la misma razón...—
—no te he pedido que jures por tu madre ni que me cuentes nada— lo interrumpe duramente
—no olvides que eres mi mujer, eres a la única que le debo explicaciones— ella voltea los ojos exasperando
—lo curioso es que jazmín tuvo hasta el placer de mancharte con labial el día de hoy, pudo verte más que yo, sin embargo yo pase todo un día sin saber de mi esposo, apagaste el teléfono no hubo un mensaje de texto ni siquiera a Julián para saber de tu supuesta esposa e hija, así que ahórrate las excusas baratas Duncan y compórtate como un hombre ¿o cómo explicarás lo del anillo de bodas? ¿Te obligaron a quitártelo también?—
—no es así como lo dices, ni cómo lo imaginas...—
—patrañas, estoy apunto de creer que tienes el don de saber mentir muy bien y los mentirosos no son de mi agrado, porque si juraste esas cosas el día de nuestra boda y haces todo lo contrario a lo que juraste ¿de que vale que nos hayamos casado?—
El corazón de él late con miedo por primera vez, la voz de aurora sonaba decepcionada y temía que ella quisiera terminar la relación que aún no había empezado bien.
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¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18
RomanceEs divertido salir con chicos hasta que escuchas lo que realmente quieren de ti, llevarte a la cama con un solo fin, que abras las piernas. Me mudé lejos de mis padres a Cambridge con una beca que luche por conseguir para Harvard. He conocido una a...