Jihyo ya sabía lo que venía.
- ¿Me quieres explicar porque llegaste tan tarde hoy? - Sana se encontraba molesta, pero aún así no le gritaría a Jihyo, no le había eso a ella.
- Lo siento, Sana - bajó la cabeza, en ese momento se dió cuenta que había olvidado los papeles que Sana le había encargado, demonios.
- Como sea, ya no importa - dijo restándole importancia.
- No, en verdad lo siento, es solo que se me hizo tarde llevando a Haewon a la guardería.
Al principio Sana no le creyó - ¿Jeongyeon no siempre lleva a tu hija a la guardería junto a Noah?
- Si, pero hoy no pudo, ya que tenía cosas por hacer, así que por eso la tuve que llevar yo misma, lo siento, en serio - susurró.
- Oh, Jihyo - Sana se acercó un poco a la contraria para poder cantar su atención - Perdón por hablarte así, es que tuve un mal día ayer y para colmo siempre Jinyoung e Irene vienen aquí a molestar - suspiró.
- No te preocupes Sana - le dió una cálida sonrisa - entiendo perfectamente, no tienes por qué disculparte.
- No Jihyo, estuvo mal mi comportamiento - aseguraba la japonesa.
- Bueno, tampoco es como si me hubieras gritado, solo me hablaste un poco seco, es todo, no hay problema.
- Está bien - suspiró algo pesado antes de hacer una pregunta a Jihyo.
- Jihyo… - tenía un poco de pena por lo que iba a preguntar - Si? - respondió.
- Yo… - hizo una pausa - Quería preguntarte si puedo pasar por ti a tu casa y así llevamos a Haewon a la guardería, además llegarías conmigo al trabajo.
Jihyo la miró y comenzó a dudar, ¿Por qué Sana le había propuesto eso tan repentinamente? intentó aclarar sus ideas, seguro Sana solo quería que no llegara tarde al trabajo, si, definitivamente era eso.
- …¿Entonces? - habló la mayor sacando a Jihyo de sus pensamientos.
- Eh, si, claro, ¿Por qué no? - dijo finalmente.
- Bien, dame tu ubicación por favor - Jihyo algo nerviosa se la dió, ¿Por qué nerviosa? No lo sabía.
- Mañana pasaré por ti a las 7am, iremos a dejar a Haewon y luego al trabajo, bien? - la pelinegra asintió en silencio.
- Bien, ahora puedes retirarte, recuerda traer el café y los papeles que te pedí ayer - Jihyo volvió a asentir, lo que le pareció raro a Sana ya que ella suele dialogar mucho, pero no le dió importancia, supuso que se encontraba asi por lo de hace algunos minutos.
El día transcurrió con normalidad, nada nuevo en la empresa, además de llenar papeles, regaños por parte de Minatozaki o las constantes llamadas de Momo al teléfono de su menor, preguntando cómo estaba pasándola junto a Mina.
Sana estaba ansiosa esperando a que el día terminara, solo para tener que empezar otro y tener que conducir con Jihyo en el asiento del copiloto. Le encantaba la compañía de la pelinegra, la hacía sentir segura, y en confianza, quería conocer un poco más de ella.
-
- ¡Mina, por el amor de dios, apúrate! - gritaba desde su auto, pues primero llevaría a su hermana al trabajo y luego pasaría por Jihyo a la dirección que esta le había dado. Lo siguiente que escucho Sana fue la puerta de su auto ser cerrada, Mina la se había subido lista para irse.
- Al fin - rodó los ojos soltando una pequeña risa - Ya deja de quejarte y vamos, si no, llegarás tarde a recoger a tu Hyo - río ahora la más bajita.
- Mina, ya basta - río - Mejor vámonos de una vez. Y así fue, el camino no fue nada silencioso, ambas hablaron y como siempre Mina no perdió la oportunidad y siguió molestandola con Jihyo.
Cuando al fin llegaron a la firma de abogados donde trabajaba Mina, se despidió de la menor con un abrazo fuerte. La pelinegra le dijo que todo iba a estar bien, que la esperara en casa despierta, ya que iba a salir a cenar con Chaeyoung y no sabía a qué hora llegaría.
- Estaré bien Minari, te esperaré - aseguró Sana con una sonrisa.
- Cuídate Sanita, te amo - la envolvió en otro abrazo reconfortante.
- Yo también te amo Miguri - Ahora tengo que irme, nos vemos más tarde - Mina asintió volviéndose a despedir pero ahora solo sacudiendo su mano.
Sana ahora conducía en dirección a la casa de Jihyo para al fin recogerla, se le hacía un poco tarde entonces se trató de acelerar un poco, sin excederse ya que no quería tener que pagar una multa.
Llegó a la dirección y lo primero que pudo notar fue la casa. Obviamente Sana no era una persona la cual se burlaba de los demás, si, tenía dinero, pero eso no la hacía mala. Ella observó bien la casa, estaba un poco destruida, le daba algo de tristeza pensar que Jihyo vivía en esas condiciones.
- Al fin llegaste Sana - Jihyo se acercó a la ventana de su auto sonriéndole a lo que la contraria le correspondió la acción - Lo siento si llegué tarde, Mina no se apresuraba - río negando levemente con la cabeza.
- Oh, está bien, no hay nada de que preocuparse - dijo mientras abría la puerta del auto trasero para subir a la pequeñita.
Sana vió a Haewon por primera vez, si sabía que Jihyo tenía una hija, más no sabía cómo era, solo la habia visto Nayeon y Jeongyeon - Que linda hija tienes Hyo, se parece mucho a ti.
En ese momento ambas se miraron, Jihyo se sentía muy bien al lado de Sana, esa mujer la ha ayudado en muchas cosas, sin duda estaba muy agradecida con ella.
- Gracias Sana - murmuró sonrojada.
Al llegar a la guardería, Sana tomó la iniciativa de bajar a la pequeñita del auto, tomándola de la mano entregándosela a Jihyo para que fuera ella personalmente a dejarla con la maestra.
Cuando Jihyo volvió a subir al auto, la castaña emprendió el camino hacia su empresa, se les estaba haciendo un poco tarde, pero aún así no importaba, total, ella era la dueña. Apenas llegaron, fueron directamente a la cafetería, llamando la atención de la mayoría de empleados que se encontraban ahí, ver a su jefa llegando con una empleada más sin duda era muy raro de ver.

ESTÁS LEYENDO
"Sálvame" [Sahyo]
RomanceMinatozaki Sana, una mujer de nacionalidad Japonesa de carácter un poco duro, dueña de una de las empresas más prestigiosas de Corea, ubicada en Seúl. Park Jihyo, una chica surcoreana muy dulce y tímida que entra a trabajar en la empresa de Minatoza...