# 35: Fatal accidente

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"—¿Cuándo transcurrió todo tan velozmente...? Se ve tan feliz & radiante viviendo su mejor vida. La asombrosa (t/n) Lombardi..." Diría la adulta emocionada al verla en televisión. Siempre queriendo ser como ella. Ser una piloto de carreras... diría, aunque a veces los sueños estaban destinados a ser solamente meros sueños imposibles. ¿Que se sentiría vivir tu vida soñada? Siendo tan feliz... teniendo a un hombre ideal a su lado, un hombre tan admirable como lo era ella. Ambos dignos de admiración. 

Esos dos mundos se encontraron entre tantos. 

No conocía a esa persona & aun así sentía tanto orgullo... era admirable. Como tuvo esa capacidad de levantarse desde los escombros para reconstruir su vida. Su carrera, apareciendo de nuevo en la televisión con la sonrisa que maravillo a tantos. Su felicidad... era la de muchos, continuaba creciendo frente a las cámaras, tras ese volante, recuperando su brillo, incluso mucho más radiante al continuar creciendo. Oh, desearía detener el tiempo... hubiera amado conocerla en su adolescencia. ¿Que le hubiera dicho? La hubiera inspirado. Casi podría sentir esa mano invisible en su espalda, diciéndole: Tú puedes. 

Inténtalo.

¿Que puedes perder? 

Pero esas eran solo ensoñaciones falsas. Sentándose en su sofá a medianoche observando las noticias del día en su televisión de alta tecnología. Soltando un suspiro. ¿Quién diría que está sería su vida? Pero su sonrisa crecería cuando escuchaba esas noticias tan buenas, fue todo tan secreto... ¿Quién lo esperaría? La admirada (t/n) Lombardi que vio prácticamente crecer... finalmente casada. 

Los días libres eran de ensueño al sentarse al borde las escaleras de su casa con una sonrisa adornando su rostro. Un café vacío a su lado. Sentada al lado de su mejor amiga Sally, ambas sonriendo. Los días avanzan tan velozmente... el tiempo no espera a nadie, tantas cosas no eran de la misma forma. Todo cambiaba. Ellas cambiaban. Crecían, sonriendo con tantas buenas noticias que parecieron volar con las hojas del cambio de estaciones, todo tan impredecible, todo tan querido como deseado, sonriendo cuando sostenía entre sus brazos a la pequeña infante que sostenía un oso de felpa entre sus pequeñas manos. 

—¿Qué opinas de los nuevos novatos... no está siendo demasiado difícil para ustedes? Con tantas cosas no tuve oportunidad de preguntar... — Sally comenta con un suspiro casi cansado cuando le da un sorbo a su café helado, casi acabándosela, aprovechando cada gota para brindarle energía a su cuerpo. 

—Engreídos. 

Se burla con una suave risa (t/n). 

—Pero otros son realmente un amor — añade (t/n) soltando a la niña que ansía por recorrer el césped suave del suelo. Jugando con risas suaves —. Y ellos son realmente adorables, aunque siento que pueden pisotearlos fácilmente... si tuviera instinto maternal podría protegerlos, pero tampoco no es mi trabajo cuando son mis contrincantes.

—Si no son pisoteados nunca aprenderán — contesta con una sonrisa Sally —, ellos estarán bien, aun intentando superarlos a ustedes. 

—Que sigan intentándolo — su mirada se desvía hacia la niña viviendo tan libremente. Sin preocupaciones. Inocente, llena de felicidad con cosas tan sencillas, viendo la mezcla perfecta de Sally & Franchesco en esa niña que crecería con todo el amor de sus padres, quién lo hubiera dicho... Franchesco siendo el mejor padre del mundo, corriendo a casa cada que tenía su oportunidad para abrazar a su pequeña —. Que sigan intentándolo... 

Sonríe con cariño cuando siente el viento acariciando su rostro. Y los días solo avanzan más. Caminando de un lado a otro en esos días de carreras cuando sabe que simplemente el sueño que una vez persiguió en su adolescencia perduraba hasta el presente, sonriente cuando escuchaba a Mate exclamar en voz alta como McQueen quería silencio.

Our Town {Rayo McQueen & Lectora} Cars - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora