Jihyo creció en una pequeña casa en Busan, su infancia no fue la mejor de todas, no jugaba con los demás niños de su vecindario, no hacía ni tenía amigos, tampoco tenia hermanos, prácticamente estuvo sola toda su vida.
Bueno, la única parte buena fue su querida abuela Jung Soo-min.
Park recuerda como su abuela materna solía cuidarla tan bien, le hacía galletas con leche por la tarde, le contaba algún cuento en la hora de dormir, también le cantaba una canción cuando estaba enferma. Aquella viejita siempre estuvo al cuidado de la pequeña Park Jihyo, ¿Porqué? La respuesta es simple.
Sus padres la abandonaron.
Todo indicaba que, sus papás nunca la quisieron, ¿Tener una hija y dársela a tu mamá para luego desaparecer junto a tu esposo? ¿Qué más puede significar eso?
En realidad nunca le dió vueltas al asunto, o bueno, cuando era pequeña si, lloraba todas las noches en silencio, no quería preocupar a su abuela. A medida que crecía, fue dándole menos importancia cada vez, hasta el punto de casi no acordarse de ello, por qué cuando lo recordaba, se volvía mierda.
Cuando tenía tan solo diecinueve, Soo-min falleció.
Jihyo estaba devastada, se sentía tan sola. Un vacío bastante grande era el que sentía en su pecho, lágrimas salían de sus ojos sin parar, gritaba "¿Porqué?" por toda la pequeña casa, se arrastraba por el piso sin dejar de sollozar. Estaba completamente rota. Se había ido, ya no estaba, ahora se encontraba sola, sin nadie ni nada.
Y en medio de su soledad, apareció Kang Daniel, el chico apuesto de su Universidad.
En ese tiempo todos querían estar con el, se podía observar como todas las chicas siempre se peleaban por quien terminaría estando primero con el chico, y sí, de todas esas chicas hermosas, ganó Jihyo. Y no es como si Jihyo no fuera hermosa, solo que en esos años no se preocupaba por verse bonita, no dormía bien y mucho menos se cuidaba, así que tenía su belleza muy oculta entre su descuido. Todos decían que Daniel solo se fijó en su cuerpo, al principio no lo creía, pero Park comenzó a notar que era verdad por la forma tan sucia en que la miraba y le insinuaba tener relaciones.
Comenzó a tocarla sin su consentimiento, comenzó a pasarse de la raya con ella, no quería, no quería que la tocara de esa forma, pero fue muy poco lo que le importó eso al asqueroso de Kang Daniel.
El había abusado de Jihyo esa tarde, la había tocado sin su permiso y ella no podía perdonarse por eso, se sentía culpable por permitir que eso pasaba, se sentía sucia. Ella intentó que no pasara, pero todos sus esfuerzos eran en vano, Daniel tenía más fuerza, más poder sobre ella, no podía defenderse y eso le dolía, demasiado.
Comenzaron los mareos y náuseas a los pocos días de lo sucedido, y la pelinegra solo podía imaginarse lo peor, no decía que un bebé fuera un error, porque no era así, pero tener un hijo de ese hombre, no podía si quiera imaginarselo. Y así, fue como Jihyo terminó embarazada de la pequeña Haewon.
Lamentablemente para ellas, los abusos seguirían, sin importar que daños tuvieran sobre ellas.
Park Jihyo, ahora salía de la casa de Minatozaki Sana, con su pequeña bebé en brazos que sus tías, Jeongyeon y Nayeon, habían estado cuidando mientras ella cuidaba de la japonesa. Caminaban por la acera, llegando finalmente a su destino, la pelinegra introdujo la llave en la cerradura y le dió la vuelta, abriéndola finalmente, fue ahí cuando sintió un fuerte empujón en su hombro haciéndola caer de lado contra el piso.
Desearía no haber entrado por esa puerta.
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"Sálvame" [Sahyo]
RomanceMinatozaki Sana, una mujer de nacionalidad Japonesa de carácter un poco duro, dueña de una de las empresas más prestigiosas de Corea, ubicada en Seúl. Park Jihyo, una chica surcoreana muy dulce y tímida que entra a trabajar en la empresa de Minatoza...