¿Qué maravillas tan sencillas trae la vida? Sus pantalones con bordados de flores amarillas son un adorno extra. Su cabello suave meciéndose, oh, estaba viviendo el sueño cuando pisaba por primera vez un hermoso pueblo de Italia. Sonriendo con la felicidad en los rostros de sus mejores amigos que corrían de vuelta a su casa que tanto estuvieron extrañando, animados de presentarles todo el sitio a sus amigos.
Escribiría en un diario todas sus paradas.
Sus aventuras.
En un sitio recóndito de su mente imaginaria que Doc estaba ahi. Orgulloso, escuchando todos sus relatos. Toda su felicidad. La escucharían los dos hombres que fueron importantes en su vida. Su amor & vida, dolería saber que no estaban ahi... no en carne y hueso para escucharla ni verla crecer en la vida. Pero una parte de sí misma sabía que estaban felices de verla sonreír, pisando la tierra de Italia con tanta emoción como una niña pequeña, la música feliz lo inundaría todo cuando se sentaba a un lado de la fuente de agua con una hermosa escultura, perdida en sus propios pensamientos.
¿Qué pasaba por su mente? Otros se preguntarían. Porque ocultaba tanto en esos ojos soñadores. Volviendo unos momentos a ser solo una adolescente, disfrutando las cosas más sencillas de la vida al estar sentada ahi hasta ver a su mejor amiga acercándose, sonriendo tranquila.
No podría pedir nada más en su vida.
—Cada vez que creo ser capaz de leer tu mente... vuelvo a perderme — bromea Sally cuando toma asiento a su lado. Apreciando la vista de este sitio, sin duda todo el cambio de planes fue bastante bueno para ella. Conociendo a personas... sentimientos nuevos, era emocionante para su corazón que soñaba con amar profundamente a alguien tal como su mejor amiga hacia —. ¿Que tienes en mente, (t/n)?
—No mucho... solo me gusta mucho como van las cosas en estos momentos, ¿No crees?
—¿Sucedió... algo en particular?
La mirada de Sally inmediatamente se torna confusa aunque llena de felicidad. Pero... nuevamente no encuentra ni un solo anillo en el dedo de su amiga, sintiéndose decepcionada nuevamente, esto está tardando eternidades.
Porque esperar demasiado... siempre es una mala señal.
—Todo esta tan normal como de costumbre... me refiero a que amo esto de viajar — comenta finalmente (t/n) —. Más que las carreras tal vez... es un poco una locura. Siempre supe que amaba competir, claro, pero... esto me recuerda a mucho cuando salí esa vez con Doc, fue... lo más cercano que tuve a sentirme a salvo.
—Él sería feliz de verte así de feliz...
—Lo sé... aunque él no estaría bien de ver así a Rayo — suspira (t/n) al ver a su novio decaído entablando una conversación con el tío de Luigi, hablando con una mirada realmente decaída sin poder mostrar una sola sonrisa en todo el día, casi había hablado con ella esa mañana... tantos pensamientos en su cabeza que no podia decir nada. Y no quiso presionar sus botones, sabía que estaba en su mente... Mate, no importaba cuanto intentase animarlo, decidió darle un momento a solas sabiendo que a veces lo indicado era oír los consejos de terceros, tal como sucedía ahora.
Y sabría que era el momento de ir con él.
Un abrazo... un beso, todo lo necesario para que él supiera que las cosas se solucionarían.
—¿(t/n)...? — Sally acorta su tren de pensamientos cuando suena... seria, no de una manera mala. Pero eso llama la atención de (t/n) que no tarda en mirar a su amiga —. ¿Que tienes pensando para tu... futuro?
—¿Mi futuro...?
—¿Quieres seguir en las carreras, pero... algo más allá de eso, una familia tal vez?
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Our Town {Rayo McQueen & Lectora} Cars - Finalizada
Fanfiction-Escucha bien lo que te digo... porque yo soy esa chica. Su dedo señalaría las miles de fotografías enmarcadas en el muro: Su mural de recuerdos. Sus sueños rotos. La sonrisa que nunca volvió a su rostro. Las manos cubiertas de cicatrices. Esa chic...