La foránea no puede comunicarse (Komi San En México)

47. Es solo una reflexión......

Algo de simbología
Pensamientos de personaje entre ()
Acciones de personaje entre **
Comentarios de autor entre // //
Notas de Shouko entre ""
letras en negrita y cursiva cuando los personajes están hablando en japonés

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Alrededor del hotel caía un intenso aguacero, para la mayoría de los alumnos esto había arruinado sus planes de hoy, pero para el ambiente densamente contaminado en la ciudad de México la lluvia haría caer la contaminación resultando más tarde en un horizonte más limpio e incluso un poco más saludable.

En tan solo unos minutos las fuertes precipitaciones serían reemplazadas por cada vez menos agua hasta finalmente caer únicamente gotas. Lo que hace poco eran enormes y oscuras nubes ahora ya se podían ver pequeños rayos de sol saliendo de estas, eran las dos de la tarde por lo que arriba de toda esa capa de lluvia estaba un cielo azul claro, uno de esos cuantos rayos había caído específicamente en un sitio.

Don Mariano el chófer del autobús correspondiente al grupo C dormía tranquilamente en la cabina, incluso ya teniendo un cuarto asignado el hombre mayor prefirió tomarse una siesta después de la ida al castillo de Chapultepec.

Lamentablemente su descanso sería interrumpido por la abrupta aparición de un haz de luz, el cuál entró por la ventana de la cabina e impactó directamente en sus ojos, no pasaría ni 5 segundos cuando la sensación caliente sacará de su sueño al chófer.

– Agh chingado -. Dijo mientras instintivamente colocaba su mano en su cara para protegerse del rayo de luz.

Habiéndose despertado tan abruptamente un ligero dolor de cabeza le había prendido, Don Mariano abrió un compartimiento del lado de su asiento donde se hallaba una botella de agua, mientras tomaba la botella se percató de otra cosa que había guardado allí.

Una pequeña bolsa de plástico adornada con un sencillo moño rosa que en su interior almacenaba lo que parecían ser galletas caseras. Al darles una mirada Don Mariano decidió también sacar estas del compartimiento.

Teniendo la bolsita en sus manos, el viejo hombre haría memoria de cómo llegaron a su posesión.

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El retén en la madrugada del dia anterior le habia ocasionado mal humor al chofer y sumándole lo que tuvo que soportar en la mañana con los alumnos de la prepa:

-¡Al chofer no se le para!, ¡Al chofer no se le para!, ¡Al chofer no se le paraaaaaaa!, No se le para el camión -. Cantaban los alumnos con el mayor de los entusiasmos.

-(No mas no estrelle el mendigo camión porque tengo familia)-. Pensó el chofer mientras bebía su agua, seguido de esto recordó lo de las galletas.

Ayer en la mañana justo cuando habían llegado al hotel, Don Mariano abría como siempre las puertas de la unidad, aun con sus chistecitos en el viaje la mayoría de los alumnos le dieron las gracias mientras bajaban del camión, pero una alumna en particular se detuvo a su lado.

Al mirar de quien se trataba, Don Mariano vio a una chica pelimorada con rasgos asiáticos, la muchacha estaba temblando un poquito pero en su manos tenía la bolsita de plástico con las galletas, esta realizó un único movimiento y extendió sus brazos para darle las galletas.

Extrañado, Don Mariano aceptó el regalito, luego se percató que la joven estaba intentando decirle algo.

-Mu...mu...muchas gracias por traernos a salvo..... ¡Disfrutelas! -. Después de decir esto, Shouko bajó las escaleras con mucha prisa denotando su timidez.