Capitulo 26

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Jihyo se quedó estática en la puerta, pensó estar alucinando, realmente no lo podia creer.

¿En serio era Daniel?

—Que bueno que llegas, querida, te estuve esperando.

Park tragó fuerte aún en su lugar, sin saber que decir ni hacer.

—¿No dirás nada, Jihyo? ¿No me extrañaste? — el hombre se levantó de su lugar y se acñercó a la mujer, haciendo que esta se pusiera nerviosa.

Siguió acercándose hasta quedar muy cerca de ella, comenzó a tocar su cabello, deslizando sus dedos a lo largo de este  finalmente llegando a su torso bajando un poco más hasta llegar a sus caderas, la mujer se sintió nerviosa al sentir esas caricias repugnantes.

Intentó dar algunos pasos atrás para liberarse de aquellas manos que le provocaban miedo pero el hombre fue más rápido y la tomó fuerte del brazo.

—¿Acaso intentas huir?— envolvió sus manos en la cintura de la mujer y la atrajo hacia a el, provocando que esta cerrara los ojos con fuerza.

—S-sueltame— dijo mientras sintió un escalofrío llegar a su cuerpo.

—Oh, Jihyo, he estado esperando este momento por mucho tiempo— río descaradamente —No tienes a nadie que te salve ahora.

El hombre aún con una sonrisa en su rostro levantó su mano y golpeó con fuerza la mejilla de la pelinegra. Jihyo sintió su corazón arder, de nuevo.

Daniel levantó el rostro de esta solo para volverla a golpear, y así una y otra vez, hasta que se cansó, o bueno, talvez y solo porque venía algo peor.

Jihyo ahora estaba tirada en la cama de su habitación, tenía la cara sangrando con algunos moretones que se extendían por su torso y brazos. Kang la miró delirando y sonrió.

—Te haré la mujer más feliz— quitó su cinturón y desabrochó su pantalón lo más rápido que pudo, se trepó arriba de Jihyo para comenzar a desabrochar su camisa rápidamente.

—Por favor, no— dijo la pelinegra con el corazón latiendo fuerte del miedo, sintiendo lágrimas derramar de sus ojos.

La pesadilla había comenzado.

....

—¿Por qué demonios tarda tanto?— preguntó Sana caminando de un lado al otro por la sala.

—Sana, tranquilízate, nos estás poniendo nerviosas— comentó Mina del otro lado de la sala.

—¿Y si le pasó algo?— susurró Momo.

—No digas tonterías Momoring— dijo Nayeon —Solo fue a buscar un pastel, es imposible que le haya sucedido algo malo.

En ese momento Chaeyoung y Tzuyu se miraron a los ojos.

Pasaron horas y Jihyo aún no volvía, ya era tarde, por lo que el resto de invitados se tuvo que ir, la pequeña Wonie se quedó dormida en los brazos de Sana, quien la acarició hasta que está cayó como un tronco. La castaña ya estaba demasiado preocupada por la pelinegra, así que decidió actuar de una vez por todas.

—Iré hasta allá— Sana se oía segura.

—Nosotras también iremos— habló Chaeyoung refiriéndose a ella y Tzuyu.

Sana aceptó con la cabeza.

—Debemos irnos, ahora— bajaron apresuradamente las escaleras hasta el auto de Sana, tomaron rumbo a la casa de la pelinegra.

Luego de varios minutos, finalmente pudieron llegar, al bajar del auto se dieron cuenta que la puerta estaba abierta pero no en su totalidad.

—Entremos.

—Jihyo, ¿Estás aquí?— preguntó la castaña adentrándose en el hogar.

—No hay nadie— dijo Tzuyu.

—Debemos buscar bien— respondió la nipona —Ustedes por allá y yo por aquí.

La búsqueda no duró mucho, pues la casa era pequeña, solo faltaba un lugar, la habitación de Jihyo.

—Falta la habitación— recordó Tzuyu.

Las tres caminaron con prisa hacia la puerta de esta, Sana, quien era la que se encontraba delante de todas, giró la manilla abriendo la puerta, encontrando una escena que le rompió el corazón.

Jihyo estaba desnuda en la cama de sábanas blancas, las cuales estaban cubiertas por un charco de sangre, la mujer tenía el rostro y resto de su cuerpo lleno de moretones. Sana sintió sus ojos picar, ver a Jihyo en esa situación le arrugó el corazón, las otras chicas quedaron en shock por la escena.

Sana se movió rápidamente hacia Jihyo, comprobando que efectivamente, estaba inconsciente.

—¡Hay que llevarla a un hospital, rápido!— Tzuyu al escuchar estas palabras, corrió hacía el armario que estaba justo al frente de ella para tomar algo con que cubrir a Jihyo. Corrieron al auto rápidamente con la chica en brazos, Tzuyu se encargó de manejar.

La castaña ahora se encontraba llorando de miedo y angustia.

¿Qué había pasado? ¿Y si perdía a Jihyo? ¿Si hubiera ido con ella, esto habría pasado?

—Chae, avísale a las chicas, por favor— Tzuyu pidió.

...

—¿Pero ella está bien?— ahora el corazón que latía con fuerza era el de Mina —Está bien, iremos para allá.

—¿Qué sucede Minari?— preguntó Jeongyeon a la nipona, está la miró con los ojos aguados.

—P-parece que Jihyo fue violada, debemos ir al hospital, llama a las demás— Mina, quien habló con voz entrecortada, ahora se encontraba llorando preocupada por la situación.

"Sálvame" [Sahyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora