Capítulo 34

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Fui por el helado y como era de esperarse no lo quiso, me senté en el sofá a procesar que mi mujer me hizo tardar una hora y media en llegar a casa en busca de un helado deseado que no comió, ya empezaban mis dolores de cabeza del embarazo.

Nos levantamos temprano, pues su madre la llamo emocionada porque íbamos o más bien ella va, aún sus padres no saben de mi existencia todo será una sorpresa para la familia, aunque si les había dicho que estaba conociendo a alguien "especial" para ella.

No quiero imaginar la reacción de ellos cuando me vean llegar con su hija embarazada de casi tres meses y con papeles para celebrar una boda civil.
Estoy agotado, cuando estoy con aurora me da pereza despertar, pero fuera de ella puedo amanecer y ver el sol y no me importa, ella es mi lugar seguro y no lo sabe.
Estoy sobre la cama mientras ella camina de una lado a otro agitada preparando algunas cosas, me mira con disgusto
—no voy a preparar tu maleta, Duncan así que levántate de esa cama— le lanzo un beso al aire y me levanto, abro mi clóset y saco dos maletas
—aquí están mis cosas— ella las mira y luego a mí
—¿en que tiempo hiciste eso?— la tomo por un brazo y la abrazo con amor
—lo he hecho mientras dormías— eso es una mentira, tengo maletas de viaje preparadas en caso de una emergencia con diferentes ticket "ropa casual" "ropa formal" ambas maletas tienen ambos tickets.
—pero falta algo importante— fui al clóset otra vez y tomé el traje de bodas que estaba en una funda negra de tela, abrí una maleta y lo acomodé
—espero que lleves plancha a vapor— le doy un beso en la cabeza aún viendo su sorpresa.
—tus maletas incluso tienen ticket de ropa casual y formal, vaya si que eres organizado ¿y tienes todo ahí? ¿Perfumes, zapatos, accesorios etcétera?—
—si señorita, todo lo que necesito ¿nunca te ha dado curiosidad mi clóset?— le pregunto, ya que nunca me ha dicho nada al respecto, más que hablarme de los colores de mi ropa
—jajaja, no me gusta violar la privacidad de los demás— me siento algo incómodo, ella no tiene idea de cómo he violado la de ella cada día
—ven, te muestro— abrimos el clóset y la dejo ver mis perfumes y relojes, zapatos y los aretes que solo usaba cuando diablo andaba encubierto. Ella se queda viéndome
—¿usabas pendientes antes?—
—más o menos— ella sonríe y toma un par de argollas pequeñas
—no me había percatado de tus orejas perforadas— se concentra colocándomelas y me mira mientras se muerde el labio sin malicia como si fuera lo más bonito que ha visto.
—te ves tan distinto, pareces un chico malo, te ves sexy con ellas—
—se que soy irresistible para ti mami— echo su cabello hacia atrás mientras ella ríe fuerte y miro fijamente a mi peli negra, cuerpo de diosa que coge como una delicia.
—aún no creo que en una semana ya serás mi esposa, ¿les gustará a tus papás verme con estas argollas?— le doy un beso en la frente  y ella sonríe
—si a mí me gusta, todo está bien, a mí es que me debe gustar— no conocía esa parte de mi mujer, me gusta que me defienda. Nos besamos sin malicia y recordamos que tenemos que estar listos
—voy a cambiarme ¿me ayudas a elegir?— buscamos la ropa, algo casual y suave para viajar a Latinoamérica, específicamente a Costa Rica.

Mi mayordomo lleva las maletas al coche luego de prepararnos y le prepara algunas comidas, me siento bien Julián le ha tomado tanto cariño. Hubo un tiempo que tanto él como gino creían que moriria solo y de vez en cuando él me decía que debía casarme con alguien para que pueda usar los muebles de la casa, pero no tenía intenciones de eso, no hasta que vi a aurora en ese bar, en el segundo que la vi llegar supe que era la mujer que necesitaba para cambiar de vida.

Estoy viéndola reír con las sirvientas mientras come y Julián le entrega las prenatales aclarándole que debe ser diarias, por suerte a mi no se me olvidaría.
—señor Di Marco, que tengan buen viaje y que tengan una feliz boda— asiento con una sonrisa sin mostrar los dientes y las del servicio también nos felicitan.
Escucho una voz espeluznante detrás de mí que me hace vibrar el oído
—AURORAAAAA— Grace, joder su voz chillona me irrita, corre hacia ella y la abraza y siento el perfume de Jack, dejó a Grace lloriqueando porque no puede ir a Costa Rica con su amiga a celebrar la boda y conocer a sus padres y salgo un momento con Jack.
—¿estás seguro de irte solo?— se que está preocupado, pero por suerte soy un hombre común y corriente
—mantén todo en orden mientras no estoy—
—Duncan, la FBI se dará cuanta que estas viajando demasiado y vendrán a joderte—

Froto mis ojos recordando que cada cierto tiempo tengo una vista de ellos. Soy el hijo de un narco, pero yo decidí estudiar y no ser como mi padre, odio a Gino, aunque viva de su dinero sucio. Sobre mí no hay ningún tipo de cargo, ni acusación he podido vivir "libre" y mi papá me protege, por eso tengo seguridad etcétera, por sus enemigos. Yo estudié negocios internacionales y se cuatro idiomas, español, inglés, francés y mentiras jajajaja, viajo mucho por que como soy hijo de un narco, hago lo que me da la gana, soy un puberto que malgasta dinero de un papá ausente y una madre muerta y esa es la coartada perfecta para quitármelos de encima, pero desde que viajo una dos o tres veces en el mes molestan ansiosos de saber el paradero de gino.
Pero no será por mucho, cuando vean a Aurora embarazada y cargando un anillo de matrimonio se que me dejarán en paz, espero que ella no sospeche nada extraño o tendré que sacrificar a gino.

—¿en que piensas Duncan?— suspiro
—le diré a aurora que Gino es un narco— él no hace ninguna expresión en su rostro pese a que lo dije muy serio
—¿y que le dirás que tú eres un ángel que no rompe un plato? A veces suenas algo descabellado—
—tengo un plan para esto— él suspira
—¿por que mejor no le dices quien eres? Y te ahorras su decepción cuando lo sepa por otra persona—
—no puedo— me niego aterrado sin mostrárselo
—¿no puedes o no te da la gana? Eres demasiado egoísta Duncan, tú amor es egoísta— no pude continuar Grace y aurora llegaron a nosotros
—lista Duncan, vámonos ya— le sonrío la abrazo.

Jack me lleva hasta mi avión, aurora y Grace brincan de emoción al verlo, había olvidado contarle ese detalle. Saludo al piloto y dejo a aurora cómoda y salgo del avión para hablar con jack

—recuerda que ahora eres Duncan Di Marco Bianco-le guiño el ojo, se quedaría en casa junto a Grace.
—cuídala mucho, si le pasa algo te...— alzo las cejas
—mi única prioridad es que aurora la madre de mi bebé este bien cien por ciento, no me digas que hacer- me doy la vuelta y me detengo sin voltear al escuchar la voz de Jack.
—Duncan, relájate y actúa normal— alzo mi mano y subo al avión.

Mi chica va viendo caricaturas y ríe, colocó una manta sobre ella
—no sabía que te gustaba Tom y Jerry— me mira de reojo
—cuando mi bebé nazca, lo vamos a ver juntos o juntas—
—¿puedo agregarme?— ella ríe y de la nada me dice algo de ella, creo que rara vez hablamos así, ella no es la típica chica con miles de historias, eso me gusta quizás es egoísta, pero quiero ser el primero en muchas de sus experiencias de la vida.

—la primera vez que viaje por la beca, el vuelo fue tan incómodo, fue una muy mala experiencia y me asusté mucho, pero aquí tú y yo, prácticamente solos es tan.... Jajaja me siento algo mal, estoy viviendo una vida que no merecía, pero creo que me tocó—Le doy un beso en la frente
—ya no vas a viajar más incómoda, este avión es tuyo, duerme un poco son ocho horas de vuelo— me sonríe y le doy un besito en los labios y acomoda su cabeza sobre mi regazo.
Verla dormir me relaja y se ve tan hermosa, mi bella durmiente, aurora.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora