Un día acelerado & cansador arribaba a su término con una carrera inolvidable incluso si no termino con su victoria. Pero en su corazón hizo lo correcto. Perder no se sintió como el fin del mundo. Todo lo contrario. Estaba feliz con su persona cuando hizo esa acción. Y observaba como Strip saldría de su auto cansadamente, aunque no malherido, sus heridas eran leves casi nada cuando se retiraba el casco tal como haría McQueen. Sonriendo animadamente ante los elogios que escuchaba alrededor. Eso es tener clase, eres un caballero, te queremos, eran palabras que no escucharía todos los días. Y estaba contento, así como también lo estaba la esposa de Strip que le dio un beso en su mejilla como agradecimiento por su emotiva acción, sonriendo cuando les permitió alejarse ambos.
Listo a encaminarse con sus amigos que estaban esperándolo con sonrisas de orgullo. Sintiéndose contento. El resultado fue diferente... aunque estaba aliviado de que todo saliese bien al final. Seguramente esa noche se iría a dormir con el sentimiento de que hizo las cosas bien. Las sonrisas de sus amigos lo confirmaban.
—¡Estamos muy orgullosos! — el dueño de Rust Eze dice con su tono de voz que revela su verdadera emoción de felicidad. Las derrotas no importan cuando haces algo que te hace quedar en la cima. Siendo admirado por muchos, quedando en las memorias de muchos por este día tan especial.
Un día que no volverá a repetirse en la historia.
—Eso es saber perder — Mac añade sin abandonar la sonrisa de su rostro, orgulloso por su jefe que creció como persona. Y McQueen continúa caminando hasta quedar en frente de todos sus amigos, sin acercarse mucho más, sosteniendo su casco entre ambas manos, sonriéndoles, esperando que dijeran. Expectante, aunque... ¿En dónde estaba (t/n)? Quisiera saber eso, no la noto antes. Pero... intuía que ella no se había ido tan lejos, aunque sintió confusión cuando no estaba entre sus amigos. ¿Ella no volvería a irse... o si? Esa pregunta le hizo sentir cierta ansiedad de no tener oportunidad en hablar con ella de nuevo. Formando un pequeño plan de volver a Radiador Springs a buscarla... necesitaba hablar con ella. No iba a perderla otra vez.
—Tienes un gran talento, chico — Doc expresa sonriente sin signos de sarcasmo. Es verdadera felicidad la que está en su rostro.
—Gracias Doc.
—Rayo, ven a hablar conmigo un minuto.
El dueño de Dinoco: Tex Dinoco lo llama en un tono amigable haciéndolo voltear hacia atrás. Y entonces siente que su mundo se desenfoca al observar a (t/n) hablando con Strip. ¿En qué momento ella...? No se preguntó mucho más. Seguramente estuvo en una conversación con Tex dado a que ella formo siempre parte de Dinoco, Tex fue su patrocinador desde el segundo año desde que se llevó su triunfo como novata. Alzando las banderas. Prácticamente... nadie iba a robar su triunfo ni superarla. Verla conversar con Strip con su esposa le hacía saber que se conocían bastante bien. Viéndola reírse. Conversando con tanta calma. Esa personalidad... había vuelto. Era difícil de creer que una vez ella fue todo lo contrario... tan enojada con el mundo a su alrededor. Furiosa. El desastre la empujo hacia su calma. Hacia su verdadero ser, aquella chica que siempre fue tan risueña estaba de vuelta.
Desvió su mirada de ella hacia el dueño de Dinoco. Dándole toda su atención para lo que desease solicitarle. Aunque tenía su sospecha.
—Hijo, hiciste una gran carrera — lo felicita Tex —. ¿Te gustaría ser la nueva cara de Dinoco?
—Pero yo no gané...
Contesta confundido a una oferta inesperada que siempre había deseado oír. Pero ahora... era diferente. Todo era bastante diferente.
—Rayo, hay otras cosas más en las carreras que solo ganar — informa el hombre con su tono sereno. Sin molestarse en explicar todo con calma. Sonriendo, se notaba que era la clase de hombre en el cual podrías confiar. Pero pese a que antes si quería eso... ahora miraba hacia atrás, escuchando a sus amigos riéndose con las personas de Rust Eze.
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Our Town {Rayo McQueen & Lectora} Cars - Finalizada
Fanfiction-Escucha bien lo que te digo... porque yo soy esa chica. Su dedo señalaría las miles de fotografías enmarcadas en el muro: Su mural de recuerdos. Sus sueños rotos. La sonrisa que nunca volvió a su rostro. Las manos cubiertas de cicatrices. Esa chic...