¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18

Capítulo 48

—¡Duncan!— Julieta viene a toda prisa hacia a mí con una cara de preocupación y miedo. Me levanto rápidamente, aurora había tardado bastante en el baño y no fui a buscarla para evitar la lengua sucia de Gino reclamarme. De la nada jazmín había querido ir al baño, conociéndola se que sus intenciones no eran ir al baño sino ver de cerca a aurora. Llevaba tiempo mirándola de reojo, pero creí que no era tan estúpida en querer hacerle algo fuera de lugar, supongo que eso no se evita.
—¿QUE PASÓ CON AURORA?— mi voz esta molesta y hablé en tono alto. Todos se levantan de la mesa con falsa cara de preocupación o posible molestia.
—tuvo un accidente, resbaló y se golpeó la cabeza yo, jazmín le está dando primeros auxilios y...— la señalé con el dedo.

— POR ESA RAZÓN ODIO QUE TE ENTROMETAS EN MI VIDA, CREES QUE TIENES DERECHO A METERTE EN TODO PORQUE ERES LA MUJER DE GINO, PERO LO UNICO QUE HACES ES ARRUINARLO. NO ERES MI FAMILIA NO TE ENTROMETAS EN MIS COSAS DEJA DE QUERER DAR TU OPINIÓN EN LAS COSAS QUE NO SON RELEVANTES PARA TI Y SOBRE TODO EVITA MI MALDITA IRA, QUÉDATE AQUÍ Y NADIE ME SIGA— caminé al baño donde encontré a jazmín tratando de despertarla con alcohol en la nariz, tenía una mano en su cabeza y la otra con el algodón con alcohol.

—¡aléjate de ella! Juro por su vida que si le hiciste esto voy a asesinarte—
—yo no le he hecho nada, lo único que he hecho es socorrerla, resbalo, como carajos dejas que una embarazada use semejantes zapatos ¿eres tan protector y no sabes que eso es un peligro para ella?- protesta en su defensa.
La he tratado bastante y se lo codiciosa que es, la tienen mal acostumbrada a darle todo lo que ella desea.
La cargué en mis brazos y movió su cabeza un poco y espeto
—me duele la cabeza— le di una ultima mirada a jazmín y salí con ella del baño.

Me llevaron hasta una habitación y llamaron al médico que ha sido de la familia por veintisiete años, el señor johan Pineda.
En la oficina se encontraban los Wilson y Gino estaba en la habitación junto a mí y la descarada de su esposa quien armo todo un show de llantos que para nada congojaron mi alma todo lo contrario me enfurecía más su escándalo.
—la señorita está bien, tuvo suerte de no ser peor. En su estado actual caerse es lo que menos debe—  ella estaba dormida profundamente.
—ahora duerme profundamente al parecer está cansada—
Recuerdo que todo el día se la paso haciendo sus tareas y no le di chance a nada— el doctor acomoda su equipaje y espeta
—me pregunto ¿por que si soy el médico de la familia nadie me había comentado de su embarazo para llevar su chequeo?—
—no me interesa doctor, si eso fue todo puede marcharse, en un momento una transferencia caerá a su cuenta— no había hablado al respecto de lo que pasó en el baño porque estaba apunto de tomar una pistola y dejarle caer todas las balas a jazmín y Julieta. El doctor asintió y Gino salió para despedirlo dejando a su mujer en su lugar quien quiso remediar las cosas.
—Duncan, quiero pedirte una disculpa lo lamento no era mi intención que se lastimara yo...— me volteo y la miro
—¿por que no te has largado aún? Tienes mucha suerte de que no les haya pasado nada porque de haber sido así te hubiera matado sin piedad ¿que se traen tú y jazmín? Tú vida se pone en riesgo si intentas tocar o lastimar aunque sea una sola hebra de su cabello ¿está claro madrastra?— asintió nerviosa mirándome fijamente y me di la vuelta. Escuche sus pasos y el clic de la puerta cuando cerró.
Ella dormía tranquilamente le di un beso en la frente y le acomodé la manta
—vuelvo enseguida, no me tardo—
Bajo las escaleras estoy que boto chispas del enojo y abro la puerta de la oficina, tomo asiento y Gino empieza a hablar. Los Wilson estaban en otro lugar esperando, mientras él y yo hablábamos.

—¿crees que estuvo correcto que te hayas casado a mis espaldas? sabiendo tú que mi ahijada jazmín era la persona que necesitabas por la vida que llevamos-

Cruzo mis dedos y mis piernas escuchando atentamente cada estupidez que de su boca sale.

—Gino, jamás me casaría por conveniencia solo porque tú lo digas, ¿no querías un nieto? Pues ya lo vas a tener ¿no querías que me casara? Pues ya me casé, con una mujer que si me gusta y que quiero demasiado ¿no eras tú quien me exigías estas cosas?-

—¡Tú no tienes opción! eres mi sangre y en familias como estas nosotros tenemos que elegir esposas fuertes, no mujeres débiles que no tienen idea de lo que es esto, vives con una mujer a la que has engañado para casarte con ella a base de mentiras por tu estúpida obsesión—

—como me haya casado no es tu problema, así como no lo es mi obsesión ¿no tiene un hombre derecho a enamorarse?—
—¿crees que un matrimonio a base de mentiras durará? ¡Jajajaja no me hagas reír, por favor! Cuando sepa que la has engañado te odiará, cuando sepa quien eres realmente—
—¿vas a decírselo tu? Ni siquiera tu mujer sabe quien soy yo realmente gino y llevan varios años casados, diablo aquí no existe solo duncan—
—no tengo por que meterme en ese asunto, pero creo que deberías hacerme caso aléjate de ella la vas a poner en peligro— chasqueo la lengua incómodo y lo observo fijamente.

—yo no voy a vivir bajo tus sombras jajaja, yo no vivo bajo las sombras de nadie, para eso tienes a Julieta para que sea tu mascota, yo no. Así que empieza a respetar a mi esposa por tu propio bien ¿a caso leíste las cartas o la bola mágica? Me estoy esforzando demasiado para hacerlo bien con ella, ni tú ni nadie me lo arruinará.—

—¿respeto? ¿Que respeto tiene que tú te hayas liado con una mujer que está lejos de nuestro mundo?—

—¿crees que voy a forzar el respeto Gino? Yo amo a aurora, no me importa si tú estás de acuerdo o tus subordinados los Wilson—
—el amor, el amor, un hombre como tú no se puede enamorar, es una puta debilidad, te lo he dicho mil veces—
—pues, pagaré el precio de ella, pero no sacrificaré mi felicidad por el negocio.— me levanté de la silla y caminé hacia la puerta tomando la manija y volví a hablar.

—Aurora no va a pasar lo mismo que pasó mi madre a tu lado gino, aunque tenga que dejar esta vida para siempre por ella y mi hijo—

Al salir y caminar hacia las escaleras nuevamente escuché la voz prepotente de jazmín
—tenemos que hablar— me voltee furioso y la escanee de arriba abajo, dio pasos hacia mí
—yo no la lastime ¿conociéndote crees que sería tan estúpida?—
—no dudaría nada de ti, eres igual que Julieta una serpiente esperando para atacar su presa en silencio-
—que bien me conoces, pero este no es el caso. Solo quiero saber algo ¿que tiene ella que no tengo yo? ¿Por que elegiste una niña que no es de nuestro mundo? ¿por qué la embarazaste te casaste con ella? Puedo perdonarte eso y hacerme cargo del bebé, le das dinero no se, que se vaya lejos y tú y yo...—
mi cara de asco hacia sus palabras fueron muy visibles
—¿de verdad te estás comprando con mi esposa? Relájate un poco ¿si?— me acerque un milímetro para no hablar en voz alta
—debes irte al infierno y dejarme en paz, entiende cuando no le interesas a un hombre. Yo no soy de este mundo al que te refieres—
—te ibas a casar conmigo ¿crees que es correcto que me hayas dejado alborotada?— frunzo el ceño, de que me hablaba esta loca.
—yo nunca acepté ningún compromiso, no eres la mujer que alguna vez quise para mí ni te vi con esos ojos. Que mi padre te haya ilusionado no significa que tenga que hacerme cargo de sus estupideces sin consultarme—
—nos acostamos varias veces Duncan, de verdad que eres un canalla, me usas y luego no te haces responsable—
—recuerdo que tú te metías en mi cama sin permiso cuando te quedabas aquí con tu familia—
—¿que diferencia hay entre ella y yo que se acosto contigo con una simple semana de haberte conocido? y la conociste en un bar— suelto una risa, aurora lo hizo bien.
—para tu información fue el mismo día que la conocí ni siquiera una sema...—
de repente me jala hacia ella y unió nuestros labios y la alejé rápidamente
—¿te has vuelto loca?— pero su cara sonriente me dio escalofríos porque algo bueno no era, volteé rápidamente y vi a aurora parada con la cara descompuesta sin saber que tiempo llevaba escuchando la conversación.