# 33: Sir Tom Mate

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"Odio tener recuerdos... de cosas que no deseo volver a recordar."

No desea hablar con nadie sobre el dolor olvidado. Sobre los miles infiernos donde fue sentenciada a vivir. Nadie se apiadaría de su alma... solo ella & ese demonio que se atrevía a sonreír en esos repetitivos sueños. Volviendo a su vida. Siempre volvía... atormentándola con el miedo de ser atacada otra vez. De tener esa venda en su rostro... siguiendo al hombre incorrecto que la detestaba. Su brillo siendo consumido, (t/n) observaría al cielo... sentada ahi como si fuese una niña pequeña que hizo todo lo que pudo. 

Sin rendirse. 

El mundo nunca antes había sido tan silencioso & sereno: Observando cada nube desde lo alto del cielo. Fue silenciada. Y estaba en calma. No desea recuerdos malignos. Que ese silencio se robe las memorias crudas. 

Corriendo. Podría perderlo todo... pero ella no. Dios, rogaría entre susurros silenciosos provenientes del corazón. No toques ni uno solo de sus cabellos (c/c), no te atrevas a romper ni uno de sus huesos... ¿O debería escribir un libro sobre sus aventuras inexistentes? No, no podría vivir con ese dolor. Rompería cada hueso de quién se atrevió a lastimarla. 

Les arrancaría el corazón. 

Se hallaría sucumbiendo ante el temor de decir adiós. No deseaba eso. Los finales deberían reservarse para el capítulo final. No ahora. No cuando la historia continuaba incompleta. Aun tenía demasiado amor para dar. Correría. Su corazón latiendo aceleradamente cuando la observaba sentada en la parte trasera de la ambulancia con Franchesco hablando o intentándolo... solo parecía ser una conversación unilateral. 

Los dedos cubiertos con sangre era una señal de alerta.

—(t/n)... 

Llamaría con un tono de alerta en su voz. ¿Qué sucedió con ella? Todo había terminado... todo termino bien. Nada debía de salirse de control. Detuvo su carrera, caminando a prisa... un corazón aterrorizado ante las malas noticias. Siendo retenido inmediatamente ante Franchesco, sus dedos cubiertos con sangre que se había secado hace unos minutos, estaba en una zona de peligro cuando los ojos azules de McQueen se bañaban en miedo.

Oh, la tragedia... 

No otra vez... él estaba ahi ahora. 

Pero... también no estuvo con ella. Había cosas importantes... corriendo detrás de Mate. Ella estaría bien. Oh, eso era mentira... debía de mantenerla a salvo incluso si no podría hacerlo todo el tiempo. La vida era dura. Cruel. Burlesca. Y la voz de Franchesco lo devolvía a la realidad con palabras que calmaban sus preocupaciones más alocadas de que pudo suceder, el auto amarillo estaba bien. Solo un poco deteriorado en la parte delantera, pero no había indicios de algo peor que eso... respirando profundamente.

—Quiero que no pierdas la compostura, McQuinne — exclama Franchesco casi sacudiéndolo desde los hombros para que salga de su burbuja de preocupación —. La señorita (t/n) está bien, aún no saben que sucedió, pero no puede oírnos. Y ella no es la unica, su jefe de mecánicos está en el mismo estado, parece que hubo un desperfecto en su base de comunicaciones... 

—¿Que... como pudo suceder? 

—Fueron los seguidores de Sir Axlerod — exclama inmediatamente Mate al rememorar el instante —. ¡Ellos enviaron una onda sonora que pudo ser tan fuerte para lastimarla...! Querían acabar con ella cuando el motor de su auto no exploto. 

Our Town {Rayo McQueen & Lectora} Cars - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora