¿Es tan dulce? Supongo que si: Verla sentada cómodamente al lado de Doc como si ella fuese el centro de atención. Lo era. Para él. No existía nada más increíble que ella. Pero la perdería de vista cuando se centrase en conducir. Mirando hacia adelante. Sin verla acomodar su cabello con ambas manos. Confianza, esa confianza que parecía no venía con ella en Radiador Springs ahora irradiaba de esto, manteniendo los lentes de sol sobre su cabeza como una reina de belleza. Y la victoria de este día sin duda se las dedicaría a todos ellos, sintiendo los latidos de su corazón acelerado... sería más valiente que nunca en hacer su movimiento final en ella.
Tan bien hecho como un café expreso.
—Señores — exclama Doc mirando a sus queridos amigos para que pudiesen prepararse cuando el momento se acercase. Nada debía salir mal. Todo debía ser adecuado para devolver un favor, para hacer las cosas correctamente esta vez —, estamos de vuelta. Guido, Luigi van contra profesionales en los Pits, tienen que ser muy rápidos.
—No sabrán quién los golpeo, Doc — contesta motivado Luigi.
—Niño: Puedes derrotarlos, ve a una velocidad que te funcione y recupera esa vuelta.
Dicha orden fue obedecida inmediatamente cuando observaron el vehículo acelerando a un buen ritmo. Acechando a sus dos contrincantes. Pisando el acelerador, (t/n) observaría con una sonrisa desde su asiento apoyando sus manos contra su regazo, acariciando sus propias manos llenas de cicatrices que lucen más blanquecinas que nunca con la luz del día cayendo en ella cual bendición. Porque no todos los días pisaría esos sitios... los años no transcurren en vano. Lo sabe, nada se queda del mismo modo... todo cambia. Ella cambio, su rumbo se había perdido en mitad del camino para volver a reencontrarse con su pasión.
Sin ocultarse en un baúl con una llave perdida.
Sumida en su mundo & concentrada únicamente en la victoria del hombre que la hizo volver a sentirse a salvo en su piel. Respirar no se sentía como la miseria. Sentía que respiraba... aire fresco. Libertad. Los males del pasado no vienen a quedarse con nosotros cual plaga, todo eso tiene su final. El tornado de las miles pesadillas la libero finalmente.
Libre de estar donde su corazón latía felizmente.
—¿Es él... es Hudson Hornet? — la atención es robada ante ellos. Pero están concentrados, Doc prestando atención a todos los movimientos del vehículo en la pista de carreras. El suave viento cepilla su cabello que no tarda en acomodar como una imagen unica para el resto que está observándolos — ¡Bob, Darrell, Hudson Hornet ha vuelto!
Las cámaras voltean en la dirección de ellos: Enmarcándolos en primera plana en cada televisión que transmitía esto en vivo. Sin notar que son observados por miles de miradas curiosas. Brillando cuan estrella del momento. El sol de verano favoreciéndolos. Todos apareciendo en la enorme pantalla de Los Angeles, una imagen unica para aquellos que son fanáticos del mundo de las carreras desde tantos años atrás.
—Darrell — contesta inmediatamente Bob al ser informado de este hecho único en la historia de las carreras —. ¡Parece que McQueen ya tiene un equipo en los Pits y mira quién es su jefe de mecánicos!
—¿Quién iba a decirlo? — exclama Bob con el mismo tono emotivo cuando están tomando nota de este nuevo equipo. Tenían esperado ver al corredor en soledad cuando se había quedado sin un equipo, pero notar a unas varias personas en este equipo era una noticia nueva —. ¡Pero no menos importante...! ¿Reconoces esa joven sonrisa a su lado? ¡La chica sentada al lado de Hudson Hornet es nada más que (t/n) Lombardi!
—¿(t/n) Lombardi?
¿Es tan dulce? Supongo que si: Una dulce sonrisa se instala en su rostro cuando se sostiene desde el borde del asiento. Intercambiando una conversación que nadie puede oír con Guido, sonriendo como siempre hizo cuando se robaba el corazón de todos. Peinando su cabello (c/c) con desinterés en las nuevas miradas sobre ella cuando se reía suavemente. Porque esa corredora que todos admiraron una vez estaba ahi con ellos. El tiempo había transcurrido, aunque para ellos seguía siendo la misma. Las cicatrices eran un detalle aparte, confirmando que el accidente tuvo que ocasionar su desaparición.
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Our Town {Rayo McQueen & Lectora} Cars - Finalizada
Fanfiction-Escucha bien lo que te digo... porque yo soy esa chica. Su dedo señalaría las miles de fotografías enmarcadas en el muro: Su mural de recuerdos. Sus sueños rotos. La sonrisa que nunca volvió a su rostro. Las manos cubiertas de cicatrices. Esa chic...