Guerrera Saiyajin II (La Hija De Vegeta)

Capítulo 32. Gotenks

Planeta Sagrado…

—Es increíble lo fácil que se ha vuelto para Gohan manejar la espada Z —Admiró el Supremo Kaiosama.

Ya habían pasado unas largas horas en las que el Saiyajin se mantuvo entrenando sus movimientos.

—Parece que el entrenamiento le está funcionando —Mencionó Goku— Se ve más ágil.

—Así es.

—Bien hecho Gohan —Felicitó al ver su avance.

—Gracias papá, esta espada está haciendo que mis movimientos sean más ágiles.

—Se nota mucho, ¿Por qué no medimos su fuerza? —Preguntó buscando a su  alrededor— Con esta enorme piedra.

—De acuerdo —Accedió Gohan posicionandose de forma adecuada.

—Muy bien, intenta partirla en dos —Indicó Goku cargando dicha piedra— ¡Ahí va!

Con rapidez y fuerza lanzó esa enorme piedra directamente hasta Gohan quien hábilmente logró cortarla a la mitad.

—¡Eso fue increíble Gohan, un corte perfecto! —Celebró el Supremo Kaiosama.

—Es impresionante —Admiró Kibito.

—Je, fue sencillo —Respondió Gohan sin modestia alguna.

—¿Por qué no lo intentas ahora con esto? —Propuso el Supremo apareciendo un enorme cubo color negro— Aquí tiene señor Goku.

—¿Q-Qué material es este? —Preguntó intentando sostenerlo— Es muy pesado.

—Esta hecho del material más resistente del universo, el Kachin.

—Entonces prepárate Gohan.

—Si.

—¡Ahí va! —Gritó lanzando el cubo.

Completamente preparado Gohan intentó atravesar dicho material pero lo único que logró fue romper la espada Z.

Los rostros aterrados de el Supremo y Kibito no se hicieron esperar.

—¡No puede ser, rompió la espada! —Exclamó horrorizado.

—No lo entiendo, se supone que quién logre sacar la espada será el más poderoso del universo —Comentó Kibito igual de aterrado.

—Oye Supremo no quiero ser grosero pero fue tu culpa —Mencionó Goku.

—Es cierto, fue tu idea aparecer ese cubo indestructible —Coincidió Gohan— Pero no importa, gracias al peso de la espada he aumentado mi fuerza en la parte superior de mi cuerpo.

—Tal vez malinterpretamos mal la historia de la espada —Pensó el Supremo intentando ver el lado positivo— ¡Si! Seguramente esa es la fuerza que debías obtener.

—Se equivocan —Se escuchó una desconocida voz detrás de ellos. Kibito y Shin se asustaron al escucharlo.

Al voltear notaron de quién era esa voz, un anciano con vestimenta igual a la de los Kaios.

—¿De dónde salió ese viejito? —Preguntó Goku.

—Oiga anciano ¿Quién es usted? —Intentó saber el Supremo Kaiosama.

—Oh te sorprenderás cuando lo sepas, no puedo esperar para que lo oigan, se sorprenderán… yo soy un Supremo Kaiosama igual que tú solo que de quince generaciones atrás.

—¡¿Qué?! —Exclamaron Shin y Kibito completamente sorprendidos.

—Pasé muchos años dentro de esa espada, ya era hora de que me sacaran de ahí.