Capítulo 41

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—AHHHHH! No lo puedo creer Jack, el imbe...—él alza las cejas cuando intento insultar a Duncan y me retracto
—bueno, Duncan quiere que seamos los testigos, que me pondré para ir— corro al clóset, pero el guarda silencio
—¿pasa algo Jack?— él camina hacia mí y me abraza por la cintura negando
—no— tengo un vestido el cual levanta y manotea mi trasero duro sacándome un respingo
—¿q-que pasa contigo?— las palabras se entrecortan en mi garganta
—nada, te ves genial emocionada y ese vestido te queda bien— trago grueso Jack ha sido el único hombre que me ha hecho sentir tan nerviosa
—¿solo eso?— pregunto enlazando mis brazos a su cuello
—¿por que estás tan nerviosa? ¿A caso la fiera salvaje se está dejando domar?— abro la boca con falsa ofensa y lo sujeto por la corbata
—ahora te mostrare que nadie me doma— muerde su labio inferior
—eso quiero verlo y sentirlo— caminó con él sosteniéndolo de la corbata, me coloco frente a él y lo empujo a el sofá, rara vez íbamos directo a la cama.
Me siento sobre su regazo con las piernas a cada lado de su cintura y sus manos no dejan de masajear mi culo, el que golpea suavemente.
Mi vestido es de tirantes no tengo sostén y las bragas son de encaje fino blanco. Mientras intento quitar la corbata escucho el sonido de la tela rota
—a este paso me dejarás sin una braga, Jack—
—puedo comprarte una tienda— sostiene mi cara y me besa desesperado, le quito el saco con su ayuda y desabrocho la camisa.
Dejo de besar sus labios y beso su barbilla y después bajo por su cuello dejando un rastro de baba con mi lengua hasta llegar a su abdomen.

Me arrodillo como perra quitando la correa y el botón del pantalón.
Nuestras miradas se encuentran y abre un poco la boca cuando saco su pene del bóxer y lo acaricio para luego entrarlo en mi boca hasta que mi estómago se contraiga y tenga ganas de vomitar.
Juego con el cuando lo saco de mi boca, esta mojado de baba y de arriba abajo le doy masajes y lo vuelvo a chupar.
—¡hmm!— disfruto.
Su cabeza se echa hacia atrás y escucho gemidos suaves de parte de él mientras traga moviendo su garganta y su vientre bajo se contrae.

Me levanto y sus dedos juegan con mi entrada después de elevar una de mis piernas, el sonido me agrada y sus dedos adentro de mí más
—estás mojada y lista— aprieta mi cintura y besa mi vientre y su lengua me acaricia mientras me mira con lujuria
—al diablo con esto, necesito meterla— reprocho, me siento sobre él entrando su pene de golpe y gimiendo los dos
—esto me encanta— muevo mi cintura suave empezamos a coger ritmo y él me hace presión hacia abajo mientras aprieta los dientes y suda. Mis pechos están al aire y en cada movimiento ellos brincan aunque tengo el vestido puesto
—¡quítatelo!— me exige y le hago caso, se levanta conmigo clavada y se sienta conmigo frente a un espejo.
—ahora quiero que hagas lo mismo dándome la espalda— no entiendo que quiere tengo el cerebro bloqueado
—¿que quieres?—
—quiero que ambos disfrutemos, siéntate en mi cara-
Ya se que es lo que quiere y así lo hago. No entiendo porque estar así con él me avergüenza y chupo su pene mientras él me lame toda la vagina y se detiene en mi clitoris succionando delicadamente haciéndome gritar de placer.

Su experiencia sexual me asombra demasiado y cada vez que cogemos, algo nuevo desea. Aprieta mi culo con desesperación y mi boca se aparta de su pene mientras me quedo mirando el espejo y me levanto un poco. Mi vientre se empieza a contraer y siento un nudo caliente formándose en mi interior, mi sangre se acelérela sintiendo la necesidad de que jamás acabe esta sensación de segundos.
—Jack, jac...¡ay papiiii!—caigo sobre él exhausta respirando profundamente y se que la vista en este momento para él es perfecta, puede verme todo hasta más allá, es algo vergonzoso, pero que más da le acabo de gritar papi mientras tenía un orgasmo.

No pierde tiempo y me acomoda frente al espejo, me agarra la cintura con fuerza y me lo entra de forma dura y a la misma vez placentera.
Jack es silencioso, gime suave y nunca habla mucho, en cambio yo no puedo evitar gritar. Sus choques dentro de mí golpean una parte que me hace sentir demasiado placer y el sudor cubre mi cuerpo pese al aire acondicionado es como si no lo siento y estuviera en un sauna.
Me golpea el trasero y me jala el cabello no se como no se cansa. Se pone de pies y me pide que lo haga igual.
—creo que no tengo fuerzas Jack— estoy cansada.
—no te preocupes, yo tengo— acuesta la mitad de mi cuerpo sobre la cama y deja mis pies sobre la alfombra y vuelve y me penetra, esta vez me agarra del cuello y me susurra al oído
—mira que hermosa estás— mis pezones se vuelven bolitas eso si que me excito porque su voz se escucho distinta y me fascino. Me besa con baba y le hablo

—¿por que eres tan malditamente delicioso?—
—porque soy tuyo— cerré mis ojos, esa palabra solo esa me dejo loca y borracha de pasión, Jack hablaba poco, pero las veces que hablaba me derretía
—voy a correrme muy profundo— niego
—hemos dejando de u-usar con-condon Jack—
—¿temes a quedar embarazada?— asiento, no estoy lista para eso.
—llamaré a la farmacia por la pastilla de... ¡AGH—
me dio una dura estocada haciéndome temblar y gimió en mi oído, mientras me abrazaba, al tener su orgasmo duro. Nuestros cuerpos cayeron sobre la cama y su gran cuerpo me aplastaba
—eso fue muy intenso— gimoteo.

Unos minutos después cambiamos las sábanas y el fue por mi pastilla postday.
—¿estás emocionada por la boda?— entra a la habitación silencioso, estoy preparando mi maleta y sonrío
—¿tú que crees?— dobla el cuello y me hace una pregunta que me desconcierta
—¿quieres casarte alguna vez?—
—nunca he pensado en casarme así que ¡hmm! No tengo una respuesta para eso— chasquea la lengua y asiente
—¿y tú? ¿Quieres casarte alguna vez o tener hijos?— y escucho un rotundo
—NO— su tono fue algo frío y no se porque muy en el fondo aquel no me molestó un poco, aunque simplemente sonrío
—tal vez por eso somos el uno para el otro— niega tranquilamente y sele de la habitación
—¿por que me gustas tanto? ¿y por que mi corazón late tan fuerte?— me siento recordando cuando fue al baño del bar a detenerme para que Duncan hablara con aurora, cuando iba a salir él me detuvo, no le preste atención, pero recuerdo su mirada intensa, posiblemente en ese momento no me daba cuenta de él, ni de su presencia. pero él está aquí conmigo y vamos a viajar juntos ¿pero porque me sigue molestando que me haya dicho que no tan rápido y que hable tan poco acerca de él?.

Mientras vamos en el avión está más serio que todos los días, no se si le dije algo fuera de lugar que lo haya molestado, habíamos tenido sexo de forma deliciosa y de pronto él cambió. Sin darme cuenta me empiezo a cuestionar me levanto dejando los tulipanes blancos en el asiento. Duncan me amenazo de muerte si algo le pasaban a esos tulipanes.

Me quedo viéndome en el espejo habíamos reservado en un hotel, ya que nuestra llegada era una sorpresa para ella y no sabía si pedir una habitación extra.
—estúpido ¿crees que te voy a rogar? Jamás lo haré si quieres seguir... ¿que diablos te pasa Grace? Eres una perra no lloras a ti te lloran ¿estás perdiendo el hilo de quien eres o que? Que se vaya a la verga si no quiere hablarte—

Me acomodo el vestido sintiéndome mejor y voy a mi asiento nuevamente. Al llegar me doy cuanta que las flores no están y Jack tampoco, tal vez la llevó a un lugar más cómodo niego y abro mi bolso y saco mi teléfono, tengo algunos mensajes de texto y los respondo, suelto una risa y de pronto Jack arrebata mi teléfono sacando un respingo de mí
—¿que haces?— sus ojos me miran fijamente y mira mi teléfono
—"te extraño mucho y quiero sentirte, no entiendo porque estás tan distante últimamente"— me molesto por haber leído mi conversación sin permiso
—Jack, eso es violacion a la privacidad ajena ¿acaso actuarás como Duncan?— acerca su rostro un poco a mí
—¿cuál es la diferencia de él y yo? Cuál es la diferencia entre una prostituta y...— pero mi mano fue rápida y se la estrellé duro en la mejilla hasta voltear su cara y coloca su mano ahí, me miró y terminó la frase
—...una mujer comprometida que engaña su pareja ¿hay alguna diferencia entre Duncan y yo que soy su testigo?—
—lo siento, pese que me ibas a decir puta por el mensaje que leíste,  yo...— tapo mi boca angustiada  y me levanto para alejarme, pero agarra mi mano rápidamente y me lleva hacia él sentándome sobre sus piernas
—a un hombre nunca se le pega en la cara, así que vas a pagarme por eso.—

Mis ojos se abren y me doy cuenta que voy en un coche y mi cabeza esta sobre el regazo de Jack. Tengo una manta sobre mí sus labios me besan y de golpe me llegan los recuerdos de cómo me destruyó en el avión.
—¿ya llegamos? ¿Por que no me despertaste?— escucho un carraspeo y veo quien esta al volante
—¡SEÑOR ALBERTO!— me levanto de sus piernas y sonrío
—¿querida cómo estás? El señor dijo que te habías tomado unas pastillas que te hicieron quedarte rendida— asiento y clavo las uñas en sus piernas recordando cuales fueron las pastillas.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora